En pleno terremoto Neymar, el Barça de Valverde derrota al Real Madrid en el primer clásico de pretemporada en tierras americanas y se lleva la International Champions Cup.

El Fútbol Club Barcelona se llevó la International Champions Cup de 2017 tras ganar sus tres partidos a Juventus, Manchester United y Real Madrid.
Se nos hace raro escribir una crónica de un clásico a finales del mes de julio, en pleno verano, y de madrugada. Al alba y no sabemos si con tiempo duro de Levante -como aquel célebre asalto al islote del Perejil que, precisamente, discurrió por estas mismas fechas hace quince años-, contamos lo que fue un Madrid-Barcelona descafeinado por el carácter amistoso de la contienda, aunque no por ello menos interesante. Miami nos lo confirmó y Piqué se lo regaló al Barça.
Siempre es trascendente, emocionante y cualquiera que sea el epíteto que se le quiera dedicar, un partido entre los dos colosos de nuestro fútbol. La condición amistosa resta puntos, reconozcámoslo, pero no tensión. ¿Verdad Semedo, verdad Neymar? Hace escasas horas, estos dos jugadores, y sin embargo compañeros, del Fútbol Club Barcelona se estaban liando a mamporrazos en pleno entrenamiento. El cacareado traspaso de Ney al PSG se cuece a plena ebullición y tiene los ánimos ciertamente caldeados. Si a eso se le suma la inminencia de un clásico, el resultado fue una pelea que llenó de morbo y presión las horas previas al primer Madrid-Barça del curso.
Ni en pretemporada se relaja la rivalidad más encarnizada del fútbol mundial. Que se lo digan a los aficionados que llegaron a pagar 10.000 euros por una entrada VIP para el partido. Y eso que se lo perdió la gran estrella del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, de vacaciones y a un día de prestar declaración en el juzgado de instrucción de Pozuelo de Alarcón (Madrid) por fraude fiscal. El Madrid notó la ausencia de su crack, máxime estando enfrente su archienemigo por la supremacia del fútbol mundial. Messi no entiende ni de amistosos ni de pachangas; en la primera pelota que tocó en el partido, marcó. Antes había dejado en el suelo a Sergio Ramos con uno de sus quiebros marca de la casa, después se apoyó perfectamente en Busquets, rompió a Modric con otro quiebro y se benefició de que el balón pegó en Varane en última instancia. A falta de CR7, ahí estuvo D10S para dejar su sello en el primer clásico lejos de España.
GOL DE MESSI. *No importa cuando leas esto* #Barca 1 – #RealMadrid 0 pic.twitter.com/ydP7tswJVC
— Javi Toledo (@Javitoledo20) July 30, 2017
También jugó Neymar, el protagonista del verano. No había acabado el partido y ya no estaba ni en el estadio. Se cogió la maleta y se fue; no rumbo a París para firmar con el PSG, que podría hacerlo perfectamente, sino porque se fue a China para cumplir una serie de compromisos publicitarios y no ha podido volver con sus compañeros a Barcelona. El brasileño disputó 72 minutos y dejó su sello en la jugada del segundo gol, que inició desde el costado izquierdo y desde ahí sirvió un preciso balón que Luis Suárez dejó pasar avispadamente y Rakitic embocó de primeras con la pierna derecha. El croata, que ya marcó en el último clásico liguero en el Bernabéu, volvía a fusilar al Madrid con un disparo seco desde la frontal del área.
https://twitter.com/ronaldjosemoral/status/891453414596636672
Siete minutos de partido y el Barça ya ganaba por dos goles a cero, un escenario atípico, que no se suele producir en un duelo de estas características y que demuestra que la tercera parte del proyecto de Zidane al frente de la nave blanca todavía está en fase de andamiaje. El albañil que no se cansa de pedir un sitio en la contrata es Kovacic, que aprovechó su titularidad en el clásico veraniego para estrenarse ante el eterno rival con una contundente conducción culminada con una potente definición que superó a Cillesen por el palo largo. Aunque Casemiro, Kroos y Modric parecen intocables en el centro del campo, el croata se erige en una alternativa de lujo.
