El Dépor, espoleado por su afición, logra sobreponerse a la remontada del Zaragoza / El tercer gol gallego, precedido de falta al portero / Los blanquiazules se quedan a tan sólo un punto del Zaragoza, que marca la salvación
Final por la salvación. Otra más. Al Dépor ya le suena este apelativo. Pero es que el partido contra el Zaragoza se presentaba como un nuevo cara o cruz para los gallegos. Tras dos victorias consecutivas, el Deportivo necesitaba un tercer triunfo para reafirmarse como candidato a la permanencia, un status que un mes atrás, parecía imposible de alcanzar. Pero este Dépor es otro. Ganó con merecimiento –y polémica-, sobreponiéndose a la remontada del Zaragoza, apoyado por una afición que cada día que pasa cree más en sus jugadores.
Comenzaron los coruñeses llevando la iniciativa, envalentonados por su inercia ganadora. Y esa inercia fue la que le llevó a disponer de una clara ocasión para adelantarse cuando apenas se habían disputado cinco minutos de partido. Riki recibía un balón largo escorado a banda derecha y tras un sombrero en carrera lograba disparar forzado dentro del área. Roberto rechazó el cuero en una gran parada. Era el preludio del primer gol de la tarde, que llegó tan sólo cinco minutos después, cuando tras una pérdida de Romaric, el Deportivo montaba un contraataque letal. Riki volvía a recibir escorado a la diestra y tras un slalom hacia dentro cedía el balón a la llegada a la frontal, desde segunda línea, de Juan Domínguez. El coruñés movió rápido hacia Valerón, que culminó la jugada colectiva con una apertura a la izquierda para que Bruno Gama resolviese dentro del área con un disparo raso, tras un gran amago con el que dejó sentado a Sapunaru.
Se le ponía muy de cara al Dépor: marcador a favor pronto, en casa y contra un Zaragoza al que sus doce partidos sin ganar, le podían acabar pesando mucho. Sin embargo, tan sólo cinco minutos después, los maños se iban a encontrar con el tradicional regalo defensivo coruñés. Oriol centró un balón desde la derecha y Aythami, al ver que no acertaba con el despeje de cabeza, utilizó su brazo para desviar la trayectoria del esférico. Penalty tan tonto como indiscutible que transformó Hélder Postiga, pese a que Aranzubía llegó a rozar el esférico.
Era un empate inmerecido atendiendo a los méritos de cada uno, pero no se iba a quedar ahí, ya que del posible 2-1, que tuvo Abel Aguilar en dos ocasiones clamorosas en jugadas de estrategia, se pasó al 1-2. Montañés robó a Manuel Pablo y culminó una gran contra al primer toque. Sin apenas crear fútbol, el Zaragoza tiraba de efectividad, justo lo que le faltó a los coruñeses en esa primera media hora.
Sin embargo, los gallegos dieron un nuevo vuelco al partido con el empate justo antes del descanso. Pizzi botó una falta desde la derecha y Abel Aguilar se impuso por alto –como durante todo el partido- para devolver el balón al corazón del área. Tras una serie de rechaces el balón le cayó a Marchena que, libre de marca, ponía el 2-2. El gol a escasos minutos del entretiempo fue el cimiento de la victoria del Dépor. Quién sabe qué hubiese pasado de tener que remontar los gallegos dos goles en la segunda mitad.
Los herculinos salieron del vestuario dispuestos a culminar la remontada cuanto antes mejor. En los instantes iniciales el colegiado le perdonó la segunda amarilla a Sapunaru cuando éste cometió una infracción amonestable sobre un hiperactivo Pizzi. Entretanto, los de Fernando Vázquez embotellaron a los maños a base de un fútbol vertiginoso que encendía a la entregada grada de Riazor. Fruto de ese asedio llegaron las ocasiones, casi todas a balón parado. Aythami, protagonista desgraciado en la primera parte, se pudo redimir en un par de remates francos. El primero, con todo a favor, lo mandó al palo. El segundo, en posición más dificultosa, lo sacó Loovens bajo palos.
