La Liga se acaba y casi todo está por decidir. La igualdad es máxima por arriba y por abajo. Las tres primeras y las tres últimas posiciones están en un pañuelo, y cualquier tropiezo puede llevar a descolgarse. Que se lo digan al pobre Levante, virtualmente en Segunda tras dejarse empatar en los últimos minutos de la matinal del domingo por un Athletic ya matemáticamente en Europa, como el Celta. En las tres próximas jornadas, a partir del viernes, se decidirá lo que está por decidirse, que es casi todo.

Resultados de la 35ª jornada: set en blanco del Barcelona al Sporting, victoria por la mínima del Atlético, remontada del Madrid en Vallecas, empate del Villarreal en casa, apurado triunfo del Celta, goleada de Las Palmas ante el Espanyol, tablas de Getafe y Valencia, y cruel igualada del Levante contra el Athletic.

Así está la clasificación: los tres de arriba siguen como estaban, el Celta se acerca a 4 puntos del Villarreal, el Athletic se asegura plaza europea y los tres de abajo siguen como estaban.
En el tiempo reglamentario
Con la presión añadida que supone jugar después de sus rivales por el título, que fueron líderes al término de sus respectivos partidos, el todavía líder se volvió a dar un empachón de goles por segunda jornada consecutiva. Set en blanco del Barcelona frente al Sporting (6-0) con la ayuda inestimable del árbitro, Clos Gómez, que señaló tres penaltis, dos de ellos inexistentes, en el segundo tiempo. ¿No decían que el Barça estaba negado desde el punto fatídico? Pues nada mejor que regalarles un par de penas máximas para ponerse al día. Tras esta goleada, los de Luis Enrique siguen al frente de la clasificación, pero empatados a puntos con el Atlético de Madrid, que no cede y solventó con una victoria por la mínima (1-0) un sufrido partido contra el Málaga que también tuvo su dosis de polémica por la expulsión de Simeone.
Antes que sus antecesores en la tabla, jugó, remontó y ganó el Real Madrid (2-3) para situarse como líder de forma provisional gracias a un extraordinario partido de Gareth Bale, autor de un doblete y de varias acciones de peligro. El galés le metió seis goles al Rayo en esta Liga (4 en el Bernabéu y 2 en Vallecas). El cuarto sigue siendo el Villarreal, que conserva su plaza Champions por un cada vez menos holgado colchón, ya de cuatro puntos, tras su empate (0-0) ante la Real Sociedad. El Submarino, que lleva tres jornadas sin ganar, afrontará este jueves la ida de las semifinales de la Europa League frente al Liverpool y Marcelino está dosificando a sus hombres.
En la zona europea ya está todo resuelto y solo queda por decidirse el orden clasificatorio, aunque el Celta no renuncia a cotas mayores. Su apurado triunfo frente al Granada (2-1) en el partido que cerró la jornada, le deja, además de matemáticamente clasificado para Europa, a solo cuatro puntos del sueño de la Liga de Campeones. El Athletic de Bilbao también lo tiene hecho para estar en la próxima edición de la Europa League, su tercera participación consecutiva en torneos europeos por primera vez en 30 años, tras empatar en los últimos instantes (2-2) en la cancha del colista. El séptimo sigue siendo el Sevilla, y todo hace indicar que lo seguirá siendo de aquí al final del campeonato, después de su triunfo (2-0) en el derbi, así que ese pasaporte extra presumiblemente será para el mismo equipo que precisamente tiene la opción de obtenerlo a través de las otras dos competiciones a las que opta este año (Copa del Rey y Europa League).
Y si está apasionante la lucha por el título, no menos lo está la pelea por la salvación, con hasta seis equipos implicados en ella. Esta jornada no ganó ni uno. Del colista al 15º, el Espanyol, que está 5 puntos por encima de la quema, todos pueden bajar. Los que más opciones tienen son los tres últimos clasificados, aunque no se debería despistar el Granada, solo un punto por encima tras perder en Balaídos. A esa distancia está de salvarse el Sporting, a pesar de haber sido masacrado en el Camp Nou, con tres jornadas por delante bastante asequibles. El penúltimo sigue siendo el Getafe después de su inútil empate en casa (2-2) ante un Valencia que ya da por terminada su temporada y que le deja empatado a 32 puntos con el Sporting, pero por debajo por tener peor goalaverage. El duelo directo entre ambos en el Coliseum Alfonso Pérez de la penúltima jornada será la gran final por la permanencia de esta Liga. Para finales ya no está el Levante, al que el empate de la matinal del domingo hunde en la última posición, ya muy lejos (a 4 puntos) de la salvación.
La cara: Celta de Vigo y Athletic de Bilbao

