Extraordinaria victoria del piloto finlandés en Australia
Notable carrera de Fernando Alonso para terminar en segunda posición
Vettel acaba en el tercer cajón del podio tras sufrir varias complicaciones
Por Alejandro Rozada (@alexrozada)
No podía ser otro. Aunque nadie contaba con él en la primera fiesta de la temporada, él se presentó por sorpresa y saboreó el primer triunfo del Mundial. Kimi Raikkonen fue el invitado inesperado en Australia. No lo habían invitado al sarao de los favoritos, pero el finlandés de hielo no necesita invitaciones para darse un buen trago y brindar el primero. Ya ganó un Mundial contra todo pronóstico en 2007 al volante de un Ferrari y, seis temporadas después, en un sorprendentemente veloz Lotus Renault, se llevó la primera victoria del curso a pesar de su falta de rodaje en la pretemporada. Como si fuera la demostración sobre ruedas de que los viejos rockeros nunca mueren, Iceman realizó un carrerón en toda regla, propio de un campeón del mundo en ciernes. Los reconocimientos al final de la carrera que le dedicaron un bicampeón como Fernando Alonso y un tricampeón como Sebastian Vettel, demuestran a la perfección el mérito de Kimi. Y eso que ellos también cuajaron dos brillantes actuaciones. Raikkonen no lo vio claro en el podio por el baño de champán al que le sometió Vettel, pero sí que lo vio muy claro en una vibrante carrera enredada desde las primeras vueltas.
La trama se comenzó a enredar desde que se subió el telón. Fue ponerse en verde el semáforo y empezar el vuelo rasante de los Ferrari. Massa y Alonso adelantaron a Webber y Hamilton en la pequeña recta de poco más de 200 metros. No tuvieron una buena salida ni el piloto australiano de Red Bull, que pasó del segundo al séptimo puesto en apenas dos vueltas, ni el flamante fichaje de Mercedes, que luchaba por no caer de la quinta plaza. Solo Vettel fue capaz de resistir el vuelo rasante de los monoplazas de la escudería italiana. El alemán desplegó las alas y se mantuvo firme en la primera posición para ir ganando una considerable distancia. Lejos del campeón del mundo, el vigente subcampeón se tuvo que afanar en competir por la segunda plaza con su compañero de equipo. Para una vez que lo invitaron a la fiesta de los nobles, Massa no se quiso marchar. Mantuvo su privilegiada segunda posición ante el desconcierto de su jefe de filas, que ya soñaba con librar el primer duelo de la temporada contra su gran rival usando el DRS cuan espadachín.
Los dos Ferrari acosaban al Red Bull de Vettel, caballo solitario en cabeza de carrera. Massa y Alonso marcaban mejores tiempos que el alemán en una circunstancia inédita durante la pasada temporada, llegando a colocarse a menos de un segundo del líder. Pero un invitado sorpresa se empeñó en unirse a la fiesta. Tras adelantar a Hamilton, Raikkonen se situó inmediatamente después de Alonso y se metió en la lucha por el podio. Tanta igualdad se tenía que resolver en las paradas. Vettel fue el primero en parar concediendo a Massa su minuto de gloria liderando la carrera, bajando hasta la novena plaza lo que le topó de bruces con tráfico en su regreso a la pista. Ferrari se vio obligado a mover ficha. Primero paró Massa y, acto seguido, Alonso entró en boxes porque ya estaba degradando en exceso los neumáticos en su pugna con Raikkonen. Emulando sus duelos de antaño, asturiano y finlandés hicieron a la vez el Pit Stop para poner en escena de paso los neumáticos duros.
Sutil se suma a la fiesta
El paso por boxes le vino muy bien a Vettel para empezar a abrir hueco con Massa. Mientras, Hamilton y Rosberg, que aún no habían parado, lideraban la carrera acompañados de otro invitado sorpresa, Adrian Sutil. Los favoritos contemplaban incrédulos el buen comportamiento del Force India, que se mantuvo en la pista después de la entrada en boxes de los pilotos de Mercedes, llegando a liderar la carrera durante ocho vueltas. Un alemán marcaba el ritmo en Australia, pero ni era campeón del mundo ni pilotaba un Red Bull. Sutil mantenía a raya a su compatriota, beneficiando a su vez a los dos Cavallinos, que galopaban con firmeza detrás de Vettel. Alonso tuvo que volver a boxes para hacer su segunda parada, mientras que el sorprendente líder todavía no había hecho ninguna. Inaudito. Sutil entró al fin en boxes en la vuelta 22 y Massa pasó a liderar fugazmente la prueba. La jugada le salió redonda al ovetense.
