AITOR PLAZA (@AitorPlaza1)
Ormaetxea, cuyo busto fue profanado cuando el Athletic jugó de local en Anoeta frente a Osasuna, ejercía su venganza al vencer su Real Sociedad por 2-0. El partido igualado entre ambos equipos se decidía por la efervescencia y el acierto del ataque txuriurdin.
La noche de reyes llegaba con el mejor regalo posible para el fútbol vasco, el derbi. Hacía tiempo que Real Sociedad y Athletic de Bilbao no se enfrentaban en un derbi tan igualados en la tabla clasificatoria y con tan buenas sensaciones. Valverde sacaba a su once de gala en Anoeta con la llamativa novedad de la titularidad de De Marcos en el lateral derecho en lugar de Iraola. Jagoba Arrasate también alineaba a su once más habitual, sin De La Bella, que era baja por lesión.
Comenzaba el partido con el Athletic dominando sobre el césped de Anoeta, los de Txingurri se hacían con el balón durante los primeros minutos y no daban opción a los txuriurdines. Herrera y Muniain conectaban y cuando eso ocurre el conjunto vizcaíno lo agradece. Los rojiblancos dominaban pero sin crear una sensación de gran peligro. La Real poco a poco iba apareciendo en el partido a base de individualidades, sobre todo las de Xabi Prieto y Carlitos Vela, y dejaban detalles de calidad alta gama. El equipo vistante buscaba la elaboración y a la hora de perder la pelota ejercían una fuerte presión sobre los jugadores donostiarras. Los de Jagoba, a través de la velocidad en las bandas y la combinación, trataban de hacer daño a los leones. Alrededor del minuto 20 la Real avisaba, primero con un disparo de la estrella mejicana y segundo con un centro del mismo que a punto estaba Agirretxe de rematar. El Athletic respondía en lo que iba a ser la oportunidad más clara del primer tiempo. Gurpegi, en una jugada a balón parado, acertaba a cabecear, pero el esférico se marchaba rozando el poste. Los bilbaínos seguían mandando pero sin profundizar, se enredaban antes de llegar al área buscando la jugada perfecta. La Real llevaba peligro con su velocidad. Todo parecía encaminado para llegar al descanso con el empate pero en un doble rechace aparecía la magia de Griezmann. El crack francés surgía cuando su equipo lo necesitaba, como lo hacen las grandes estrellas. El 7 txuriurdin cazaba una bolea en la frontal del área que era repelida por Iraizoz, el rechace le llegaba de nuevo al francés que en una acción similar, esta vez sí, batía al meta navarro.
Tras el paso por vestuarios la Real Sociedad salía más metida en su campo, buscando la contra para así sentenciar. El Athletic seguía buscando la creación de peligro mediante la posesión de balón, pero no llegaba a conectar con acierto con Aduriz. Los de Jagoba se encontraban cómodos ante el dominio inerte de los rojiblancos. En un corner Iturraspe a punto estaba de introducir el balón en su portería pero el poste lo evitaba. Los bilbaínos dominaban la pelota pero los guipuzcoanos mandaban en el partido. Se jugaba a lo que quería la Real. El Athletic muy falto de movilidad en las líneas atacantes no conseguía penetrar en la férrea defensa donostiarra. Valverde movía ficha dando entrada a Iraola, incomprensiblemente suplente, en lugar del amonestado Balenziaga. Los leones se mostraban imprecisos en la combinación y los centros laterales no llegaban al área. Los locales jugando con velocidad buscaba el gol. Un gol que a punto estaba de llegar en una acción de Griezmann, en la que ganaba la espalda a la zaga rojiblanca, disparaba al muñeco en el mano a mano con Iraizoz. Ante la desesperación del Athletic, la Real combinaba también por momentos por dentro, con Rubén Pardo como figura. El joven canterano de Rincón de Soto, que jugaba su primer derbi, realizaba una segunda mitad de gran nivel, moviendo a su equipo cuando tenían la pelota con mucho criterio. Ya en el descuento Muniain, junto a Herrera el más activo de los visitantes, hacía intervenir a Bravo con una estirada muy plástica que evitaba el gol. Pero en la jugada siguiente un saque de puerta del chileno al pie del Chori Castro, acababa con Seferovic asistiendo a Pardo para que, con la tranquilidad que solo un joven con estrella tiene, batiera a Iraizoz sentenciando el partido en el último minuto.
La Real se lleva un derbi muy igualado en el que la pólvora txuriurdin ha decidido el partido. El Athletic con mucho balón pero escasa movilidad no lograba plasmar la posesión en goles. Los txuriurdines con la victoria se mantienen quintos pero a tan solo un punto de los rojiblancos que son cuartos con 33.