El Barcelona le hace un siete a Osasuna
Hat-trick de Messi, llega a los 371 goles e iguala a Alcántara como máximo goleador culé
Baño de confianza blaugrana a una semana de visitar el Bernabéu
Alejandro Rozada (@alexrozada)
Si usted es socio, simpatizante o integrante de la plantilla del Barcelona, ya tiene una solución a sus males futbolísticos: ponga un Osasuna en su vida. A día de hoy no existe una terapia mejor para tratar los males que acechan a su equipo, y eso que el conjunto rojillo se le atragantó en El Sadar. Pero no se sabe si por miedo escénico o por falta de adaptación a la canícula primaveral que marcó la jornada dominical en la Ciudad Condal, el cuadro de Javi Gracia no recordó en nada al de la primera vuelta y fue una banda en el Camp Nou. Casi les hubiese valido más la pena no presentarse al partido y perderlo por tres a cero automáticamente, desde luego que esa derrota hubiese sido más honrosa que el siete que encajaron ante un Barça necesitado de esta medicina goleadora. Messi y compañía se zamparon a Osasuna como el que se come un bocadillo de chorizo de Pamplona, el típico embutido de la gastronomía de Navarra. Fueron la suculenta merendola culé a una semana vista de rendir visita al líder en el Santiago Bernabéu.
Lo cierto es que el coladero rojillo disimuló los habituales males que sufre el Barcelona, que no son otros que las continuas pérdidas de balón, la reciente tendencia a regalarle la posesión al rival o el proverbial tembleque defensivo, representado esta vez por un Jordi Alba especialmente desacertado. En esta ocasión, los goles ocultaron todos los males y en cuanto Messi abrió el casillero en el primer tiempo, comenzaron a soplar aires de goleada. Porque después llegaron el gol de Alexis Sánchez y el golazo de Andrés Iniesta, un misil que el de Fuentealbilla disparó con la zurda para que se colara junto al poste izquierdo de Andrés Fernández. Los tres tantos dejaron la situación vista para sentencia antes de llegar al descanso y la segunda parte podría servir para lucir palmito, disfrutar de la agradable temperatura mediterránea en buena compañía y para ir haciendo planes veraniegos. Y así, entre llegada y llegada de los dos equipos, que contemporizaron con el balón conscientes de que ya estaba todo el pescado vendido, transcurrieron los primeros minutos del segundo tiempo, hasta que marcó Messi su segundo de la tarde y la gente comenzó a especular con la goleada que firmaría esta tarde el Barcelona. Hubo tiempo entre medias para dedicarle una gran ovación a Xavi cuando dejó a Song su sitio en el campo.
Y hubo goles en el segundo tiempo, vaya que si los hubo. Messi rubricó un hat-trick que le encumbra en lo más alto de las estadísticas goleadoras en la historia del Barcelona para, con sus 317 goles, superar a Paulino Alcántara como el máximo goleador culé. También hubo tiempo para un golazo de Tello, que trazó una diagonal endiablada desde el extremo izquierdo del ataque para culminarla con un potente disparo que se coló por la escuadra de Andrés. Los postreros gol de Messi y Pedro casi contaron con la alfombra roja de la zaga rojilla, que ya ni se quiso complicar la vida adoptando riesgos innecesarios con una losa tan pesada en el marcador. Así se pudieron internar Alves y el crack argentino hasta la cocina para servir las asistencias del sexto y el séptimo de la tarde. Todo fueron buenas noticias para el barcelonismo en una tarde dulce de la que solo se escapó Neymar, impertérrito en el banquillo. Como toca ver el vaso medio lleno, en Can Barça confiarán en que su suplencia haya sido un descanso puntual para el brasileño antes de afrontar la batalla del próximo domingo en el Santiago Bernabéu, un apasionante combate donde no habrá alfombras rojas. Las escasas opciones blaugranas de reengancharse a la lucha por la Liga pasan por doblegar al Real Madrid.