Nadie discutirá, que si en algo son buenos los americanos, es en crear figuras, venderlas al público como el último gran héroe americano, y luego resultar que este, se muestre por debajo del nivel vendido. Esta vez, no ha sido un héroe, sino una heroína la que se ha paseado los últimos meses por los platós de televisión, ha acaparado las portadas de las más prestigiosas revistas, y ha sido la cara visible del tan mediático showtime americano. No hace falta ser el gran adivino para intuir que si realizamos la suma heroína + américa, esta es igual a Ronda Rousey.
Mientras los fans tratan de digerir el brutal KO proporcionado por Holly Holm, a mí, esta sorpresa me resulta muy pareja a la de Mike Tyson con James Buster Douglas en cuanto a repercusión mediática se refiere. Ambos han sido vendidos como los seres indestructibles, y ambos han quedado retratados ante los ojos del mundo como seres mortales que son.
Esta derrota puede tener unos efectos desastrosos en la que se suponía, tenía que ser una gran carrera boxística de la mano de Oscar de la Hoya y su Golden Boy Promotions. Veremos ahora como se toma la pelea la promotora, y con qué ojos be, el bajo nivel ofrecido por Ronda en cuanto a fundamentos boxísticos se refiere. Porque no se engañen, la clave de la pelea, estuvo ahí, en los puños. Veremos cómo se toman el hecho de que Holly penetrase de forma prácticamente consecutiva la guardia de Ronda, con 3 directos atrasados potentísimos, con una nula capacidad de reacción por parte de la estrella mediática americana.
Lógico parece, que la única forma de voltear este desastre, y de paso engrosar los bolsillos de unos cuantos más, es con una revancha. Pero lo cierto, es que al final del dramático combate, el rostro de Rousey, más que buscar venganza, reflejaba más bien vergüenza y decepción consigo misma.
Mientras algunos veían una nueva figura dentro de cualquier disciplina de los deportes de contacto, o un nuevo icono dentro de la cartelera de Hollywood y del deporte femenino, otros, intentan descifrar desde ayer, como una princesa camuflada con alma de guerrera puede llegar a convertirse en tan solo unos minutos, en muñeca de trapo.