Llega el derbi vasco , pero no hay hermandad que valga en cuanto Fernández Borbalán señale el inicio del encuentro. No ha de verlo la Real como un derbi o como el partido más bonito del año, salvo que eso le implique algo más de motivación, sino como un partido en el que los tres puntos son innegociables. Está en juego no sólo ese resultado en forma de puntos, sino todo el prestigio de la recuperación que ha de traer David Moyes al equipo txuri urdin y que se tambaleó seriamente con la goleada recibida en Villarreal. Es un derbi, sí, y llega en el momento adecuado para que el resto de la Liga entienda cómo se ha de vivir en las calles y en la grada una rivalidad sana e intensa como la que mantienen Real y Athletic, pero la hermandad tiene que estar ahí, entre las aficiones, para que la Liga vea cómo ha de ser el fútbol. Pero dentro del terreno de juego, sin piedad. Anoeta, que ya ha vivido dos victorias consecutivas desde el cese de Jagoba Arrasate, y necesita la tercera.
Poco duró el empate en el marcador, una Real Sociedad muy comprometida mordía en la salida del balón de los jugadores del Athletic. En el minuto 3 un centro de Carlos Martínez desde banda derecha fue peinado por Finnbogason hasta Chory Castro, quien tuvo tiempo para poner el centro medido a la cabeza de Vela, quien sin oposición alguno fusiló a Gorka adelantando así a su equipo en la primera llegada de los txuri-urdin a portería contraria. La Real no dominaba el esférico pero sí el partido. El Athletic se estrellaba una y otra vez contra la muralla de la defensa de la Real y a penas podía evitar que los de Moyes les sorprendieran a la contra con la velocidad de Chory y Vela. Esto se tradujo en amarilla para sus dos centrales, lo que condicionaba el partido de cara a la segunda mitad. Pudo ampliar su ventaja el equipo txuri-urdin en varias acciones de un Carlos Vela espectacular que trajo de cabeza a toda la defensa del Athletic. Acabó así la primera parte.
En la segunda parte se vio a un Athletic más intenso, con la misma posesión de balón, pero sin tantas sorpresas a la contra. Pudo aún así ampliar su ventaja la Real. Se dio cuenta de ésto Valverde, que realizó el primer cambio de partido, entró Viguera y se fue Unai López. Fue así como en el 60′ un fallo en la marca de De la Bella permitió a De Marcos llegar desde segunda línea y aprovechar el espectacular centro de Susaeta para empatar el partido sin dejar botar el esférico. Empataba el Athletic y cambiaba de forma radical el encuentro. A partir de entonces el partido se convirtió en un intercambio de golpes, el Athletic dominaba y la Real tenía sus ocasiones a la contra. Sin embargo las amarillas de la primera parte tuvieron repercusiones. En el 80′ Laporte saltó con los brazos extendidos y golpeó a Xabi Prieto, segunda amarilla para el central del Athletic que dejaba a los suyos con 10.
Desde allí se presenció en Anoeta el asedio de la Real sobre un Athletic que se defendía de los ataques como podía. Pudo dar la victoria Canales a su equipo de disparo de falta en el 87′, pero su lanzamiento se estrelló en el palo de la portería defendida por Gorka. Finalizó así el partido con reparto de puntos para ambos equipos.
La Real dominó la primera mitad y el Athletic la segunda hasta el momento de la expulsión. Un punto que sabe muy poco para los hombres de Moyes, que se quedan con 14 puntos 4 por encima del descenso a la espera de los que hagan mañana Dépor y Elche. El Athletic se establece con 19 puntos en la mitad de la tabla.