Por primera vez en todo el año los Warriors pierden dos encuentro consecutivos. Golden State ya no es Golden State. ¿les suena? porque San Antonio dejó de ser San Antonio contra este equipo de Oklahoma en la ronda anterior, y acabaron fuera de una final de conferencia que se había cantado (aunque no tanto desde estas líneas). Stephen Curry no es Stephen Curry. 19 puntos y 6 de 20 en tiros que han ido tan lejos que Kerr ha tenido que aclarar que no está lesionado:
«Sale de una lesión de rodilla, pero no está lesionado, es sólo que ha tenido una noche malísima, es algo que pasa, incluso a los mejores jugadores del mundo»
La otra cara de la moneda la representan unos Thunder que han saltado todas las apuestas (aunque eran un candidato, hasta hace unos días no se les ha tomado en serio) y ya son el equipo favorito al anillo. Han demostrado fuerza línea por línea y se puede decir incluso que tienen un banquillo capaz de aportar cosas línea por línea y un quinteto completo que juega a gran nivel. Y es que hasta Andre Robertson se marcó 17 puntos 12 rebotes 3 asistencias y 5 robos.
El líder desde la sombra del equipo es un Steven Adams, machacado por los golpes y los problemas físicos, que va a cada guerra sin ofrecer cuartel al rival, lucha, y vuelve a su lugar, sin aspavientos, sin mucha protesta, sin casi cambiar su rictus de otra época. El proyecto de Donovan se ha moldeado en la sombra de una temporada que ha dejado el brillo para otros; ahora ellos son los mejor preparados.
Golden State Warriors 94-118 Oklahoma City Thunder
(1-3)
Vídeo. Boxscore.
Una pelea desigual. Así fue el partido; por un lado el abusón de la clase, y por el otro el empollón enclenque que le había echado demasiado valor. Al final, un quiero y no puedo por parte de los Californianos, y otra masacre de los de Oklahoma. El primer cuarto nos dejó dos pinceladas que definirían el dibujo del partido: la inoperancia de Curry y Green, cada uno por sus motivos; y las ventajas medianamente cómodas de los Thunder. Había cierta expectación creada por la jugada del partido anterior en la que Green golpeó las partes nobles de Adams con meridiana intención; pero sobre el parquet no se vieron signos de una rivalidad antideportiva en ciernes; sin embargo, Draymond quedó mediatizado y posiblemente limitado por la sobre exposición a la que ha quedado expuesto su juego. Stephen Curry por su parte fallaba tiro tras tiro, absolutamente falto de ritmo y velocidad. Klay Thompson tampoco llegaba a tiempo, y en un abrir y cerrar de ojos Westbrook (21 puntos y 9 asistencias al descanso) Durant (18) y nuestro Ibaka (15, 5 rebotes y 2 tapones) habían dejado el partido medio muerto. Y se habría muerto definitivamente en el tercer cuarto si no fuese por una reacción de Klay Thompson magnífica. El fino escolta se echó el equipo a la espalda absolutamente y castigo a todos los Thunder que Billy Donovan le puso por delante durante unos minutos que le dieron a los Warriors un último hálito de esperanza. Thompson llegó al descanso con 4 puntos y al tercer cuarto con 23. Los Warriors habían conseguido colocarse a 4 puntos, pero las sensaciones eran igualmente malas. Westbrook tomó la responsabilidad en ataque y entró en su modo agresivo, yendo a por cada rebote y atacando la defensa en misión suicida. Los Thunder pasarían de mandar en el marcador de manera exigua a dominar de nuevo con totalitarismo. Las ventajas se fueron de nuevo a los más de 20 puntos, y el partido terminó como lo hizo el anterior. Los Thunder han sido inalcanzables en Oklahoma, y ahora tienen media final en el bolsillo.
El dato: Por primera vez en toda la temporada Golden State pierde dos encuentros, fin a un registro que les debía llevar al anillo sí o sí. Draymond Green tiene un -73 en su parcial en cancha; el peor en dos partidos consecutivos desde que se contabiliza en los play offs.
La clave: El nivel de intensidad de los Thunder dobla o triplica la puesta en escena de los Warriors; +16 en rebotes para Oklahoma, que además neutralizó la circulación de balón de Golden State (15 asistencias). Se han metido bajo su piel.
MVP. Russell Westbrook. Mención especial magna cum laude para un Steven Adams que es el capitán moral del equipo. Russ destrozó de nuevo a unos Warriors que han vuelto a ser incapaces de pararle (o a Durant). Se fue esta vez a los 36 puntos, adornando con un triple doble (11 rebotes y 11 asistencias) y apareciendo en todo momento y en todas partes (4 robos, 5 rebotes de ataque…). Se está comiendo a Curry en ambos lados de la cancha, Westbrook es un caníbal y su ambición no conoce mesuras ni límites.