La piña de los jugadores del Celta al término del partido de Balaídos y el abrazo de los jugadores del Athletic en el Ciutat son las dos imágenes más destacadas de la jornada.
Vigo y Bilbao son dos ciudades felices. En términos futbolísticos, no hay ningún punto en toda la faz de nuestro país que alcance a estas alturas de la temporada semejante nivel de felicidad. Celta y Athletic son los dos únicos equipos de nuestra Liga que ya pueden decir, con todas las letras, que han cumplido sus expectativas al inicio del curso. A falta de tres jornadas para que se baje el telón liguero, ambos ya tienen sellado su billete para estar en Europa la próxima campaña.
En el caso del Celta, no se conforma solo con estar matemáticamente clasificado para la Europa League, es que todavía alberga esperanzas de meterse en la Liga de Campeones, todo un sueño del que le separan solo cuatro puntos y aún quedan 12 en juego. Por delante le quedan tres partidos para intentarlo, confiando en dos tropiezos del Villarreal. Uno de esos partidos será la próxima semana en San Mamés, precisamente ante otro equipo que ha superado sus expectativas, el Athletic de Bilbao, que también cerró su pase europeo de la próxima temporada y volverá a estar en la Europa League.
El trepidante triunfo del Celta ante un Granada que se está jugando la vida, y el agónico empate del Athletic en el Ciutat de Valencia han llevado la felicidad a dos ciudades, Vigo y Bilbao, que han demostrado ser dos alternativas más que viables a la bicefalia Barcelona-Madrid, con permiso de Vila-real.
La cruz: Espanyol

Arlauskis vio el viernes en el Estadio de Gran Canaria cómo entraba el balón hasta cuatro veces en su portería. Y ya van 15 veces en esta Liga.
Aunque todavía está 5 puntos por encima de la quema, el Espanyol se ha metido en un buen lío. La goleada encajada (4-0) por los de Galca en el Estadio de Gran Canaria deja al conjunto blanquiazul en una comprometedora situación con un calendario por delante que invita, cuanto menos, a la prudencia: Sevilla en Cornellá, Barcelona en el Camp Nou y Eibar otra vez en casa. Harían bien los pericos en no relajarse y afrontar esas tres citas con la mayor intensidad posible, no como ocurrió contra Las Palmas este viernes en el duelo que abrió la jornada y donde solo se salvó Hernán Pérez de la quema, pero ni él se libra del mal Darío que acompaña a este equipo y no hay más que ver el mano a mano que falló con 4-0 en el marcador y que estrelló en el rostro del guardameta Lizoain, que evitó así el gol del honor.
Los números, siempre tan contundentes e indiscutibles, abocan al sufrimiento al Espanyol, el equipo más goleado de esta Liga (67 goles). Estamos hablando del peor Espanyol a estas alturas de campeonato: llevan 37 puntos, los mismos que sumaban en la temporada 2003-04, cuando se salvó en la última jornada. Aunque si con alguien se ceban los datos es con el portero Arlauskis, un auténtico coladero que ha encajado 15 goles en los 225 minutos que ha disputado como guardameta espanyolista (6 en el Bernabéu, 5 en Cornellá contra la Real y los 4 de Las Palmas). Garantiza una media de 5 goles encajados por partido y un acumulado 15 tantos en contra en tres partidos. Un drama.
Empieza a ser dramática la situación que vive este histórico de nuestro fútbol, al que solo le vale ganar al Sevilla el próximo domingo para coger oxígeno y salir definitivamente de la quema. Porque ahora mismo, con 37 puntos y tras cinco jornadas sin conocer la victoria, la situación del Espanyol es más que. delicada.