Victoria sufrida, en un encuentro sin un claro dominador
Hay dos cosas que hemos de tener muy claras: Hay equipo para hacer algo grande, y sobre todo, tenemos una ventaja enorme porque estamos en nuestra casa. Zaragoza se vistió de gala y abarrotó el polideportivo Príncipe Felipe, convirtiéndolo en una olla a presión que pocas veces hemos podido vivir en este hermoso deporte dentro de nuestras fronteras. Gritos de guerra aparte, la presión que ejerció sobre el rival y más que nada la capacidad que tuvo para mantener dentro del partido en los momentos de flojera a los nuestros, es digna de elogio.
A lo largo de la primera parte Alemania se mostró más centrada que los locales, con un juego ofensivo simple pero «resultón», y que aprovechaba una y otra vez los espacios que el 5:1 español. Mientras, Heineveter conseguía enlazar un par de paradas de mérito, aumentando los nervios de los pupilos de Valero Rivera y haciendo florecer esa inseguridad en el movimiento del balón que tanto nos está agobiando a lo largo del mundial. Esto permitió que Alemania remontara el partido a base de contraataques, y que alcanzara su máxima ventaja con el 12-14 justo antes del descanso. En ese momento ya había saltado a la pista José Manuel Sierra en sustitución de un Arpad Sterbik que sigue apático y debe hacérselo mirar porque ya resulta preocupante.
Cambio defensivo a 6:0 y “Quillo” que se echa el equipo a la espalda
Las dos exclusiones que sufrió Alemania al acabar el primer tiempo, allanaron el camino hasta el empate. Dos grandes paradas del portero del PSG, y sus respectivos contraataques permitieron comenzar de nuevo el encuentro, hasta ese momento ya nada importaba, ni los fallos ni los errores y el equipo que antes comprendiese esta situación se llevaría el gato al agua. Y ese equipo fue España. Cuando más lo necesitaba, el público jaleó a los nuestros y no les permitió ni un solo paso atrás. Ajuste defensivo aparte, la clave estuvo en la claridad, el ritmo y la velocidad del movimiento del balón en ataque. Esto permitió poder empezar a ver a los exteriores con Valero Jr. y Victor Tomás, y sobre todo al tercer mejor jugador del mundo del año 2012, el pivote Julen Aguinagalde, que marcó cuatro goles consecutivos dando la mayor ventaja en el electrónico a los nuestros a seis minutos del final del encuentro. De nada sirvieron las frivolidades del seleccionador alemán, cambiando su defensa a 3:2:1 o jugando en ataque con portero/jugador. Alberto Entrerríos (MVP que quiso compartir con Sierra) y Maqueda, anotaban los últimos goles del encuentro hasta situarlo en un 28 – 24.
Ahora las semifinales contra Eslovenia, digno rival que se ha deshecho por la mínima de Rusia, y que debe ser considerado equipo revelación. No podemos confiarnos, porque poseen jugadores de un enorme talento como Uros Zorman o Gajic. El partido será televisado por TVE a las 19:15 del próximo viernes día 25.
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