La mejor delantera del mundo no podía faltar en los cuartos de final de la mejor competición de clubes del mundo. Ahí estará la MSN, entre los ocho mejores equipos del viejo continente. El Fútbol Club Barcelona selló su clasificación para cuartos por novena temporada consecutiva con una victoria por 3-1 en el Camp Nou ante el Arsenal, que se debieron de trabajar a pesar del 5-1 global que deparó la eliminatoria al final. Los goles llevaron la firma precisamente de los futbolistas a los que ningún rival quiere ver ni en pintura: Messi, Suárez y Neymar.
Nueve temporadas consecutivas, nueve, lleva el Barcelona clasificándose para cuartos de final de la Liga de Campeones. Desde que cayó eliminado frente al Liverpool en octavos en 2007 (en la ida perdió 1-2 en el Camp Nou y en la vuelta ganaron 0-1 en Anfield, pero cayeron por el valor doble de los goles fuera de casa), no falta el Barça a su cita con los ocho mejores del fútbol europeo. Y solo en 2014, cuando fue eliminado por el Atlético de Madrid (1-1 en el Estadi y 1-0, gol de Koke, en el Vicente Calderón), no pasó de esta ronda. En 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013 y 2015, el Barcelona disputó y superó los cuartos de final dejando en la cuneta, por este orden, a Schalke (0-1 y 1-0), Bayern (4-0 y 1-1), Arsenal (2-2 y 4-1), Shakhtar (5-1 y 0-1), Milan (0-0 y 3-1), PSG (2-2 y 1-1), y otra vez contra el PSG la pasada campaña (1-3 y 2-0). Después de pasearse por la fase de grupos y los octavos de final, la MSN ya toca los cuartos, confiando en que pasará el siguiente antes de volver a dar otra campanada europea.
No infravaloremos el dato de nueve presencias consecutivas en los cuartos de final de la competición de clubes más exigente del mundo. No es fruto de la casualidad estar nueve temporadas seguidas entre los ocho mejores; más bien resulta la consecuencia lógica del gran proyecto de club que abandera el Fútbol Club Barcelona desde hace ya casi una década. Da igual que estén Laporta, Rosell o Bartomeu en el palco. Da igual que estén Rijkaard, Guardiola, el añorado Tito Vilanova, Jordi Roura, Martino o Luis Enrique en el banquillo. Da igual que hayamos pasado de los Valdés, Puyol, Márquez, Deco, Xavi, Touré, Ronaldinho, Eto’o, Bojan, Villa, Alexis o Henry a Ter Stegen, Alba, Mascherano, Mathieu, Iniesta, Rakitic, Busquets, Sergi Roberto, Messi, Suárez y Neymar… Sigue siendo el Barcelona. Lo curioso es que hay un eslabón común que une estas nueve temporadas: Lionel Andrés Messi. Está comprobado que con él en el campo, pasan cosas. No hay más que remitirse a los datos.
Neymar golpeó primero
Barcelona fue Londres por la incesante lluvia que caía en la Ciudad Condal desde el arranque del choque. Y en estas condiciones meteorológicas, un equipo londinense como el Arsenal se maneja con singular destreza. Así , la primera ocasión del partido la firmó el hombre de más clase del Arsenal, Mesut Özil, que soltó desde la frontal del área un peligroso zurdazo que se fue pegado al palo izquierdo de Stegen. Desde la derecha partió el alemán antes de probar fortuna, como también partió desde este costado la siguiente ocasión del conjunto inglés. Tras una fulgurante galopada de Bellerín, un galgo capaz de ganarle una carrera a Jordi Alba, el rechace de Mathieu llegó a parar a Elneny, que también lo quiso intentar desde lejos y su disparo se perdió por el mismo lado que el intento anterior de Özil.
Conceder dos ocasiones ya es demasiado para este Barcelona insaciable, que tiene el cuajo de los equipos ingleses para el intercambio de golpes. Entendió el mensaje amenazante del Arsenal a la primera y primero avisó Messi con un zurdazo a bocajarro, después de un control estratosférico con la misma zurda, que sacó Ospina. El poco ortodoxo cabezazo de Mathieu a la salida del córner posterior se marchó alto. Y a la siguiente, llegó la vencida y la sentencia de la eliminatoria. Robó Busquets, siempre preciso y preciosista en la sala de máquinas blaugrana, jugó rápidamente para Messi y ahí se puso en marcha la poderosa maquinaria ofensiva del conjunto de Luis Enrique. El argentino le dio continuidad a la jugada tocando para Suárez y el uruguayo tiró la diagonal por el centro, observando la llegada de Neymar por el carril del 10, le llegó el balón al brasileño y éste no se inmutó a la hora de definir ante Ospina por el palo corto. Otra demostración de músculo de la MSN, que sigue firmando unos números de escándalo en la presente temporada: 26 goles y 20 asistencias de Neymar, 43 tantos y 19 asistencias de Suárez y 37 goles y 15 asistencias de Messi.
