Sin duda el dato más destacado de la quinta jornada y probablemente de la liguilla de la Champions es que Lionel Messi ya es el máximo goleador de la historia de la Champions.
En lo futbolístico, salió el Barça con la misma idea que frente al Sevilla el fin de semana pasado. Movilidad, alternando las posiciones Messi, Pedro y Suárez. Sin notar las rotaciones, numerosas. Rakitic y Rafinha se movían bien y los laterales, Alves y Jordi Alba, presionaban más como extremos que como laterales.
Como siempre, la posesión pertenecía al conjunto dirigido por Luís Enrique, y el Apoel esperaba agazapado. En contadas ocasiones superó el mediocampo con el balón controlado. Así, minuto a minuto, el partido se fue volcando sobre la portería de Urko Pardo. Primero fue Messi, y el disparo lo repelió el guardameta. Lo intentó también Suárez y de nuevo el intento lo frustró el portero del Apoel. Jordi Alba perdonó un mano a mano a pase de Messi. Y al filo de la media hora fue Luis Suárez quien con un control orientado de manual se plantó frente a Urko y le superó con una delicadeza digna de Henry.
El gol no alteró los planes del equipo chipriota. Sin plan B, no tuvo respuesta al 0-2 conseguido por Messi en el minuto 38. Con este tanto Messi se convertía en el máximo goleador de la historia de la Champions, en la misma semana en la que hacía lo propio en la Liga. Con 27 años. Leyenda.
La segunda parte comenzó igual que la primera. Control, control, control. El Apoel esperaba y el Barcelona dominaba sabedor de que las ocasiones seguirían llegando. En el minuto 57, Messi anotaba su segundo tanto tras aprovechar una pérdida inocente de los chipriotas en las inmediaciones de su propia área.
No fue hasta el minuto 64 cuando el Apoel exigió a Ter Stegen, que después de una hora como espectador respondió de forma excelente a disparo de De Vincenti. Se desmelenó ligeramente el equipo chipriota y más con la expulsión por doble amarilla de Rafinha. No tuvo más historia el choque hasta que Guilhe se fue expulsado en el 84′ por una falta a Pedro que acarrearía su segunda amarilla. Y para cerrar la contienda firmó su segundo hat-trick consecutivo en el minuto 87′. Segunda ocasión que supera un récord goleador con un triplete. Inmenso. Eterno.
Ahora queda cerrar la primera plaza del grupo, para la cual el Barcelona necesita vencer al PSG en casa el 10 de diciembre.
Apoel: Urko Pardo; Sergi, Guilhe, Carlao, Antoniades; Aloneftis (Efrém, 46′), Vinicius, Nuno Morais, Tiago Gomes; Sheridan, Manduca.
Barcelona: Ter Stegen, Dani Alves, Piqué, Bartra, Jordi Alba (Adriano, 60′); Mascherano, Rakitic (Xavi, 60′), Rafinha; Suárez (Busquets, 76′), Pedro, Messi.