La autoridad con la que el alicantino y el madrileño solventaron sus duelos de cuartos en Wimbledon, pese a la poca relevancia de sus rivales, les otorga la vitola de una larga andadura en hierba
Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
En una intensa y extensa jornada de octavos de final en Wimbledon 2013, dos de los mejores tenistas españoles tras Nadal (5º) desafiaron a la historia y a la tendencia de que los arquetípicos tenistas hispanos duchos en tierra batida se resbalaban en la hierba para ganarse a pulso el derecho a soñar con alcanzar grandes cotas en el tercer Grand Slam del año. Ok, ni el croata Dodig (54º) ni el francés De Schepper (82º) pueden considerarse grandes dominadores del pasto ni poseen el aura de tenistas con magia, pero allí se encontraban, al otro lado de la red tras una semana en la que el tenis les había reglado unos octavos de final alucinantes. Pero lo que ese mismo tenis les otorgó a Ferrer (4º) y a Verdasco (58º) fue mucho más, la claridad no dejarse obnubilar por ser el favorito y plasmar esa categoría en la pista. A ‘Ferru’ se le escaparía el primer set en el tie-break, una norma en esta edición la de sacar sus partidos en 4 sets, pero después acogotó a su rival, tanto como el triple 6-4 con el que un Verdasco (58º) de vuelta a su mejor versión liquidó a un De Schepper (82º) novato en estas instancias.
Los dos españoles fueron de los primeros en ganarse su pase a la antepenúltima ronda del torneo inglés, y más adelante fueron dos de los gallitos, el escocés Murray (2º) y el argentino Del Potro (8º) los que sí que demostraron sus categoría con un tenis de quilates ante el ruso Youznhy (28º) y el italiano Seppi (26º). Fueron victorias sin paliativos para Andy y Juan Martín en una demostración de su clase innata, esa en la que con lo poco y lo justo se minimiza al rival hasta dejarle sin opciones a nada. Más o menos lo mismo hizo el serbio Djokovic (1º) con el alemán Haas (13º) también en tres sets a última hora de la tarde en el turno final de la central, aunque ‘Nole’ hubo de sudar algo más en varios momentos de dudas en el segundo y tercer set hasta que recordó que es el número uno y destrozó el tenis del ‘carroza’ del circuito, un Tommy Haas (13º) que en cada gran torneo demuestra el por qué de su ranking tras años de ostracismo.
A media tarde se jugaron dos de los duelos de octavos con jugadores quizás con el ranking más bajo o tenistas de un perfil inesperado en este torneo, pero fueron dos choques a 5 sets solventados en un 6-4 en el quinto set, o lo que es lo mismo, máxima igualdad sobre el tepe verde. Los agraciados fueron dos polacos, quien lo diría hace apenas unos años: primero Janowicz (22º), que le costó horrores medio-jubilar a otro veterano como el austríaco Melzer (36º), y después Kubot (126º), que llegó a tiempo de remontarle el duelo al francés Mannarino (111º), redondearon una jornada histórica para su país y reivindicarán en la siguiente ronda la fuerza de los inesperados, pero la providencia tuvo el mal gusto de cruzarlos y obligarles a eliminarse entre ellos.
No obstante, el duelo más vibrante se vivió a última hora de la noche en la Pista 1, donde casi con las últimas luces de este lunes el checo Berdych (6º) demostró sus galones ante ese australiano que responde al nombre de Bernard Tomic (64º) en un partido a 4 ajustadísimos sets, con dos tie-breaks iniciales para cada jugador pero en el que al ‘aussie’ le es exigible algo más y que no se acostumbre a realizar enormes partidos solo en pasto; clase tiene para mucho más y el porqué en las dos últimas temporadas no refrendó en pista dura todo lo magnífico demostrado en hierba que no sea otro de los misterios de este universo.
Las rondas van avanzando y los choques estrellas van llegando. Faltan varios gallitos y tenistas de renombres, pero para el próximo miércoles 3 de julio están programados unos duelos con rango de altura elevada o de mega-elite en los Djokovic (1º) – Berdych (6º) y Ferrer (4º) – Del Potro(8º) en la parte superior del cuadro, mientras que la otra parte enseña unos choques más de andar por casa en los Janowicz (22º) – Kubot (126º) y Murray (2º) -Verdasco (58º). Ciertamente son dos emparejamientos que exigirán a David y Fernando lo mejor de sí pero aún les quedan las mejores cartas por jugar.