Tras el gol de Neymar dejó de llover en el Camp Nou para alivio, sobre todo, del Arsenal, que se estaba pasando de frenada en la pista mojada de un Camp Nou que estaba más pendiente de las noticias que llegaban desde Alemania, donde el Bayern de Guardiola caía contra la Juventus. El 1-0 que dejaba prácticamente resuelta la eliminatoria entre el Barça y el Arsenal no espoleó a los hombres de Wenger, a los que no les entraron las prisas hasta el final del primer tiempo. En los últimos diez minutos dispusieron de varias ocasiones de peligro que primero abortó Mathieu, providencial para robar el balón a Elneny cuando se disponía a fusilar; después perdonó Alexis Sánchez, cuyo cabezazo se marchó pegado al poste izquierdo de Ter Stegen; y, a cuatro minutos del descanso, apareció Mascherano para tapar el disparo de Wellbeck después de que se plantara solo ante el guardameta alemán tras tirar una pared con Iwobi. Perdonaron los gunners, que perdieron a Flamini por lesión y tuvo que ser sustituido por Coquelin, llegándose al intermedio con ventaja mínima del Barça en el partido, aunque el duelo de octavos ya estaba más que resuelto tras el 0-2 de la ida.
El Arsenal apretó, pero Suárez y Neymar sentenciaron
Urgido por la necesidad de levantar una eliminatoria que tenía perdida, el Arsenal cambió su actitud y entró con mucha intensidad al segundo tiempo, incluso Alexis Sánchez tuvo que ver una tarjeta amarilla por una dura entrada sobre Neymar. Aunque la intensidad resultara excesiva, la actitud gunner era la correcta y obtuvo el premio a continuación cuando marcó Elneny con un gran golpeo que se coló por la misma escuadra de la portería de Ter Stegen. El Arsenal había empatado el partido y quería pelear la eliminatoria. Pero si hay un equipo al que no se le pueda tachar de conformista, ese es el Barcelona, que siguió buscando el gol después del tanto encajado. Lo rozó Messi, pero se interpuso en su camino Ospina para sacar el intento del astro argentino por bajo.

Con este espectacular remate, Luis Suárez marcó el 2-1 y se convirtió en el máximo goleador uruguayo en la Copa de Europa (18 goles).
El Barça no se podía descuidar porque, en la Champions y ante un equipo inglés, la más mínima concesión puede conllevar la mayor de las penalizaciones. Así fue cómo Welbeck se aprovechó de un regalo de Mathieu, se plantó en el área y cuando se disponía a chutar, llegó Mascherano para taparlo. Otra intervención providencial del Jefecito, que ya fue decisivo en una eliminatoria contra el Arsenal de hace unas temporadas. La aparición de Masche espoleó al Barça, que ya se fue decididamente al ataque, dispuesto a matar la eliminatoria de una vez por todas. Ese honor corrió a cargo de Luis Suárez, que volvió a recurrir a un remate de media chilena de los suyos, tras un preciso centro de Alves desde la derecha. Con este golazo, Suárez ya es el máximo goleador uruguayo en la historia de la Copa de Europa (18 goles).
Aunque el Arsenal todavía lo intentó dos veces más con un centro-chut al travesaño y un lanzamiento de falta de Alexis que voló Stegen para despejar a córner, el Barça dictó sentencia con otro gol de Messi, con picadita marca de la casa sobre Ospina, para convertirse en el primer jugador que marca 9 goles a un mismo equipo (Arsenal) en la Liga de Campeones. Y así, sus seguidores más morbosos ya pudieron centrar su atención en lo que estaba pasando en el Allianz Arena, que deparó un giro final. Pero lo mejor del partido fue la ovación que recibió Iniesta cuando fue sustituido y le entregó el brazalete de capitán a Messi, una muestra de respeto y admiración más que merecida para el futbolista manchego.