Por Diego García
Partidos del domingo:
El Liverpool fue una piedra en el camino de un Chelsea que baja a la 4ª plaza y que tiene cada vez más competencia por entrar en Champions. Los reds consiguieron empatar (2-2) en el último minuto en un encuentro en el que merecieron más y que estuvo claramente marcado por la actuación de Luis Suárez, que no dejó de pasar de héroe a villano durante los 90 minutos y que mostró, una vez más, sus dos caras. Óscar adelantó al equipo de Benítez en un encuentro en el que estaba siendo claramente superior el conjunto local. La entrada de Sturridge al descanso supuso una gran revolución para los reds, y el punta inglés, que jugaba ante su ex equipo, contagió a todo su equipo en busca de la remontada. Tras un disparo al palo y una parada espectacular de Cech, el propio «15» culminó una obra de arte llevada a cabo por Gerrard y Luis Suárez. Un Luis Súarez que minutos después, fue protagonista en el otro área por cometer un penalti infantil. Hazard no falló desde los 11 metros y el Liverpool disponía de media hora para remontar. La imagen del partido la puso el «7» red cuando tras un lance del juego, aprovechó un choque con Ivanovic para morderle en el brazo, hecho por el que no fue castigado pero que le podría traer consecuencias si la federación entra de oficio. Algo que se antoja muy posible dado los antecedentes del uruguayo. Suárez no fue expulsado y en el 96, con el tiempo ya cumplido, consiguió la igualada ante el delirio de su afición.
El Manchester City volvió a dar una paupérrima imagen en casa del Tottenham al perder por 3-1. Nasri adelantó a los de Mancini, que se vieron superados por todo momento por el equipo de Villas Boas. Pese a todo, los citizens sufrían pero se llevaban los 3 puntos. Hasta que llegaron 5 minutos mágicos del Tottenham, que liderados por un soberbio Bale, dieron la vuelta al marcador con 3 goles seguidos. Primero Dempsey tras una buena asistencia del galés, luego Defoe con un derechazo que se coló ante la pasividad de Hart, y finalmente Bale tras una buena jugada colectiva en la que definió picando el balón por encima del meta inglés. Una derrota del segundo clasificado que permitirá al Manchester United ser campeón de forma matemática si consigue los 3 puntos en su encuentro contra el Aston Villa.