Por Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
El portugués bate al sprint a ‘Purito’ Rodriguez tras alcanzarlo en el último kilómetro, mientras Valverde opta por soldarse inutilmente a la rueda de Nibali en un duro e infernal Mundial de ciclismo pasado por agua
Como todo en la vida, el Campeonato del Mundo de Ciclismo de Florencia tendrá múltiples lecturas e interpretaciones. Aunque no proceda, por la controversia absurda que pueda generar, una de esas interpretaciones pudiera ser que, que en una máxima que ya se va repitiendo los últimos años, el murciano Valverde y su egoismo se cargaron todas las opciones de medalla de oro para España, y me explico: Alejandro irrumpió hace muchos años ya en esto del ciclismo como un figura de gran pegada y desde joven el respeto que infundía su clase dió a España muchas medallas, incluso títulos que siempre recaían en hombros de otros, pero desde un tiempo a esta parte, la selección española viene acabando cada campeonato con ‘rajadas’ por la falta de ayuda o apoyo de sus múltiples líderes, siempre con Valverde en medio y enfrentado en no pocas ocasiones a Freire en el pasado. Desconozco lo que dictará el futuro, pero el presente hoy en Florencia fue todo un ejercicio de egoismo del corredor del Movistar, que optó por no gastar ni un gramo de fuerza extra en la caza del portugués Rui Costa en los metros finales del día, dejando ese peso para el italiano Nibali y no valorando ni un ápice toda la estrategia brillante del ‘Purito’, que lanzó todos los ataques para salvaguardar frescas las opciones de Valverde en un sprint final. Pero Rui Costa supo aprovechar la poca lucidez del murciano y llegó a tiempo de ganarle el pulso final al ‘Purito’ Rodríguez para redondear una magnífica temporada que con la victoria en la Vuelta a Suiza, dos etapas del Tour de Francia y este Campeonato del Mundo le llevan a fichar por el Lampre italiano para el año que viene.
El día ameneció en los alrededores de Florencia nublado y lluvioso, que convertía el asfalto en toda una pista de patinaje. Catalogado como un circuito duro con dos cuestas tendidas que tras infinidad de pasos vaciaría las fuerzas de los ciclistas, el interminable relleno de kilómetros de la basura fueron sucendiéndose con cico protagonistas fugados, el venezolano Godoy, el austríaco Peidler, el holandés Kelderman y los dos Netapp que más lejos llegarían, el polaco Huzarski y el checo Barta, que nunca se despegaron en demasía de un pelotón comandado por unos italianos que a ratos recibían la ayuda de los colombianos, mientras belgas, suizos y alemanes optaban por reagruparse pero sin mover un dedo. Las inclemencias climatológicas iban eliminando poco a poco a favoritos de la talla de los ingleses Cavendish y Wiggins, el americano Horner o el asturiano Samuel Sánchez, víctima de una caída, mientras el resto de España no se metía en fugas pero llegaba con muchos efectivos a la parte decisiva, pero sin Contador, que hizo muchos kilómetros pero no llegó fresco al final. A 4 giros del final, Francia con Gautier e Italia con Visconti movían ficha por delante, pero a 3 vueltas para el final en un descenso callejero, la deslizante pintura mandaba al suelo al favorito de los locales, aunque Nibali se reincorporaba pronto al grupo, magullado y el culotte roto, con la ayuda de los coches y a pesar del empeño de Bélgica por evitarlo. Los fugados eran absorbidos a vuelta y media del final, cuando las tácticas de cada selección bloqueaban la carrera: nadie atacaba, los kilómetros pasaban, Colombia y Dinamarca tiraban del grupo y el esloveno Sagan empezaba a relamarse los dedos, pero lo mismo que el belga Gilbert o el suizo Cancellara, sería uno de los favoritos que no brillaron al final como se les presuponía.
La vuelta final de 16 kilómetros contaba con dos cuestas, el Firesole más largo primero y la Vía Salatta con 600 metros después que fundían las fuerzas de los ciclistas. El primer movimiento serio vendría, a poco menos de 15 kilómetros del final, d ela mano del ciclista que más se mereció ser hoy Campeón del Mundo de ciclismo en ruta: ‘Purito’ Rodríguez salía al demarraje del italiano Scarponi y con la necesidad de evitar un sprint por parte de los italianos, su tiburón Nibali comenzó a demostrar que era el hombre más fuerte del día y coronó la cima junto al ‘Purito‘, con el colombiano Urán, el portugués Rui Costa y el murciano Valverde a 5 segundos, que serían limados por estos tres ciclistas en un descenso en el que el colombiano no trazaba bien una curva y se despedía de sus opciones de medalla dejando la guerra entre dos españoles, un italiano y un portugués; con la superioridad númerica por aliada, España (o más bien el ciclista con más corazón puro) tanteó los nervios de Nibali y Rui Costa lanzando por delante al ‘Purito’, que atcaba y atacaba sin descanso cada vez que Nibali le daba caza; la estrategia era perfecta porque se desgastaba al italiano, a pesar de que al portugués se le llevase en carroza, y la bala era doble, con el catalán escapado y el murciano sabiéndose el más fuerte al sprint. El par de kilómetros finales presentaba a un ‘Purito’ Rodríguez rodando con 50 metros de adelanto, hasta que las fuerzas de Nibali se agotaron y Rui Costa optó en un doble curveo por arrancar en pos de ‘Purito’ y se encontró con el regalo de Valverde de no hacer su labor de contención. A 500 metros de meta, con más de 15 segundos de ventaja sobre Valverde y Nibali, el ‘Purito’ se vio cazado por Rui Costa y aunque lo frenó y le ratoneó en los metros finales, no pudo evitar ser superado en un enconado sprint por el portugués, que llegó mucho más fresco al tramo final. Nada que reporchar a la sangre fría de Rui Costa, que sacó la mejor tajada posible a la necesidad de Italia por correr en casa y al ensimismamiento de un componente del conjunto español. Al final, en Flortencia, Portugal humilló a España, hizo llorar a Italia, y dejó a Suiza o Bélgica con un palmo de narices con tan solo una carta. Buen Campeón del Mundo de ciclismo pero las lágrimas del podium del ‘Purito’ no hacen más que reflejar que el ganador más meritorio HOY hubiese sido el catalán.
El Campeonato del Mundo de ciclismo 2013 en Florencia al detalle.