Un duelo duro. Un choque de trenes donde solo el más fuerte sobreviviría. Así se presentaba en Atlético de Madrid- Eibar en un encuentro que ninguno quería dejar escapar. El Cholo sacó una defensa de circunstancias donde Saúl era el jefe de la zaga acompañando a Giménez y con Lucas y Gámez en los laterales. El Eibar, con la baja de Borja Bastón por la ‘clausula del miedo’, Jota Peleteiro, Keko y Sergi Enrich eran el peligro. Aún sin ser un partido memorable, pasará a la historia.
La primera parte fue un cúmulo de lucha, intensidad, disputa. Las llegadas brillaban por su ausencia. Era el juego donde los colchoneros y los armeros se sentían cómodos. Nadie brillaba y solo la magia de Carrasco levantaba al público de sus asientos de vez en cuando. Era un partido sin fallos, donde todos suponían que el primer error te llevaría a la tumba, y con él se irían los tres puntos.
En la segunda mitad, el error llegó tras un saque de banda sin aparente peligro en el área atlética. Saúl controló mal un balón y vio como Sergi Enrich se aprovechaba para asistir a Keko y que este hiciera el primero. El jugador más joven de la historia colchonera en debutar rompió las tablas en el luminoso con un tanto que no celebró. Pero poco dura la alegría en el Calderón si te despistas. Un error de Riesgo en la salida de un córner permitió a Giménez empatar de nuevo. Y otra vez de cabeza, Saúl se redimió de su error para darle la vuelta a un partido que parecía propicio para perderse. Con los goles, llegaron los cambios. ¡Y qué cambios! Oliver entró para ponerle la pausa, el descaro, la imaginación. Se giraba y veía pases y movimientos donde otros terrestres solo ven espacios ocupados. Tras el deleite del canterano, Vietto se fue por la banda izquierda en el descuento y puso un balón medido entre la defensa y el portero para que otro canterano, con Torres también como apellido, la empujase dentro. Fernando Torres hizo historia al lograr el gol 100 en su carrera con la camiseta rojiblanca.
En un partido sin grandes dosis de claidad, los Torres, los canteranos, le pusieron la salsa a un encuentro que pasara a la historia. El Eibar pierde 3 puntos, pero se va con la cabeza bien alta, pues aún sin su delantero gol, puso en aprietos al conjunto local.