El Sevilla sigue sumando de tres en tres en Nervión, y hoy venció por 2-0 a un rival directo como el Athletic gracias a los goles de Gameiro.
Ocho victorias consecutivas del Sevilla en casa. Una casa por la que han pasado y perdido el Barcelona, el Real Madrid, el Valencia, la Juventus o el mismo Athletic Club hoy. No es casualidad que sea uno de los mejores locales este año, el anterior, el otro y cada temporada. Juega a otra cosa, y más este año, donde hay ocasiones de sobra para hablar de desastres, en cada partido que disputa fuera de casa. Hay dos equipos distintos, pero hoy apareció un tercero. Se han enfrentado dos rivales directos, ansiosos por una plaza europea, y al contrario que otros muchos equipos, el Athletic no fue a Nervión de paso, incluso tuvo la intención de llevar la iniciativa. Valverde estudió el partido, pero Emery se lo ganó.
Hoy fue un partido donde si no hubiese jugado Banega hubiese pasado lo mismo, y eso es mucho decir en este Sevilla. Jugó el Athletic a la presión y a buscar la victoria con todo. Fue desde el inicio en búsqueda del gol y no llegó de milagro. Dominio total del balón en los primeros minutos de los vizcaínos, que además tuvieron ocasiones claras por medio de Aduriz y el ex bético Beñat, que estrelló un gran voleo en el larguero. Tras el asedio inicial, Cristóforo y Krychowiak empezaron a emerger sobre el resto para taponar el juego del Athletic. Ahí ganó Emery y el Sevilla. La consolidación de la pareja de medios centros sevillistas es un hecho. Hoy reapareció Carriço tras seis meses de baja y también lo notó el sistema defensivo nervionense. No necesitó el Sevilla a Banega, porque jugó a robar, pasar y correr. El contragolpe de este equipo es peligrosísimo, y el espacio a la espalda de los centrales vascos, un caramelo para el ataque local. Así llegó el primero, gracias a un Gameiro que llevaba una nefasta racha de cara a puerta, pero que se inventó una pared con Vitolo, para poner el 1-0 cruzándole la pelota por bajo a Gorka. Se ponía por delante el Sevilla sin hacer tampoco grandes méritos, pero sabiendo controlar el partido de una forma distinta a otras veces en casa. Llevó el partido a su terreno, anuló la creación, y la lesión de Raúl García ayudó a diluir a un Athletic voluntarioso pero incapaz de crear peligro. La última aparición de Aduriz en área rival se produjo justo antes del descanso, cuando tras una indecisión, se quedo solo algo escorado ante Sergio Rico, y la vaselina se le marchó desviada.
La segunda mitad fue incluso mejor para el Sevilla. El centro del campo se hizo dueño del partido, Vitolo como siempre, ayudaba a sacar la pelota con Banega y los pivotes, y a la vez era el primero en montar las contras con todo el equipo arriba. El Sevilla es experto en llegar con todos los efectivos posibles, y así lanzó los pocos, pero efectivos contraataques durante la segunda mitad. En uno de ellos fue cuando Krychowiak se internó en el área, y en su intento por centrar la pelota, golpeó el césped cayendo el suelo. El colegiado decidió señalar penalti, y los vizcaínos enloquecieron con la decisión. Sea como fuere, Gameiro lanzó, y Gameiro puso el 2-0 definitivo. No es que dejase de intentarlo el Athletic, pero Iñaki Williams y Aduriz fueron meros espectadores del encuentro durante muchas fases. Beñat intentó apoderarse del balón, trató de hacer jugar al equipo, y en los últimos compases a veces lo logró. El Athletic llegó a reclamar un posible penalti de Aduriz, llevó los nervios a la grada en alguna ocasión, pero no concretó nada arriba. Lo poco, lo salvó Sergio Rico, que no para de crecer.
El duelo por Europa se lo llevó el Sevilla, pero ojo a este enfrentamiento, que será el último del año en San Mamés. De momento y a falta de la jornada de mañana, el Sevilla es el que ocupa puesto europeo, y días antes de recibir al Betis en Copa del Rey, con una eliminatoria casi sentenciada, pero ni mucho menos finiquitada.