Dos estilos completamente opuestos se enfrentaban este domingo en el Benito Villamarín. Los del Cholo en busca de tres puntos que les acercasen a la parte alta de la tabla y los de Setién necesitados de puntos tras la debacle en Gran Canaria.
El guión del partido transcurrió según lo esperado, el Betis tendría la posesión del balón y el Atlético de Madrid buscaría transiciones rápidas para hacer daño a la contra. El partido, en la primera mitad, fue de claro dominio bético. Los locales encontraron ciertas trabas a la hora de sacar la pelota desde atrás pero, a diferencia de los últimos partidos, lograron hacerlo casi siempre. Gran culpa de ello la tuvo Quique Setién, que buscó mejorar este aspecto adelantando al lateral de la banda por la que se buscaba salir (lo que provocaba que el extremo fuese a posiciones interiores) y situando en su lugar al mediocentro correspondiente (Fabián o Guardado), con lo que conseguían tener superioridad y más éxito en esa fase del juego.
Sin embargo, el Atlético supo resistir las embestidas y tras gran un balón en largo de Godín hacia Vrsaljko, este puso un centro a poca altura en el que Barragán no sigue el esférico y Saúl se lanza al suelo para empujar la pelota dentro de la portería defendida por Adán.
Tras el gol, Simeone tuvo claro el plan a seguir y lo hizo con éxito: defender la ventaja obtenida. Buscaron aún menos el balón y se basaron en repeler los ataques verdiblancos, sin apenas intención ni de salir a la contra. El Betis siguió intentando igualar el encuentro durante toda la segunda mitad pero fue imposible. Además del innegable esfuerzo de todos y cada uno de los jugadores colchoneros en tareas defensivas, hubo cuatro pilares en los que se fundamentó la defensa atlética: Thomas, con una aplastante superioridad física sobre sus oponentes; Godín y Savic, que fueron infranqueables por arriba y por abajo; y Jan Oblak, que no tuvo excesivo trabajo pero mostró en un disparo de Tello por qué es uno de los mejores porteros del mundo.
Setién hizo cambios muy ofensivos, llegando a colocar a Joaquín de lateral derecho, mientras que su homólogo en el banquillo hizo lo contrario. Introdujo a Giménez por Correa, situando al uruguayo de lateral derecho y adelantando a Vrsaljko para cubrir las subidas de Durmisi; a Torres por Gameiro, en busca de tener un referente arriba con el que retener el esférico y en el minuto 93, más por perder tiempo que por importancia en la sustitución, cambió a Thomas por Lucas Hernández.
Tres puntos que se llevan los colchoneros al más puro estilo italiano, practicando un catenaccio que fue cuanto menos eficaz y que se sobrepuso al buen juego de los béticos ayer.
Ficha técnica:
Betis: Adán; Barragán (Julio Gracia, m.75), Mandi, Feddal, Durmisi; Guardado (Camarasa, m.70), Fabián (Aitor Ruibal, m.88); Joaquín, Boudebouz, Tello; y Sergio León.
Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Savic, Godín, Filipe Luis; Carrasco, Thomas (Lucas, m.93), Gabi, Saúl; Correa (Giménez, m.61), Gameiro (Fernando Torres, m.76).
Gol: 0-1, M.30: Saúl Ñíguez.
Árbitro: Alejandro Hernández Hernández (Comité Las Palmas). Amonestó a los locales Boudebouz (m.1), Guardado (m.43), Mandi (m.79) y Sergio León (m.96); y a los visitantes Correa (m.14), Godín (m.51) y Filipe Luis (m.59).