Enorme esfuerzo el realizado por el pupilo de Ajo en su circuito, en su casa. Ganar aquí era casi un desafío al honor para Jack Miller y al final lo consiguió por lo que dura un pestañeo.
Desde la salida los dos pilotos del Estrella Galicia tiraron en solitario y sin oposición, alternando la posición de cabeza e intentando romper la carrera. Ocurre que Miller, quien en un principio se quedaba descolgado, no iba a consentir una victoria de Márquez en su circuito y tirando unió al grupo de nuevo.
A partir de ahí y con casi toda la prueba por delante, se sucedieron los adelantamientos, los pasos por línea de meta con varios pilotos en paralelo tirando del rebufo. En ese punto las motos de Álex Márquez y Álex Rins eran tremendamente superiores a la KTM de Miller. Y parecía una locura llegar primero a la última curva concediendo el rebufo.
Esa fue la táctica de Miller y por una vez le salió bien. Tiró en las últimas curvas y aprovechó que Rins entorpeció a su compañero de equipo -que es quien de verdad se está jugando el título- y facilitó la victoria de Jack Miller. Segundo pudo ser Álex Márquez y tercero terminó Rins.
El Mundial, a falta de dos carreras, se decidirá presumiblemente entre Márquez y Miller, con veinte puntos de ventaja a favor del piloto español.