Por Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
El serbio persigue en el cemento estadounidense de Ohio ser el primer tenista de la ATP en ganar todos los Masters 1.000, con la vuelta a las pistas de Federer y el próximo US Open en la retina de todos los tenistas
El verano estadounidense sigue su curso para los tenistas y Cincinnati será la siguiente parada. La semana pasada en Canadá ya volvieron casi todos los tenistas al ruedo y la inactividad ya no puede ser excusa. Estando el cuarto Grand Slam del año, el US Open, a la vuelta de la esquina, en apenas dos semanas, las raquetas y las sensaciones postivas ya deben ir engrasándose. Principalmente, dos son los reclamos que presenta este Masters 1.000 de Cincinnati: por un lado, el suizo Federer (5º) volverá a competir tras causar baja hace unos días en Montreal tras un pésimo mes de julio donde competir en tierra no le ayudó a afinar su tenis sino a enquitsralo más aún en los deplorables resultados que lleva cosechando los últimos meses y que inauditámente le tiene en su ranking más bajo desde que se encaramara a la elite, y una vez más el pasado vuelve a ser el arma esgrimida por Roger,quíntuple campeón del torneo y defensor del mismo, el helvético querrá estrenar sus 32 años campeonando y nunca hay que descartar su presencia en la final del domingo.
Pero el atractivo principal en el estado sureño de los grandes caminones de mercancías será comprobar si el serbio Djokovic (1º) se convierte o no en el primer tenista de la ATP en completar la Career Golden Masters o lo que es lo mismo, haber conquistado los 10 Masters 1.000 en liza, los 9 reglamentarios más el título de Maestros de fin de año. Al inicio de este 2013 solo le faltaban el de Montecarlo (con el indómito Nadal en tierra era una quimera lograrlo) y este de Cincinnati, con lo que el balcánico, amante de este tipo de retos, tiene el torneo entre ceja y ceja. ¡Pues como le salga como con los objetivos del 2012 lo lleva claro, ya que tras un 2011 fantastico, se fijó en Roland Garros y las Olimpiadas para dar un lustre variado a su palmarés, dándose de bruces doblemente! No obstante, viendo sus prestaciones recientemente en tierras canadienses, donde únicamente un fascinante Nadal (3º) pudo batirle (y en el tie-break del tercer set), no sería descabellado verlo campeonar y hasta volver a bailotear en la pista con los recogepelotas y mascotas tras cada partido vicorioso.
Al gran tenista del momento, a Nadal (3º), también le falta este torneo en sus vitrinas (como los de Miami, Shanghai, París-Bercy o el de Maestros), pero los records que persigue el manacorí son de otra índole: con su vigesimoquinto Masters 1.000 ya en el zurrón, esta semana Rafa tendrá que ir combinando la dosificación de sus maltrechas rodillas con las ganas de ir dando rienda suelta a su excelente momento de tenis. Por último, el cuarto grande del circuito, el escocés Murray (2º), bicampeón del torneo y gran conocedor de como explotar los momentos de forma en la gira estadounidense de pista rápida (en donde se dio a conocer mundialmente hace 5 años) parte con el mosqueo contenido de su entrenador por no haber dado el do de pecho en Montreal más que en el dobles. Como siempre, el argentino Del Potro (7º), el checo Berdych (6º) y el alicantino Ferrer (4º) se plantan como las alternativas más sólidas a los grandes favoritos, una vez que el galo Tsonga (8º) también causará baja esta semana debido a sus dolencias en la rodilla izquierda.
El sorteo del cuadro, público desde el pasado sábado a la mañana y con el torneo en marcha con algunos choques desde ayer domingo a la tarde, presenta un panorama a priori un caminar sencillo para Djokovic (1º), que de golpe y porrazo ha esquivado hasta la final al resto de componentes del ‘Big Four’, quienes se emparejan por una parte mucho más dura. El serbio arrancará en segunda ronda (magnífico el proceder en los Masters 1.000 de eximir a los grandes de la primera ronda para dar descanso a los habituales de estar semana y tras semana en las rondas finales de los torneos) contra el vencedor del Monaco (32º) – Melzer (33º ) y por su lado del cuadro puede cruzarse con gente tan peligrosa como el canadiense Raonic (10º), el español Ferrer (4º) o el argentino Del Potro (7º). El segundo del ranking mundial, el escocés Murray (2º) debutaría contra el ganador del Gulbis (34º) -Youzhny (25º), para después poder batirse contra el suizo Wawrinka (9º), el checo Berdych (6º) o esa dupla de clásicos Nadal (3º) y Federer (5º), quienes pueden cruzarse en cuartos de final, del mismo modo que en marzo pasado en Indian Wells, cuando Rafa machacó a Roger. El helvético arrancará ante el vencedor del Kohlschreiber (26º) – Fish (129º), mientras que el mallorquín parece tenerlo más fácil, ya que partirá contra el Andújar (51º) – Becker (100º), para acto seguido poder toparse con gente como Dimitrov (29º), Haas (13º) o Murray (2º) finalmente en semifinales.
En total, serán 7 los integrantes de la ‘Armada’ que jueguen esta semana, los mismos que en Canadá más el veterano Robredo (23º), destacando la ausencia de un Verdasco (31º) inmerso en el descanso. No parece la superficie más apropiada para que gente como Feliciano López (27º), Pablo Andújar (51º), Marcel Granollers (46º), Tommy Robredo (23º) o Nicolás Almagro (15º) brillen en demasía, quedando todo el peso en Ferrer (4º) y Nadal (3º), más habituados a los grandes focos. Y como el tenis no entiende de fronteras, entre los partidos más apetitosos de la primera ronda en Cincinnati destacan los Pospisil (40º) – Simon (17º), Tipsarevic (20º) – Querrey (28º), Mayer (47º) – Isner (22º), Harrison (102º) – Dolgopolov (37º), Nishikori (12º) – Feliciano López (27º), Anderson (19º) – Haas (13º), Robredo (23º) – Bellucci (112º) o Seppi (21º) – Wawrinka (9º), a la espera de cruces más avanzados donde los grandes nombres se maten tenísticamente unos a otros sobre la pista. En la capital de Ohio siguen siendo 6 horas menos que por estos lares y los partidos comenzarán sobre las 17 horas de cada tarde, con la cobertura televisiva de Teledeporte, que bien harían en repetir el planteamiento de la semana pasada en el torneo de Montreal, si las pruebas relevantes de los Mundiales de Atletismo de Moscú lo permiten.
Gracias al ‘The day John Henry died’ (2004) de Drive by Truckers.