Último partido del año para Betis y Eibar que se saldó con un empate que quizás deja descontento a las dos partes, al Betis por su afán de ganar en casa los máximos partidos posibles y al Eibar por lo acontecido en el partido ya que realmente pudieron llevarse los tres puntos del feudo verdiblanco.
El Real Betis tenía las bajas de Guardado y Junior Filipo y sacó un “once” con: Pau López; Francis, Mandi, Bartra, Sidnei, Tello; William, Canales, Lo Celso; Joaquín y Sanabria. Habituales son las rotaciones realizadas por Setién y hoy no iba a ser menos.
En la Sociedad Deportiva Eibar era este el “once”: Riesgo; Peña, Ramis, Arbilla, Cote; Escalante, Joan Jordán, Orellana, Cucurella; Sergi Enrich y Kike García. Orellana fue el más destacado de los armeros creando la mayoría del peligro para ellos.
Nos encontramos con una primera parte un poco atípica en el Benito Villamarín por el desarrollo de los acontecimientos ya que vimos a un Betis nada fino en la salida de balón y al que le costaba mucho desplegar su juego de toque por la intensidad de la presión de un Eibar que estuvo incansable los primeros cuarenta y cinco minutos provocando que el peligro estuviese en todo momento en el área de Pau López que sacó una gran parada a una llegada por la parte derecha de Orellana. En el minuto catorce Sidnei tras una pugna por el balón se lesiona de su hombro izquierdo y tuvo que ser sustituido por Zou Feddal. En este contexto de partido, era el minuto veinte cuando el Real Betis siempre fiel a su filosofía de sacar la pelota jugada pese a que las cosas no vayan bien, hilaron una gran jugada en la que William Carvalho abrió a la parte derecha a Giovani Lo Celso que con una conducción diagonal y un posterior centro al segundo palo habilitó a Cristian Tello que tras un gran control asistió con el pase de la muerte a Sanabria que tan solo tuvo que empujar el balón al fondo de la red. Pese a esta gran jugada y gran gol cosechado por los de Setién, los armeros no se rindieron y siguieron con su plan durante la primera parte logrando una mejor primera mitad que los sevillanos. Así es el fútbol, el Real Betis al que normalmente le hacen falta infinidad de ocasiones para hacer gol, en este caso una discreta primera y tan sólo una ocasión le hicieron falta para marcar el primer gol, esto es lo bonito del fútbol.
La segunda parte fue muy parecida a la primera, el Betis pudo trazar algunos contraataques pero el Eibar siguió percutiendo con su presión e intensidad teniendo ocasiones clarísimas que tanto Kike García frente a Pau como Sergi Enrich a puerta vacía mandaron fuera de la meta de Pau López. Fue en un córner en el minuto setenta donde el Eibar logró su ocasión más clara y esta fue el penalti por agarrón de Zou Feddal a Ramis que Orellana se encargó de transformar con suspense tras pasarle a Pau López por debajo de su cuerpo. Los hinchas béticos se hartaron del juego de su equipo y se escucharon algunos silbidos en la parte final del partido. Finalmente se firmaron las tablas aunque en el tramo final los nervios pudieron causarle un desastre peor a los béticos.
El Real Betis termina el año en zona de UEFA Europa League como sexto clasificado con 26 puntos en una posición más que digna. Por su parte el Eibar se mantiene en la zona cómoda de la tabla como undécimo clasificado con 21 puntos.