Suele pasar que quieres aguantar y aguantar, y a la primera que te encuentras un equipo como el Villarreal, que si está en Europa League es por algo, y un delantero como Roberto Soldado, te vas a casa sin un punto, sin motivación, y con mucho miedo para la visita del Madrid.
Por otro lado, ¡que jugador!, el ex del Tottenham ha dejado atrás su mal nivel mostrado en Inglaterra de la mejor manera posible, dos goles y dos asistencias en dos primeros partidos de liga.
Los de Sergio tuvieron dos partes, en la primera fueron superiores incluso en juego, Javi López y Victor Sánchez llevaban la medular mejor que Pina, que echó de menos en fuerza a Bruno, pero que después le valió con la magia de Trigueros. Caicedo con un gol trempanero y un trabajo físico espectacular llevaba loco a los centrales ex-pericos, todo era rosa para el Espanyol que en la segunda parte, el medio del míster transcurrió en sus jugadores que en el minuto 55 ya estaban defendiendo como gacelas delante de un leopardo, parece que solo los que estaban en casa ven documentales y saben que el leopardo siempre gana.
Dos goles de Bakambu, a pase de Soldado, decidieron el choque para los locales en la recta final.
Los cambios amarillos mejoraron, los blanquiazules, a destiempo, acabaron por empeorar al equipo. Esto es el fútbol, unas veces se gana y otras se pierde, pero la cobardía es algo que en el deporte rey no está bien visto, y acaba por destrozar el espectáculo.