La última vez que los Warriors jugaron una final de la NBA Rick Barry, padre de tres ex jugadores profesionales retirados, era su líder. Dos generaciones después, dos hijos de ex jugadores de esa segunda generación. han vuelto a llevar a los Warriors a las puertas de un título. Golden State es mucho más que los Splash Brothers, es un equipo redondo, sólido, con muchas armas en ataque y en defensa, un equipo que tira de su jugador número 10 en la rotación y te pone en problemas. Los Rockets han sido un rival más que digno, de gran nivel, y aún así han caído apenas arrancando un partido. Con las bajas de Speights o Lee, y los problemas físicos de Bogut como única sombra, los Golden State Warriors llegan a esta final como abrumadores favoritos. Veremos si Steve Kerr logra transmitir toda la sabiduría que acumuló en Bulls y Spurs a una plantilla joven a la que le llega su primer momento de gloria.
Los Rockets por su parte han sobrevivido a la pérdida de dos titulares (Motiejunas y Beverley han sido muy importantes en este equipo) y no han tenido ayuda de dos jugadores que aportarán muchas cosas en la NBA como Papannikolau o McDanields, por diferentes razones. Han sobrevivido a un 3-1, prueba de dureza mental máxima, para acabar remontando ante los Clippers. Y han sabido sobreponerse al 3-0 para al menos arrancar una victoria y poner a los Warriors en apuros en el quinto partido. Se van con la sensación de que con un poco más, son equipo de anillo.
Houston Rockets 90-104 Golden State Warriors.
(1-4)
Vídeo. Boxscore.
Quinta entrega de la serie por el título de campeón de la conferencia Oeste. Arrancó el partido con los Rockets enchufados, de salida un 8-2 que hacía recordar la divergencia emocional de la serie anterior entre Rockets y Clippers. Cuando las cosas van mal en los Warriors siempre aparece Harrison Barnes, primero había anotado un fade away en el poste, y después culminaría la remontada que estaba liderando Curry con un gran mate al contraataque. Los Rockets volverían a irse en el marcador, y los Warriors a acercarse. El primer cuarto terminaba con tanteo bajo y 22 a 17 para los Rockets.
El segundo cuarto no comenzaba con un acierto brutal tampoco, pero dos canastas con copyright de Klay Thompson colocaban a los Warriors 24 a 22, por delante por primera vez. Los Splash brothers llevaban 15 de los primeros 25 puntos del equipo….Harrison Barnes 8 de los 10 restantes. Josh Smith apagaba el fuego con dos triples, pero en 6 minutos Klay Thompson llevaba 13 puntos.
Curry encontraba el ritmo con una asistencia a Barnes que acabó e triple y un triple suyo completamente presionado que ponía el 36 a 44 en el marcador. A 2:50 para el final de la primera parte los Rockets tenían el primer problema serio. La reacción de los Rockets igualaría las fuerzas, aunque no el marcador. La segunda parte terminaba 46 a 52, con los Warriors anotando más de el doble que en el primer cuarto.
Una puerta atrás preciosa, terminada en aro pasado, y un triple «catch-and-shoot» supersónico colocaban el 46 a 57, primera ventaja de más de 10 para los Warriors. Al final los árbitros corregirían ese triple (dieron canasta de 2), y los Rockets reaccionarían gracias al triple consecutivo de Terry, y a un dos más uno de Ariza. Warriors llevaba la delantera, los Rockets mantenían sus opciones, y la defensa sólo permitía canastas de alta dificultad. Final del tercer cuarto, mandan los Warriors 68 a 74.
Una canasta de Barnes a 9 del final devolvía los 10 de diferencia (70-80) al marcador, un triple anularía la respuesta de Brewer (72-83) y una penetración asestaba un golpe muy duro a la moral de los Rockets (72-85). Harrison Barnes se alzaba como el protagonista del encuentro. Los Rockets nunca han estado tan contra las cuerdas en toda la temporada. Y aún quedaba el destello final en forma de mate de Barnes para poner el 72 a 87.
Brewer era el único jugador que estaba anotando para los Rockets, esta vez huérfanos del liderazgo de Harden, pero lo cierto es que lo hacía con consistencia. Una asistencias suya a Howard puso el 80-89. A más de 4 minutos para el final, los Rockets siguen vivos.
Sin embargo sería la segunda unidad de los Warriors la que diría la última palabra. Un triple de Green, otro mate de Barnes, y uno más de un presente Festus Ezeli, llevaban al 90 a 104 final. Harden y Curry, como es habitual, se abrazaban, se felicitaban deportivamente, y nos daban una de las fotos de la serie.

Curry y Harden, rivales durante todo el año por el MVP han librado una batalla a muerte en esta final de conferencia. Harden felicita con deportividad a su compañero en la selección USA.
El dato: Bogut se fue pronto al banco con problemas de faltas, llevaba la bestialidad de 14 rebotes en 19 minutos, sin embargo, pese a que Howard (18 y 16 rebotes y 4 tapones) no jugó mal, su substituto, Festus Ezeli, se ganó un momento de gloria con sus 12 puntos y 9 rebotes en 28 minutos. Ezeli no es una pieza clave en estos Warriors, pero tiene mucho más baloncesto dentro de lo que puede parecer, y sabe aportarlo cuando el equipo se lo pide. Harden jugó 43 minutos, apenas lanzó 11 veces a canasta, y sólo anotó 2. Su capacidad para forzar faltas le permitió alcanzar los 14 puntos, además de 6 rebotes, 5 asistencias y 3 robos….pero su verdadera aportación al resultado final, serían las 13 pérdidas de balón.
La clave: La defensa de Golden State dejó a los Rockets en un 35,1% en tiros de campo, 5 de 24 en triples, ganó el rebote 59 a 39 y forzó 20 pérdidas de balón. Al final, pese a no estar especialmente acertados en el tiro, impusieron su juego en ambos lados de la cancha, para acabar venciendo la resistencia del equipo más resistente de los que va de temporada.
MVP. Harrison Barnes. 10 de 20 en tiros, para 24 puntos y 7 rebotes. El alero, que a veces tiene que jugar de ala-pívot por necesidades del guión (los Warriors están jugando sin Marreese Speights ni David Lee, y con Bogut tocado); es un chico para todo, normalmente sacrificado en defensa y a la espera de una oportunidad que no siempre tiene que llegar. No protesta, no levanta la voz, no genera controversia, y hace su trabajo día a día. En esta serie será recordada esta actuación en el partido definitivo. Fue el apoyo de Thompson en una noche en la que Curry hizo 7 de 21 en tiros.