Trece puntos separaban a Márquez de Lorenzo antes de llegar a Valencia. En Cheste se decidía un Mundial y la última vez que así ocurría fue en 2006 donde el que llegaba con toda la ventaja -Valentino Rossi- se iba al suelo en la primera vuelta, dejando el título en bandeja para Hayden. En 2013 de nuevo Cheste dictaba sentencia. Jorge Lorenzo, con más victorias, vigente campeón, la experiencia, la sobriedad. Marc Márquez, irreverente, el mejor rookie que ha llegado a la categoría reina desde Kenny Roberts.
La pole, el primer asalto moral, fue para Márquez. Pero Lorenzo salió como siempre, como un tiro, con la intención de mandar pero sin escaparse. Hacer grupo, girando un segundo más lento del ritmo que tenía ensayado en los entrenamientos. Ahí estaba Jorge seguido por Dani, con Márquez a la expectativa y con Bautista detrás, impidiendo a Valentino meter presión al de Cervera. La estrategia de Lorenzo fue igual a la que a veces criticaron él, Dani y Stoner, es decir, la que empleó Rossi con el australiano en Laguna Seca. No dejar que el piloto más rápido te rebase y se escape.
Y en una de esas maniobras casi se lleva puesto a Pedrosa, punto clave en el trascurso de la carrera. Ahí Lorenzo perdió la primera plaza en favor de Márquez, y se estiró la carrera dejando atrás a Bautista, Rossi y Pedrosa. No tardó Jorge en ponerse de nuevo en cabeza pero, muy listo Marc, se quedó segundo, sin tomar más riesgos de los necesarios. Dejó pasar a Dani y acabó en el podio.
Al final en Cheste Jorge Lorenzo nos brindó una carrera de motos de las de antes, de las que incomprensiblemente no ha querido disputar hasta que llegó Márquez. Espectacular triunfo del de Yamaha, ya subcampeón. También de Pedrosa, quien sabe si haciendo labor de equipo para no perder su puesto en el mejor equipo, la mejor moto. Y despide el año Rossi en cuarta posición, allí donde ha estado todo el año, muy por encima del resto, muy por detrás de los tres españoles que han dominado la categoría.
Nos queda Márquez. Desde el año 2000 no se esperaba tanto el debut de un piloto en MotoGP, por aquel entonces 500cc. Subió con el título de Moto2 bajo el brazo, como su ídolo hizo con el de 250cc. La diferencia, el español ganó a la primera. Empezó muy tímido, declarándose no favorito para el campeonato. Pero ha ido batiendo todos los records de precocidad. Y ya es el Campeón del Mundo de MotoGP más joven de la historia.