Rosberg se ha adjudicado el Gran Premio de Mónaco en su segunda victoria de la temporada y recupera el liderato del mundial. El alemán realizó una conducción perfecta en un escenario que requiere precisamente eso, un pilotaje sin fallos, una concentración absoluta y, también, que los Safety Car no te fastidien demasiado. Hamilton cruzó la bandera a cuadros en segunda posición, tras chupar la rueda del otro Mercedes durante toda la carrera, tanto que alguna suciedad se le metió en el ojo y a punto estuvo de ceder su posición a Ricciardo, que firmó un meritorio tercer puesto. Alonso acabó cuarto tras una plácida comparecencia que le mantuvo en esa posición durante las últimas cuarenta vueltas, lejos de los de delante y de los de detrás, y sin ningún tipo de presión.
Raikkonen protagonizó la primera sorpresa en la salida. El piloto finlandés, que partía desde la sexta posición, metió su coche por el exterior de Alonso y y de Ricciardo, ganando dos posiciones y confirmando que Ferrari no renunciaba al podio. Mala suerte después para «Iceman», que ni siquiera acabó tras un calvario de toques, una parada más de la cuenta en el box y una remontada que se quedó varada en La Rascage. Las primeras vueltas de Raikkonen fueron buenísimas. Con el orgullo de verse delante de su compañero de equipo y sin rastros de los problemas estomacales que sufrió por la mañana, Kimi se mantuvo delante de sus perseguidores, más pegado a Vettel, tercero, que a Ricciardo y a Alonso, que se colocaron quinto y sexto respectivamente.
El primer Safety Car no tardó en aparecer. En la primera vuelta, Checo Pérez se estrelló en las vallas y propició que las tres primeras vueltas se realizaran con el coche de seguridad presidiendo la larga cola de monoplazas. Todavía no habían pasado cinco minutos y un coche ya no volvería a salir a escena. En la reanudación se produjo el primer gran sobresalto. Vettel perdió velocidad y fue a ver, con un notable enfado, si sus mecánicos arreglaban el desaguisado. Lo peor no fue que el alemán entrara a escena con una vuelta perdida y sin posibilidades reales de puntuar. Cuando solo llevaba un par de minutos en pista, decidió abandonar y renunciar a cualquier remontada, volviéndose a casa sin ningún botín y con la sensación de que le va a costar mucho coger a Ricciardo.
En el giro 27, otro abandono y otro Safety, esta vez con más repercusión que el anterior. Sutil salió accidentado del túnel y dejó el coche en medio. Sin consecuencias físicas, aunque mucha influencia en la carrera. Los equipos aprovecharon para cambiar ruedas, y fueron entrando uno a uno en el caos del pit-lane. Cuando todo parecía que no se iba a mover, Raikkonen tuvo un encontronazo con un Marussia y repitió la parada. El desenlace fue fatídico para el finlandés, que se colocó decimotercero y dijo adiós a sus esperanzas de podio.
Alonso, mientras tanto, aprovechaba los problemas de sus rivales. Sin fallos, como un martillo pilón que persiste y persiste sin abandonar nunca. El asturiano se puso cuarto, cerca de Ricciardo, pero el ritmo impuesto por el de Red Bull fue demasiado, y terminó distanciándose para completar una segunda parte de carrera en la que rodó absolutamente solo. Ricciardo, sin embargo, intentó aprovechar la mala suerte de Hamilton, que, tras acosar durante todo el recorrido a Rosberg, se encontró con un problema de vista tan molesto como raro que a punto estuvo de costarle el puesto en beneficio del australiano. Por atrás, las alabanzas son para Bianchi y su Marussia. Meritorios dos puntos que llenan de esperanza el devenir del equipo de los bólidos verdes.
Rosberg cruzó la línea de meta en solitario y compartió podio con Hamilton en una ceremonia polémica. El alemán se coloca primero de un campeonato que se jugará, salvo hecatombe inesperada, contra su compañero Hamilton en una lucha que ya empieza a presentar sus primeras polémicas. Ferrari, mientras tanto, se tendrá que conformar con estar cerca de los Red Bull y luchar siempre por la tercera plaza del podio. Tercer puesto que ocupa Alonso, de momento, en la general. Veremos si es lo máximo a lo que puede optar…