Empate sin goles para estrenar la temporada entre Rayo Vallecano y Atlético de Madrid en un partido en el que para alguien que no conociera la liga pensaría que el vigente campeón es el cuadro rayista y no el entrenado por Simeone. Mayor frescura y claridad de ideas en el conjunto de Paco Jémez al que solo le faltó el gol para redondear una gran ante un gris Atlético.
Jémez formaba con Cristián Álvarez en portería; Quini, Ze Castro, Abdoulaye y Tito en defensa; Baena y Trashorras en el medio; Aquino y Kakuta por bandas; Bueno enganchando con Jonathan Pereira arriba.
Simeone, desde la grada, en su primer partido de sanción, tras este le restan cuatro, alineaba a Moyá bajo palos; cuatro defensores: Juanfran, Miranda, Godín, Ansaldi; Mario Suárez y Gabi en el medio; Koke y Griezmann conectando con la dupla formada por Raúl Jiménez y Mandzukic.
Pobre primer tiempo del Atlético que renunció totalmente al balón ante un Rayo Vallecano fiel a su estilo tratando de tocar en campo rival, buscando algún resquicio en la defensa colchonera que estuvo muy sólida. Falta de creatividad por parte del Atlético con el balón, algo desaparecido el francés Griezmann en banda derecha. Con dos delanteros y sin un jugador más de toque como puede ser Arda faltaba un hilo conductor que llevara el balón arriba pasando a depender de las bandas que no tuvieron el protagonismo de otros días. A destacar un centro de Ansaldi desde la izquierda que remató Mandzukic en el segundo palo golpeando sin éxito al lateral de la red.
En la segunda parte, lejos de conformarse, el Rayo Vallecano fue a por más, no solo continuó con una presión agobiante y asfixiante que anuló cualquier capacidad de creación en el cuadro de Simeone, sino que además se quitó de encima cualquier complejo y fue a buscar al Atlético al arriba, llegando con peligro y dominando a un Atlético que tuvo que imprimir defensivamente lo mejor de sí mismo para poder evitar la derrota, que por juego de uno y otro, no hubiera sido ninguna sorpresa. Moyá fue el mejor jugador rojiblanco salvando con una gran mano un remate de cabeza de Manucho. Ni Mandzukic, ni Griezmann, ni Koke, ni Raúl Jiménez hicieron un buen partido, en parte lastrados por el cansancio físico, en buena parte también por la superioridad rayista en cada jugada o balón dividido.
Reparto de puntos que casi que no deja contento a nadie, el Rayo mereció y pudo obtener más; y el Atlético pierde dos puntos con los que seguramente contaba. La próxima jornada Rayo y Atlético se enfrentan a dos recién ascendidos: el Rayo al Deportivo en Riazor; y el Atlético al Eibar en el Calderón.