Su medalla de plata en los 100 metros vallas rompe la mala racha del equipo español de atletismo desde los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Orlando Ortega consiguió en Río la primera medalla para España en la prueba olímpica de los 110 metros vallas.
Orlando Ortega, nacionalizado español en julio de 2015, consiguió la medalla de plata en los 110 metros vallas acabando así con una sequía de 12 años del equipo español de atletismo en los Juegos Olímpicos. Cubano de nacimiento, natural del municipio de Artemisa, actualmente entrena con el club Cava de Ontinyent (Valencia). La nacionalidad española le fue otorgada por carta de naturaleza en el último lugar de las concesiones del año pasado y ha permitido defender en Río de Janeiro, por primera vez, los colores del combinado español a uno de los mejores vallistas del mundo, ganador de tres pruebas de la Diamond League en 2015.
Ortega ha podido lucir los colores de España en Río 2016 aprovechándose de que la norma del COI fija un plazo de tres años desde la última competición disputada, que en el caso de este atleta fue el 11 de agosto de 2013. El atletismo en los Juegos arrancó el pasado día 12, por lo que sí ha podido participar en esta cita sobreponiéndose así al plazo que impone la IAAF (tres años desde que el atleta se establece en su nuevo país, lo que Ortega hizo meses después de desertar de Cuba tras el Mundial de Moscú de 2013).
La norma del COI prevaleció sobre la de la IAAF y Orlando Ortega pudo competir con España con la aquiescencia del Comité Olímpico Español. Estaba llamado a ser la gran baza del atletismo español en los Juegos de Río de Janeiro 2016 y no defraudó a las expectativas. Ganó su serie en los cuartos de final sobreponiéndose a una incesante e intensa lluvia, que incluso motivó una suspensión momentánea de la competición. Aún así, Ortega venció con autoridad y se metió en semifinales, donde también ganó su serie para acceder a la gran final.
Se palpaba la medalla, un logro casi sin precedentes en el atletismo español, que solo podía presumir de tener dos finalistas en 1980 y 1984 en la disciplina de los 110 metros vallas. La plata de Ortega en Río termina con esta mala racha y con 12 años de sequía de medallas olímpicas en el atletismo español. La última la había conseguido Joan Lino Martínez, que fue bronce en salto de longitud en los Juegos Olímpicos de Atenas un 26 de agosto de 2004; cierto es que Manolo Martínez ganó su bronce en peso el 5 de diciembre de 2012 por el dopaje del ganador, pero esta prueba se celebró el 18 de agosto, de manera que Lino Martínez era el medallista más reciente.
La carrera no fue fácil. Ortega tuvo que remontar por la calle siete tras una mala salida, pero finalmente se colocó a rebufo del ganador, el jamaicano Omar Mcleod, que marcó un tiempo de 13,05 segundos. El hispano-cubano cubrió el recorrido en 13,17s y se convirtió así en la séptima medalla de la delegación española en los Juegos de Río, la primera de plata. El bronce de esta prueba fue para el francés Dimitri Bascou, con su 13,24s.
«Quiero dedicar esta medalla a mi familia en Cuba, a mi abuela que está en el cielo y a mi padre. Creo que el objetivo está cumplido y que van a venir muchos éxitos más. Solo los que me han rodeado saben lo que he sufrido para llegar hasta aquí. Han sido tres años durísimos. Orlando no tiene límites y espero conseguir más logros para el pueblo español. Creí en esto y me he sentido muy bien físicamente. Tenía mucha presión y mucho miedo en la semifinal, pero en la final salí a divertirme. Fue una carrera fantástica», relató entre lágrimas un emocionado Orlando Ortega después de la carrera.
Sin despegarse de la bandera española, que portaba con orgullo y una indisimulada felicidad, corría por la pista de un lado para otro e incluso se arrodillaba, embargado por la emoción y por una alegría inmensa. Lo había conseguido. A sus 25 años, puede presumir de haber conseguido su primera medalla olímpica en su segunda participación en unos JJOO para acabar así con la sequía española. Un reto cumplido.