AITOR PLAZA (@AitorPlaza1)
El Real Madrid no pasa del empate ante un Osasuna superior durante la mayor parte del partido. Oriol Riera con un doblete ponía de cara el encuentro para los rojillos pero Isco, al filo del descanso, y Pepe, a 10 minutos del final, remontaban y empataban.
Tras la jornada copera del fin de semana anterior volvía la liga al Sadar y lo hacía con un partido de los que gustan en la capital Navarra. Los rojillos siempre afrontan con ganas y ambición el partido contra los merengues, y les hace sudar de lo lindo a estos para llevarse algún punto del Sadar. Se enfrentaban el equipo más goleador de la liga, el Real Madrid con 44 goles, ante el menos goleador, Osasuna con 11 goles, y uno de los más goleados, el 4º empatado con el Valladolid.
Osasuna salía con su once habitual en liga, pero presentaba bajas importantes en el banquillo como las de Puñal por sanción y De Las Cuevas por lesión. El Real Madrid repetía el equipo inicial que mejores resultados le está dando tanto en juego como en resultados. Los rojillos planteaban un partido muy correcto tácticamente, siempre pendientes los jugadores de su posicionamiento sobre el campo. Los madridistas eran los dueños de la pelota pero la seriedad rojilla hacía difícil el penetrar en el área de Andrés. En el minuto 10 avisaba Cristiano Ronaldo que, tras un buen contraataque conducido por Modric, se plantaba solo frente al portero murciano pero no atinaba a la hora de definir. Daba el susto Osasuna en una jugada a balón parado que cogía despistada a la zaga merengue, pero el fuera de juego anulaba la ocasión. Ese despiste continuaría en la jugada siguiente cuando Oriol Riera cabeceaba sin oposición, casi en el área pequeña, para marcar el primero del partido. La jugada arrancaba con Armenteros peleando un balón en el costado izquierdo, el Gato Silva cambiaba el juego hacia Marc Bertrán que, tras regatear a Marcelo, ponía un preciso centro con el exterior a la cabeza de Riera, que con su gol hacía enloquecer al Sadar. Poco después llegaba la polémica cuando Modric pedía un penalti que el árbitro no señalaba. El Real Madrid no conseguían reaccionar al golpe recibido y Osasuna se envalentonaba ante la superioridad en el marcador, encimaba a los jugadores y seguía buscando llegar al área de Diego López. En el 25 Marcelo se jugaba la roja dando un pisotón intencionado a Cejudo que el árbitro no veía. La intensidad de los locales conseguía adormilar a los madrileños y hacía incluso intervenir al portero gallego en una falta lateral en la que Armenteros buscaba la sorpresa dirigiendo el balón a portería. El ímpetu rojillo encontraba el premio a 5 minutos del descanso. Damià hacía intervenir con un potente testarazo en un corner al portero merengue, pero el rechace era recogido por Oriol Riera que, también con la cabeza, mandaba el balón a la red. El 2-0 hacía reflejo de la realidad vista sobre el verde, ya que el Madrid había ido a menos desde el inicio del partido, mientras que Osasuna había ido a más. Pero la primera parte no terminaba ahí. Primero Ramos era expulsado por una acción infantil en la que impactaba su brazo con la cara de Roberto Torres viendo así su segunda tarjeta, y segundo el Real Madrid recortaba distancias. Cristiano Ronaldo aglutinaba jugadores a su alrededor y asistía a Isco que, desde la frontal, batía a Andrés Fernández. Con el 2-1 se llegaba al descanso.
La segunda mitad comenzaba sin cambios pero con Xabi Alonso situado como central. La pelota era de los visitantes, Osasuna esperaba encerrado atrás y muy solidario, pero salía con peligro a la contra. Poco tardaba el técnico italiano en mover el banquillo. El eléctrico Di María entraba en el césped en lugar de un Gareth Bale muy desaparecido. La sustitución no surtía efecto, el equipo de la capital movía el balón por dentro pero salvo un disparo cruzado de Cristiano, no inquietaba a Andrés. Osasuna llevaba mayor peligro en sus ataques ya que cogía siempre descuidada a la defensa visitante. En el 65 el internacional Nacho entraba por Modric al terreno de juego. El croata estaba siendo de los mejores pero la situación de Xabi Alonso como central no agradaba a Ancelotti, por lo que prefería subir al tolosarra al medio campo metiendo a un central en lugar de Modric. Con el paso de los minutos la imprecisión de los madrileños se traducía en mayor posesión y dominio de los rojillos. Pero en el 34 el Gato Silva cometía un grave error haciendo una entrada a destiempo a Cristiano Ronaldo que suponía su expulsión. Esa misma falta era botada por Di María y rematada a gol por Pepe. El Madrid conseguía el empate en una jugada aislada y sin merecerlo, pero Osasuna pagaba así su despiste. El empate a dos reinaba en el Sadar y en el césped ya había igualdad numérica, los últimos minutos se le hacían muy largos a Osasuna, los jugadores empezaban a acusar el cansancio y el desgaste realizado. Gracia daba oxígeno al centro del campo con la entrada de Loé por Armenteros, y sustituía a Oriol Riera, a quien tras eregirse como el héroe local las piernas ya no le respondían, por Onwu. El partido llegaba así a su fin y la afición rojilla quedaba satisfecha con lo visto en el Sadar.
Excesivo premio para un Real Madrid irreconocible si tenemos en cuenta la trayectoria ascendente de los de Ancelotti. Osasuna saca un buen empate ante uno de los equipos más complicados de la Liga BBVA pero sabe a poco. Los rojillos dominaron el partido durante prácticamente todo el encuentro, no poseyendo la pelota pero sí jugando a lo que ellos querían, pero dos despistes defensivos eran aprovechados por un equipo que no entiende de la palabra perdón.