AITOR PLAZA (@AitorPlaza1)
Athletic y Valencia logran su primer empate de la temporada en un partido vibrante y de máxima emoción para el aficionado. Los visitantes pusieron más el juego y los locales, en comunión con su grada, la garra que les sirvió para empatar. Banega de penalti y Mikel Rico marcaron los tantos del partido.
Sorprendía Valverde con su once inicial al dejar a Aduriz, su mejor delantero, en la banqueta para dar entrada a un De Marcos enchufado de cara a gol cuando entraba en las segundas partes. Djukic apostaba por un once muy ofensivo con la principal novedad de Paco Alcacer en lugar de Helder Postiga.
Athletic y Valencia saltaban al césped de San Mamés con la intención de ser los dueños del partido. Los locales se hacían más con la pelota, movían el balón pero en posiciones poco productivas, del central al lateral, del lateral al mediocentro y del mediocentro al central. Mientras que el equipo che creaba mayor peligro cuando el balón pasaba por los pies de Banega, Jonas, Pabón y compañía. Los rojiblancos avisaban al Valencia tímidamente con un disparo de De Marcos y un cabezazo del mismo 10 de Laguardia. Pero Alcacer con sus desmarques y Jonas con su mojo, lleva 4 goles en los últimos tres partidos, llevaban el murmullo a las gradas de la nueva catedral. El 7 brasileño hacía estirarse a Iraizoz en una bonita parada con un disparo con la zurda se colaba por la escuadra. Poco a poco los de Djukic iban hilando mejor su juego, en cambio los de Txingurri no encontraban ni a Muniain, ni a Herrera, ni a Beñat. Y en una de las llegadas del Valencia, Laporte cometía un claro penalti sobre Feghouli que Banega ejecutaba con maestría. El 0-1 al descanso hacía justicia con lo visto sobre el terreno de juego, la calidad de la posesión prima sobre la cantidad, y así lo demostraban los valencianos.
A la vuelta de los vestuarios Valverde daba entrada a Aduriz por un desconectado Herrera, al que no se le puede acusar de falta de pelea sino más bien de falta de adaptación a su puesto. Ander es un jugador que necesita de balón y en la mediapunta muchas veces pasan largos tramos de partido sin que huela una pelota. La segunda mitad comenzaba con un Valencia imperial, mareando al Athletic pero poco a poco el dominio se iba repartiendo. El partido se rompía un poco con llegadas de ambos equipos ante las que Iraizoz y Guaita respondían correctamente. Pero el empuje de San Mamés, que pese a faltar parte del estadio sigue siendo el de siempre, llevó a su equipo a encerrar al conjunto che en su área entrando por las bandas y colgando balones al área. En una de esas internadas De Marcos la tocaba en el segundo palo para que Mikel Rico la empujara de cabeza sobre la línea para igualar el encuentro. El ex nazarí se estrenaba con su nuevo equipo y daba una auténtica exhibición de derroche físico en la segunda parte. Tras el empate los rojiblancos seguían empujando e iban a por la victoria y el Valencia lejos de conformarse con el empate también lo intentaban. Las ocasiones se sucedían y la tensión rozaba límites perjudiciales para la salud. Pero el marcador no se iba a mover más.
Partido vibrante en San Mamés, como todos los vividos en el nuevo estadio, que acababa con un justo reparto de puntos. El Valencia puso más el juego y el Athletic el corazón. Los de Djukic fueron mejores hasta el minuto 60 pero a partir de entonces el corazón y la garra bilbaína anuló el juego de los chés. Ahora llega el parón de selecciones que servirá al Valencia para seguir trabajando su progresión y al Athletic para mejorar, y sobre todo ser más regulares.