Alejandro Rozada (@alexrozada)
Hungaroring es un circuito que le trae buenos recuerdos a Fernando Alonso. Allí consiguió su primera victoria en el año 2003, convirtiéndose en el primer piloto español en conseguirlo. El efecto terapéutico de aquel recuerdo le impulsó a rozar el triunfo en esta edición del Gran Premio de Hungría y casi vuelve a saborear aquellas añoradas mieles después de más de un año sin lograrlo (no gana una carrera desde China 2013), pues hay que remontarse hasta la carrera de China de este año para encontrarse con la última vez que Alonso se subió al podio. Hoy estuvo muy cerca de reverdecer viejos laureles. Fue el líder durante gran parte de la prueba (desde la vuelta 24 hasta la 39 y de la 55 a la 68), resistiendo de manera heroica con los neumáticos destrozados hasta que el ímpetu del Red Bull pilotado por Daniel Ricciardo le sobrepasó a dos vueltas del final.
El australiano fue el más listo de la clase porque consiguió sobrepasar primero a Lewis Hamilton, que no era capaz de adelantar al que fuera su compañero en la escudería McLaren, y después a un Alonso que ya bastante había aguantado, y aún así hizo algo más. Resistió las embestidas de Hamilton y Rosberg. Las flechas plateadas de los Mercedes le acecharon, pero finalmente el asturiano consiguió ver la bandera a cuadros en segunda posición por delante de los principales aspirantes al Mundial.
Pocos se imaginaban una carrera tan emocionante a estas alturas de la temporada, pero la humedad puso a prueba los nervios y el talento de los pilotos al volante, confiriendo de un carácter épico a un recorrido presidido por la emoción desde la salida. Todos llevaban intermedios por las duras condiciones meteorológicas por la tormenta de verano que castigó el asfalto de Hungaroring este domingo. Rosberg, que salía desde la pole, mantuvo la posición, le seguía Bottas y la batalla más grande se libraba detrás en un apasionante duelo entre Alonso y Vettel.
El de Ferrari consiguió sobrepasar al vigente campeón del mundo en la primera curva, aunque después el alemán le devolvió la pasada y relegó al asturiano a la tercera posición. La presencia del safety car por el accidente de Ericssson fue aprovechada por Ricciardo para entrar en boxes, colocar los neumáticos de seco aprovechando que la pista ya se estaba secando y auparse hasta la primera posición sacando tajada de la entrada de los demás pilotos para cambiar las gomas. Se fue el coche de seguridad y emergió el talento de Fernando Alonso para pasar de la octava posición a la tercera tras adelantar a Vettel, Rosberg y Vergne. Alonso volaba en pista marcando una vuelta rápida detrás de otra.
Fernando Alonso obtuvo su premio a raíz del accidente de Sergio Pérez y la entrada de Ricciardo en boxes. Se convirtió en el líder de la carrera y transitó en la posición de privilegio hasta prácticamente el final de la carrera. Le perseguían Vettel, Rosberg y Hamilton, que también había conseguido una estupenda remontada, pero Vergne, encumbrado hasta la segunda posición gracias a los accidentes y las paradas, realizó un gran tapón en favor del piloto español hasta que éste tuvo que hacer su parada. Ricciardo volvió a la primera plaza, trompeó Vettel aunque milagrosamente se mantuvo en pista, Hamilton luchaba contra viento y marea por alcanzar a Alonso, que solo tuvo que aguardar al paso por boxes de los demás para recuperar la posición de privilegio. A partir de ahí se desató un espectacular pulso que deparó unas vibrantes últimas vueltas. Alonso aguantó, aguantó y aguantó hasta sacar de quicio al británico para provecho de Ricciardo, que pasó de ser el tercero en discordia al líder de la prueba tras adelantar al de Mercedes y al de Ferrari.
Grandísima carrera del australiano para anotarse su segunda victoria de la temporada tras la que consiguió en Canadá. No menos vibrante resultó la realizada por Alonso, que se volvió a subir a un podio seis carreras después de ser tercero en China. Y el tercer puesto de Hamilton aprieta la clasificación del Mundial porque, con sus 191 puntos, el inglés recorta distancias respecto a su compañero Rosberg, quien tras su cuarta plaza en Hungría, se queda con 202 y reduce a 11 puntos su ventaja.