Por Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
El ciclista del Netap caza in extremis a Igor Antón y aguanta el tirón de Dani Moreno en el Alto de Peñas Blancas para la segunda victoria consecutiva de su país en la Vuelta, mientras que Nibali cede el liderato por segundos a Roche
Como si se tratase de dar continuidad a la victoria de Stybar (Omega) en el ratonero final de etapa de ayer, otro ciclista de la República Checa se anotó la victoria en los alrededores de Estepona. Los ciclistas del este de Europa llevan varios años dejándose notar en el ciclismo mundial, que si antaño era dominado por los ciclistas latinos o los belga-holandeses, lleva un apr de años viendo actuaciones destacables de americanos, australianos y otros países con no tanta tradición pedalística, amén del resurgir de los colombianos. La octava etapa de esta Vuelta a España, con un explosivo final en la larga subida de Peñas Blancas se dilucidó en los 5 kilómetros finales, cuando fueron cazados los últimos y obstinados valientes de la fuga del día y cuando un kilometro despues atacó el vasco Igor Antón (Euskaltel) de un mini pelotón de 30 unidades que devoraba la subida sin apenas ataques. El vizcaíno pronto abrió un hueco de 21 segundos aprovechando un parón entre sus perseguidores pero a dos kilómetros del final el checo Leopold Konig (Netap) demostró el porqué su equipo se había involucrado tanto en tirar dle pelotón todo el día y logró cazar a Antón (Euskaltel) a medio kilómetro del final, que exhausto solo pudo comprobar como perdía el sueño de la victoria. Por detrás, el madrileño Dani Moreno (Katüsha), vencedor días antes, intento evitar la victoria del ciclista checo pero le faltaron varios metros para llegar a la altura de Konig (Netap), que cargó de razón a quienes invitaron a la Vuelta a este equipo germano de categoría Continental.
Este comprimido final hacía imposible que alguna fuga tuviera éxito, pero la razón no casa bien con el ciclismo, repleto de aventureros valientes que buscan la sorpresa desde lejos. El día comenzó enredado por el abandono del bravo irlandés Daniel Martin (Garmin), víctima de una caída en la jornada de ayer en uno de los giros estrechos por los que metió la organización al pelotón, con el ‘Purito’ Rodríguez (Katüsha) tildando de «vergonzoso» las callejuelas elegidas por la Vuelta y clamando contra ésta por ningunear la integridad física de los ciclistas. Aún así, había que correr y en un día caluroso que iba a tener la recompensa de discurrir pegadors por la costa mediterránea, el gran grupo permitió esta vez la composición de una extensa fuga, con hasta 14 ciclistas pasados una treintena de kilómetros, entre los que destacabn corredores como el vasco Beñat Intxausti (Movistar), el andalúz Antonio Piedra (Caja Rural), el belga Kevin de Weert (Omega) o el alicantino Rafa Valls (Vacansoleil) como los más reputados, mientras que el Astaná kazajo del líder dejó que la ventaja llegase hasta los 4 minutos de renta, límite en el que lo estabilizó el Netap alemán casi el resto de la etapa y lo minimizó a los dos minutos en las faldas de la última subida, donde el Cannondale italiano quiso tumbar la fuga lo antes posible. No obstante, serían los RadioShack estadounidenses, con Cancellara en plan expreso, los que engullieron a los dos últimos supervivientes de la fuga, el alemán Nerz (BMC) y el italiano Cataldo (Sky), para dar paso al protagonismo de los aspirantes a la victoria de etapa saltando desde el grupo y a los favoritos de la general que se jugarían en las arrancadas tanto las bonificaciones como varios segundos de renta en meta. Destacaron el desfallecimiento de otor checo (¿pero cuantos son?), un Kreuziger (SaxoTinkoff) que a 8 kilómetros de meta pagó sus excesos en el pasado Tour y la no comparecencia de Mikel Nieve (Euskaltel) por entre los 50 primeros, mientras que Henao (Sky) y Samuel Sánchez (Euskaltel) parecieron más recuperados y el italiano Basso (Cannondale) dejó ver destellos de su pasada clase.
Entre los «verdaderos» favoritos de la general final, únicamente «se usó» la larga subida a Peñas Blancas para tantear sus nervios y jugarse las distancias de cada uno en la general con las arrancadas finales cerca de meta. El americano Horner (RadioShack) fue el que se demostró más peleón pero sería el irlandés Roche (SaxoTinkoff) el que más aprovechó un leve retraso del líder Nibali (Astaná) ante las arrancadas tipo sprint de los demás gallitos ya en los metros cerca de meta, ya que se embutió en el maillot rojo, aunque la general aún sigue comprimida en un puñado de segundos entre muchos ciclistas. Quienes no se despegan entre sí, pareciendo estar soldados a conciencia, fueron Valverde (Movisdtar) y ‘Purito’ Rodríguez (Katüsha), que con las embestidas finales lograron arañar unos segundos preciosos en meta. Con la entrada ya en septiembre, mañana domingo la novena etapa de esta Vuelta seguirá discurriendo por tierras andaluzas, con los 164 kilómetros entre Antequera y Valdepeñas de Jaén que traslucirá un recorrido trabado, con un alto de segunda categoría en la parte final de la etapa y con la subida final a Valdepeñas, de apenas un kilómetro pero que cuenta con una inhumana rampa del 30% que bien podrá ser la tumba del fatigado fugado que llega a ella o la clave para sacar ciertos segundos de ventaja entre los gallitos de la general.