Alberto Arauz (@Arauz84)
El tríptico de las Ardenas vivía hoy en los alrededores de Maastricht su primer y gran episodio. Una radiante y primaveral Holanda recibía a la clásica con una climatología más propia de otras latitudes. Los molinos y las verdes praderas brillaban con un color que transmitía alegría al paso de la carrera. Los ciclistas, contagiados de este júbilo, brindaron un espectáculo rebosante de emoción. Una de esas eternas promesas que sólo se quedan en eso, vivió en el Cauberg por fin su jornada más gloriosa. La valentía de Kreuziger encontró recompensa en una Amstel Gold Race plagada de contratiempos.
El azar de las caídas se encargó de limpiar a algunos hombres ilustres del pastel de la victoria. Primero Andy Schleck, luego Thomas Voeckler y más adelante nuestro Purito Rodriguez, probaban el amargo sabor del pavimento de la región de Limburgo. En la fuga de rigor, Mikel Astarloza soñaba con la victoria. En uno de los múltiples muros que salpicaban el recorrido, el de Pasajes abandonó la compañía de sus compañeros de fatiga para echar un pulso cargado de osadía y de inconsciencia al fornido pelotón. Por detrás, se sucedían las escaramuzas en pos del de Euskatel. Cunego o Spilak, buscaban su cuota de protagonismo, pero el grupo de favoritos controlaba amenazante. Los secuaces de Gilbert, Sagan o Valverde, salivaban a la espera de aniquilar a sus presas.
Sin embargo, un racimo de corredores que enterró las fantasías de Astarloza, gobernaba la carrera y ponía rumbo a la meta. De pronto, un latigazo de Roman Kreuziger, desarmaba a sus rivales y galopaba en solitario hacia la cima del Cauberg. El checo de Saxo Bank, retorcía su espigado cuerpo sobre las rampas finales. De pronto, Gilbert asestó un brutal demarraje de los que erizan el vello. Sólo Valverde y Simon Gerrans sobrevivían a la violencia desgarradora del ataque de Philipe. Pero ya era tarde. Kreuziger, empujado por el anhelo de alcanzar su culmen como ciclista, levantaba sus menudos brazos e inscribía su nombre en la leyenda ciclista. Valverde acababa segundo y presenta credenciales de cara a la Flecha y Lieja.