Tenía que ser Lorenzo y no otro, quien tensara la cuerda y obligara a Márquez a poner todas las cartas sobre la mesa y exprimir su talento y el potencial de su Honda. Espoleado y doblemente peligroso, Lorenzo nunca da el brazo a torcer y, sabedor como es de que el Mundial este año se ha escapado, buscaba la cuarta victoria consecutiva en el trazado italiano, de paso rompiendo la racha victoriosa de Márquez.
La salida y la llegada a la primera curva, sin incidentes, propició el liderato provisional de Iannone. Detrás, Lorenzo y Márquez seguían su estela mientras Rossi comenzaba una remontada fulgurante que le llevaría a la cuarta plaza. No tardó Lorenzo en deshacerse de Andrea y dejarle un regalo envenenado a Márquez, al que le costó más de lo esperado librarse del italiano. Lo mismo le sucedió a Rossi, quien cuando pudo superar al de Pramac Racing ya tenía al dúo de cabeza a un segundo de distancia. Con la igualdad presente en los tiempos que corren, casi es imposible remontar esa diferencia. El tercer puesto de Valentino en su Gran Premio #300 certifica que la leyenda de Urbino ha subido al podio en una de cada dos carreras en su periplo mundialista -eso contando con los dos tristes años en Ducati-.
Delante, Márquez cazaba a Lorenzo y doctorizaba al mallorquín, a su rueda, esperando y buscando el mejor sitio para rebasarle. Ocurre con Jorge que no se achanta facilmente, y si Marc le adelantaba, él se la devolvía. Las últimas cinco vueltas fueron de infarto. Dos españoles, campeones, uno en Honda y otro en Yamaha, codo con codo, luchando en cada giro y en cada curva. Un espectáculo.
Comenzada la última vuelta Márquez superó a Lorenzo y pegó un estirón de tres décimas que impidió al de Yamaha tan siquiera intentar meterle la moto. Una vez más, y ya van seis, Márquez subía a lo más alto del podio. El heredero, en el circuito Rossi.
Cuarto finalizó Pedrosa, quien pierde la segunda posición en la clasificación del campeonato en favor de Rossi. Un sensacional Pol Espargaró terminó quinto, por delante de los dos pilotos italianos de Ducati, Dovizioso sobre la oficial y Iannone sobre la Pramac satélite.
En dos semanas el campeonato llegará a Montmeló, donde se espera otro vibrante duelo entre Márquez, Lorenzo y Rossi.