El pelotón devora con sufrimiento a los 4 grandes fugados del día y en el sprint masivo Cavendish impuso su poderío sin despeinarse apenas ante Boasson Hagen, Sagan y Greipel
Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
Los cuatro grandes pistoleros en llegadas en grupo de esta edición vivieron por fin en la meta marsellesa de la quinta etapa del Tour de Francia 2013 un duelo puro y todos ellos mostraron todas sus cartas y aptitudes. En un sprint limpio cada uno de ellos jugó sus bazas y el resultado fue el esperado: Cavendish (Omega) bien lanzado por un compañero, Greipel (Lotto) no pudiendo soldarse a la rueda dle británico, Sagan (Cannondale) avanzando desde atrás y Boasson Hagen (Sky) buscándose la vida a su aire, a lo Freire en sus tiempos del Rabobank holandés. La ilusión de los fugados, que en muchas fases soñaron con repartirse ellos el botín, fue aplastado por el pelotón y les recordó que aún las fuerzas se mantienen los suficientemente intactas como para seguir provocando sprints tras stprints en las etapas llanas de esta primera semana del Tour y en el que Cavendish, con 24 victorias ya en el Tour, sin la presión o tardanza en que llegase o no la primera victoria, amenaza con seguir suma que te suma.
Esta quinta etapa proponía a los corredores un esfuerzo por encima de los 200 kilómetros y los valientes del día que lograron cazar la fuga buena fueron 6 corredores: dos Europcars de tono exótico en esto del ciclismo como el japonés Arashiro y el francés de color Reza, el belga De Gendt (Vacansoleil), el kazajo Lutsenko (Astaná), el galo Delaplace (Sojasun) y el vasco-francés Sicard (Euskaltel), que llegaron a contar con una máxima ventaja de 14 minutos y que a falta de poco más de 50 kilómetros en un repecho suelto perdería al naranja del Euskaltel y al verdiblanco del Sojasun, víctimas del generoso esfuerzo y de la menos energía en comparación con sus compañeros de fuga.
Según pasaban los kilometros aumentaban las esperanzas de los fugados de culminar la fuga y aunque los equipos de los sprinters como el Lotto de Greipel, el Omega de Cavendish o el Argos de a saber quien (porque cuentan con varios llegadores de nivel medio) cogían el testigo de unos Oricas que tampoco impusieron un ritmo de caza sino de mantener el maillot amarillo, y con poco más de 2 minutos de ventaja a 20 kilómetros y un terreno con muchas bajadas reviradas, hacía complicada la absorción de los fugados por el pelotón, porque 4 corredores se manejaban en ese terreno mejor que el gran grupo. Pero la tiranía del gran grupo se rubricó con la caza de los fugados a 4 kilómetros de meta, siendo el más obstinado el kazajo, el corredor más joven de la carrera, y dando vía libre al primer sprint puro con todos los grandes llegadores del Tour.
Resultó una etapa de transición y de guardar las fuerzas para los favoritos, que a pesar de dos caídas con muchos corerdores implicados y el ultimo a en el kilómetro final pero sin importancia, no vivieron complicación ni variación alguna en la general, que sigue comandad por Gerrans (Orica). En la sexta etapa de mañana jueves 4 de julio esperan a los ciclistas 176,5 kilómetros entre Aix-en-Provence y Montpellier, prácticamente llanos y en el que deberá tenerse en cuenta el viento, que en otras ediciones por esos lares que anda la carrera, sureste de Francia, ya provocó más incertidumbres y nervios que abanicos reales.