Si hay un lugar donde Marc Márquez quisiera jugarse el campeonato, ese sería Sachsenring. Cuatro victorias consecutivas en el ratonero circuito alemán le avalan. Allí buscará este fin de semana el noveno triunfo, el nueve de nueve. Se dice a sí mismo que no, que lo importante es el campeonato al final de año, pero todos vemos en él un joven Valentino Rossi. Hambre de récords, de reescribir la historia. Y sus rivales, por más que lo intenten, ven con impotencia como el talento de Cervera es casi imbatible. Tanto Pedrosa como Rossi llegan con sus recientes renovaciones hasta 2016 bajo el brazo. Los dos últimos años y medio del -hasta que Márquez quiera- mejor y más carismático piloto de la historia están firmados. Para Dani esta renovación supone un empujón a su carrera, cuando todo el mundo apostaba porque sería relegado a Ducati o a motos satélite y ahí llegaría el fin. Ahora debe responder peleando, con la misma moto, al niño que arrasa allá donde va. Lorenzo, el otro contender, busca encontrar de nuevo la senda de la victoria. Hace mucho que no sube al cajón más alto del podio y solo en Mugello le vimos competir como sabe.
En Moto2 Tito Rabat continúa imparable en su camino hacia el título y Alemania supone un paso importante para sus aspiraciones. Irse con una victoria de vacaciones deja buen sabor de boca y suele golpear la línea de flotación de los rivales. Cortese corre en casa y será un rival duro. La incógnita siempre es saber qué piloto estará arriba. De una carrera a otra en la categoría intermedia cualquier piloto se ve luchando por la victoria o fuera del top ten.
Sin duda la categoría más emocionante está siendo Moto3. Cinco pilotos pueden salir líderes de Sachsenring, y todos ellos se están mostrando muy fuertes en este 2014. Favorito siempre Jack Miller -que negocia con el Marc VDS su salto a Moto2-, se las tendrá tiesas con los dos pilotos del Estrella Galicia, con Fenati y con el peleón Efrén Vázquez. En un circuito tan pequeño escaparse es casi imposible, así que apuesten por una llegada en grupo a la última curva y una entrada en meta de infarto.