Márquez quería la novena victoria consecutiva y seguir arrasando allá donde va. Quería conseguir la quinta victoria consecutiva en el circuito alemán de Sachsenring donde el año pasado triunfó ya en MotoGP. Caía la lluvia minutos antes de que se apagaran los semáforos y crecían las dudas sobre qué neumáticos montar al inicio de la carrera. Una situación muy similar a la vivida en Assen hace dos semanas en la que el vigente campeón salió victorioso.
Jugaron al gato y al ratón los pilotos punteros, intentando despistar a sus rivales tapando las gomas con los calentadores hasta el último segundo. En las dos primeras filas todos los pilotos fueron por la vía segura con neumáticos de agua mientras que el alemán Stefan Bradl -tercero- se la jugaría con gomas de seco. Y a partir de ahí, el colapso. Lo nunca visto. Doce pilotos, todos los favoritos, salían desde el pitlane por cambiar a neumáticos de seco.
Se apagó el semáforo y Bradl salió como un cohete. Pasaron todos los pilotos de cola y luego se dio la salida en la que Márquez, Pedrosa y Rossi tomaron la delantera -del grupo perseguidor-. Comenzó la persecución. Todos contra Bradl. Tras la primera vuelta eran diez segundos y muchos pilotos de diferencia. Cuatro giros después era de menos de dos segundos. Bradl ya se veía superado incluso por Rossi, Lorenzo y Andrea Iannone.
Una vez Márquez se puso líder empezó a marcar vueltas rápidas, siempre acompañado por Pedrosa, cerca, a la espera. Bradl seguía perdiendo posiciones. Su equipo explicaría que salía con la horquilla de mojado, lo que prácticamente le impedía frenar la moto en condiciones. Lorenzo se alejaba por una vez de Rossi a la par que Iannone se acercaba a su compatriota. Mediada la prueba las posiciones estaban casi establecidas a la espera de la decisión final. Márquez y Pedrosa en la lucha por la victoria. Lorenzo a siete segundos con el podio casi asegurado, con cuatro de ventaja sobre su compañero de equipo. Ni siquiera tuvimos emoción, se consumió toda en la salida. Márquez llegó con dos segundos de ventaja sobre Pedrosa y cerró así medio campeonato ganando. Pedrosa y Lorenzo completaron el podio con Rossi cuarto y Aleix quinto.
Al final en cualquier circunstancia el resultado termina siendo el mismo. Sobre seco, sobre mojado, entre el caos, en solitario o en la última curva. Nadie tiene la capacidad ahora mismo de batir en un mano a mano al de Cervera. Si no es por un error propio, es casi imposible que cualquier otro piloto le supere. El Mundial se va de vacaciones casi un mes, hasta el 8 de agosto, y se reanudará en Indianápolis donde Márquez buscará la décima victoria consecutiva. Un piloto que está marcando época.