Aprovechando las paradas, Alonso adelantó a Sutil y Vettel. Pero el alemán de Red Bull, hastiado de tantos contratiempos y aprovechando sus nuevos neumáticos, le arrancó las pegatinas a su compatriota de Force Inda y se lanzó a la caza y captura del piloto español. Por detrás, haciendo honor a la fama de desguace que acompaña al circuito australiano, Maldonado se despedía de la prueba; bandera amarilla en el primer sector y prohibición del DRS. Por delante también hubo movimientos porque Rosberg se quedó parado por causas mecánicas y se vio obligado a abandonar la carrera. Otra buena noticia para Alonso, que se colocaba tercero y veía aumentada su distancia sobre Vettel. El Red Bull es un avión con gomas nuevas en las primeras vueltas, pero luego pierde comba a cuenta del graining.
Alonso adelantó a Hamilton
Kimi Raikkonen lideraba la carrera aventajando en 13 segundos a los Ferrari, a Vettel y a Sutil. Mientras, Fernando Alonso comenzaba una espectacular persecución sobre Lewis Hamilton. El asturiano terminó adelantando al inglés, que se fue inmediatamente para boxes, con el alemán de Red Bull por detrás. Alonso no acusaba la presión del campeón del mundo y volaba bajo en Albert Park, marcando incluso vueltas rápidas. Raikkonen seguía en cabeza hasta que hizo un Pit Stop que sirvió para que el español se pusiera al mando, una circunstancia puntual porque tenía que parar otra vez. Felipe Massa hizo lo propio y se descolgó de los puestos de cabeza. El vigente subcampeón trató de aumentar la ventaja sobre el finés antes de su parada. Entre medias paró Vettel, que salió justo delante de Massa, quien marcó una vuelta rápida que le acercó al teutón; fue una aproximación pasajera.
Paró Alonso y se colocó tercero por detrás de Raikkonen y del sorprendente Sutil, que se volvió a situar líder. Abandonó Ricciardo, Hamilton volvió a entrar en boxes por lo que se despidió de los puestos de cabeza y todos se preguntaban cuánto tiempo iba a aguantar el de Force India los ataques del finés. Al final, el finlandés volador adelantó al alemán y le causó a su vez un problema al asturiano, que se encontró con el indeseable obstáculo de Sutil en su camino, aunque finalmente se lo quitó de encima. Para entonces, Kimi ya volaba solo y marcaba vueltas rápidas al mismo tiempo que ampliaba su renta. Con Vettel pasándolas canutas por los problemas en sus neumáticos, unas gotas de lluvia hicieron acto de presencia en Albert Park. Falsa alarma. No cambiaron en absoluto el desarrollo de la carrera.
Brillante victoria de Raikkonen
A pesar de encontrarse con varios doblados, Alonso recortó ligeramente la ventaja de Raikkonen. Pero el finlandés supo rentabilizar su renta y no le tembló el pulso ante la persecución del asturiano. Economizó el gran rendimiento y la duración de sus neumáticos duros, además de su estrategia a dos paradas. El asturiano, que también completó una extraordinaria carrera, no pudo alcanzar al finlandés y terminó en un segundo puesto que le sabe a gloria porque ha terminado la primera carrera del curso por delante de Sebastian Vettel, su gran rival en la lucha por el Mundial. El alemán de Red Bull completó el podio tras una carrera en la que sufrió más problemas de los previstos.
El desenlace tras la accidentada sesión de clasificación, partida en dos días por obra y gracia de Charlie Whiting, dejó mucho margen para las sorpresas. Y así fue como un frío finlandés volador se reencontró con el agradable sabor de la victoria. Un triunfo de oro que le sitúa como líder del campeonato, siete puntos por encima de Alonso y diez sobre Vettel. El 24 de marzo en Malasia, Raikkonen espera demostrar que no se trata de algo pasajero y confía en reverdecer viejos laureles. Por algo es todo un campeón del mundo.
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