El cántaro estaba llegando mucho a la fuente y al final, ésta se rompió. En otro córner, Abel Aguilar estorbó a Roberto lo suficiente para que el guardameta no pudiese hacerse con el balón, que rebotó en el pecho de Abraham y se coló en la portería aragonesa. La acción fue protestada por los maños tanto en el campo como en rueda de prensa. Eso sí, mejor haría Manolo Jiménez si dejase de escudarse en errores arbitrales y se centrase más en su equipo, que lleva trece partidos sin conocer la victoria. Algún problema puramente futbolístico tendrá, más allá de los fantasmas arbitrales.
Con el gol los gallegos se echaron atrás para defender tan valioso botín. Cuando el partido se enloqueció, allí aparecieron Abel Aguilar y sobre todo, Juan Domínguez y Valerón para resguardar al Dépor en torno al balón. El Zaragoza -que acabó con diez por la expulsión de un desafortunado Abraham- intentó sin éxito crear ocasiones de verdadero peligro contra la meta de Aranzubía, aunque el Deportivo, con algunos jugadores en la reserva de gasolina, acabó pidiendo la hora.
Al final los tres puntos se quedaron en tierras gallegas. El fútbol son estados de ánimo, y el del Dépor parece haber cambiado. En otro momento de la temporada, no hubiese sido capaz de reaccionar a la remontada del Zaragoza. Sin embargo ahora, los jugadores vuelven a creer en sí mismos, en parte por el apoyo de su hinchada, a la que Fernando Vázquez ha sabido reenganchar. La comunión entre equipo y afición es total. Los gallegos ganaron y lo hicieron con merecimiento, culminando su propia remontada. Los errores defensivos siguen siendo el pan nuestro de cada día, pero el equipo los suple con una entrega incondicional. La tercera victoria consecutiva se cimentó en la actitud. Una actitud que invita a soñar con la permanencia. De momento, estos nueve puntos consecutivos (se queda con 26) no le permiten salir de la zona de descenso, pero sí superar a Mallorca y Celta -que tienen 24, los vigueses con un partido menos- y vislumbrar al propio Zaragoza (27), que marca la permanencia, a un único punto. ¿Alguien cree ahora que la salvación no es posible?
FICHA TÉCNICA
Deportivo de La Coruña (3): Aranzubia; Manuel Pablon (Ayoze, min.87), Aythami (Zé Castro, min.61), Marchena, Sílvio; Abel Aguilar, Juan Domínguez; Bruno Gama, Valerón, Pizzi; y Riki (Salomao, min.74).
Zaragoza (2): Roberto; Sapunaru, Álvaro, Loovens, Abraham; Movilla, Romaric (Bienvenu, min.77); Edu Oriol (Víctor, min.60), Rodri (Carmona, min.85), Montañés; y Hélder Postiga.
Goles: 1-0, min.11: Bruno Gama. 1-1, min.16: Hélder Postiga, de penalti. 1-2, min.35: Montañés. 2-2, min.40: Marchena. 3-2, min.55: Abraham, en propia meta.
Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes, del colegio cántabro. Expulsó al técnico del Deportivo, Fernando Vázquez (min.89) y, por doble amarilla, al lateral del Zaragoza Abraham (min.81). Además, amonestó a Aythami (min.16), Abel Aguilar (min.33), Manuel Pablo (min.47), Riki (min.57) y Marchena (min.66), por parte del Deportivo; y a Sapunaru (min.22), Abraham (min.40), Roberto (min.55) y Loovens (min.71), por parte del Zaragoza.
Incidencias: Partido de la 30º jornada del Campeonato Nacional de Liga disputado en Riazor ante cerca de 34.000 espectadores (prácticamente lleno).