#8D Este fue el gol de Mateo Kovacic para poner el 2-1 en el Clásico amistoso en Miami. pic.twitter.com/iZ4NvjzCuc
— 8 Deportivo Videos (@8DVideos) July 30, 2017
Kovacic fue uno de los mejores madridistas en el Hard Rock de Miami y también participó en la jugada del gol del empate. Antes de llegar al descanso, en un gran contragolpe de los blancos, se supo asociar con Asensio y le habilitó en boca de gol para que el ex de Espanyol y Mallorca, una de las mayores perlas del fútbol europeo, firmara el empate. Esto es el Madrid. Hasta a medio gas, en plena pretemporada y en tierras extranjeras, no renuncia a sus señas de identidad competitivas y es capaz de equilibrar la balanza cuando más arrinconado parece.
https://twitter.com/franklg2017/status/891461095491346437
No nos engañemos: los goles fueron lo más importante de este clásico veraniego en tierras norteamericanas. Se vieron cuatro en el primer tiempo y uno más al poco de iniciarse el segundo. Neymar, un peligro constante para el entramado defensivo de Zidane, sufrió una falta de Casemiro, que no rebaja su habitual intensidad ni en los partidos amistosos. Ney botó la falta, la puso en el corazón del área y Piqué se aprovechó de un colosal fallo de los madridistas en la cobertura para marcar, completamente solo, el tercero. Otro de los protagonistas de la semana después de subir el famoso tuit con la foto con Neymar y el cacareado «se queda», que volvía a marcar ante el eterno rival como ya lo hizo en el clásico liguero del Camp Nou de la primera vuelta de la pasada temporada.
#8D Este fue el gol de Piqué para poner en ventaja al @FCBarcelona 3-2 en #ElClasicoMiami pic.twitter.com/ZAq2pyuDL8
— 8 Deportivo Videos (@8DVideos) July 30, 2017
El gol de Piqué, el carrusel de cambios en los dos equipos (con minutos para los nuevos fichajes y los canteranos que pudieron disfrutar así de su primera participación en un clásico) y las buenas paradas de Cillesen, que permitieron mantener la ventaja blaugrana, fueron lo más destacado del segundo tiempo. El Barcelona se acabó llevando la primera batalla del curso y regresa reforzado, con la International Champions Cup bajo el brazo, de la gira norteamericana. Tres victorias por la mínima (2-1 ante la Juventus, 1-0 ante el Manchester United y 2-3 ante el Madrid) conforman un bagaje más positivo que el cosechado por los blancos, que perdieron sus tres partidos (por penaltis frente al Manchester United, 4-1 frente al City de Guardiola y 2-3 frente al Barça).
No cundirá el pánico ni la preocupación entre Zidane y sus hombres, pero tendrán faena en los entrenamientos para conjuntar y solidificar a la tropa antes del inminente asalto al primer título oficial de la temporada, la Supercopa de Europa, contra el Manchester United de José Mourinho. Sin tiempo para alharacas, celebraciones y lamentaciones llegará otro doble enfrentamiento contra el Barcelona ya con un título de por medio, la Supercopa de España. Y acto seguido empezará la Liga. Se acabaron los experimentos y las giras comerciales. Será la hora de ver la adaptación al equipo de los fichajes: Theo Hernández, Jesús Vallejo, Marcos Llorente, Dani Ceballos y Borja Mayoral.
Tampoco les conviene a los culés lanzar las campanas al vuelo, la manteca al techo y dormirse en los laureles por llevarse este trofeo amistoso, y eminentemente comercial, llamado International Champions Cup. Está muy bien ganarlo, pero mucho mejor estaría resolver el tremendo pifostio que tienen montado a cuenta del futuro de Neymar. ¿Se va? ¿Se queda? Lo veremos en los próximos días, pero antes de que fuera titular y disputara el clásico, muchos lo veíamos más cerca de París que de Barcelona. Se vaya o se quede, mucho trabajo le queda a Valverde y, sobre todo, a la junta directiva de Bartomeu para confeccionar una plantilla competitiva y ganadora para afrontar con plenas garantías la próxima temporada. No solo de Messi puede vivir un grande como el Barça. Está claro que con Ney o sin Ney, el argentino seguirá siendo el D10S del barcelonismo, pero él no juega solo y necesita un buen acompañamiento alrededor. Las llegadas de Verratti y Coutinho le vendrían de perlas a Leo.
https://youtu.be/6EWH2Uv9Ll4
Si por algo se recordará este clásico veraniego y con claro acento americano, es por la actuación de Marc Athony en el entretiempo, que dirían los latinos. El cantante puertorriqueño cantó en el descanso del clásico, a imagen y semejanza de las actuaciones que se celebran en los descansos de la Superbowl, la fiesta por excelencia del deporte yankee. El fútbol no quiere ser ajeno a esta espectacularización y uno de los cantantes más populares del mundo también tuvo su dosis de protagonismo. En realidad, el Madrid-Barça fue la excusa ideal para que viéramos el concierto de Marc Anthony, que literalmente armó la gozadera en el Hard Rock de Miami. ¿Veremos algo así algún día en el descanso de la final de la Liga de Campeones? Bienvenidos sean estos espectáculos, siempre y cuando no interfieran en la naturaleza y esencia del deporte.