Empate de Sporting y Numancia en El Molinón en un partido lleno de despropósitos
Por Alejandro Rozada (@alexrozada)
Lo del Sporting con los empates empieza a ser de juzgado de guardia. Los de Sandoval se lo deberían de hacer mirar. Tres partidos han disputado en lo que llevamos de 2013, y en los tres han empatado. A un gol, para más señas. Puestos a empatar, además, escogen la vía menos ortodoxa, la más aséptica, la menos lustrosa. No da espectáculo el equipo asturiano ni empatando, a pesar de que su entrenador no renuncia al ascenso directo. Bien es cierto que el equipo domina la posesión y crea ocasiones, pero le falta gol. Cinco cambios introdujo el entrenador madrileño respecto al partido contra el Mirandés: Cuellar, Lora, el debutante Bustos (por el sancionado Mandi), Muñiz y Guerrero. Valiente apuesta del técnico de Humanes, que sin embargo no le valió para ganar. Con la falta que le hace al conjunto sportinguista.
El caso es que el ascenso se aleja del horizonte del Sporting como un barco que zarpa a primera hora del día del gijonés puerto de El Musel. Los «play off» ya están a 6 puntos y el segundo puesto de ascenso directo, que ocupa el Almería, a 12 puntos; el Elche, flamante líder, ya se ha separado demasiadas millas de la costa gijonesa: 23 puntos, para ser exactos. Parece que los de Sandoval no alcanzarán al equipo ilicitano ni a bordo de un trimarán. No extraña que muchos sportinguistas ya se hayan bajado del barco del ascenso que preconiza el ex entrenador del Rayo Vallencano. Máxime, cuando solo están 5 puntos por encima del descenso. Salvo cambio de rumbo inesperado, lo que popularmente se conoce como un milagro, el Sporting peleará de aquí al final de la temporada por eludir al fantasma de la Segunda División B.
Después de empatar en el Nuevo Colombino contra el Recreativo, muchos sportinguistas confiaron en que los sucesivos compromisos caseros contra Mirandés y Numancia terminarían haciendo bueno ese punto. Nada más lejos de la realidad. 3 puntos en 3 jornadas es un pobre bagaje para un equipo que tiene la intención de ascender a Primera División. El juego, además, tampoco da motivos para el optimismo. Y eso que Cases y Muñiz aportaron mas frescura y clarividencia en el ataque. Sin embargo, la teoría de la manta se hacía notar y los apuros estaban en la defensa. A la salida del primer córner que botaba el Numancia, se adelantaron en el marcador. El habilidoso Cedrick, que ya fue un quebradero de cabeza en Los Pajaritos, se internó hasta la línea de fondo, superó claramente a los rivales que le salieron al paso, dejó el balón atrás y Del Pino, de primeras, no perdonó por el palo largo de Cuellar.
Rápidamente reaccionó el Sporting por medio de Juan Muñiz. A base de rabia y velocidad, el canterano se internó en el área del Numancia y cayó ante Sunny; el árbitro se desentendió de la jugada y no pitó nada. Muñiz reclamó penalti, aunque el colegiado no apreció ningún contacto cuando el centrocampista nigeriano adelantó su pierna izquierda. Estaba muy activo el canterano sportinguista que, poco después, se quedó solo ante Herrerín, pero erró en el control y no pudo aprovechar un gran pase de Trejo entre líneas. Muñiz era, de largo, el futbolista más activo en el ataque rojiblanco. También se dejaba sentir Sangoy, que cabeceó al larguero tras anticiparse a la mala salida del guardameta numantino. Cedrick era el gran quebradero de cabeza de la zaga local y se convirtió en un puñal por el ala izquierda del ataque del Numancia, pero le faltó clarividencia en los metros finales. Trejo lo intentaría después, tras un gran gesto técnico, pero su zurdazo se marchó alto.
Tuvo la ocasión de sentenciar antes del descanso el Numancia tras un fallo garrafal de Borja López. El central sportinguista falló en el despeje desde la banda derecha, regaló el balón a Antonio Tomás, este se internó en el área de Cuellar, dejó atrás para la llegada de Bedoya, que golpeó de primeras, el balón pegó en Bernardo, el rechace le cayó a Cedrick que remató fuera con toda la portería para el congolés. En esa jugada, los jugadores del equipo soriano reclamaron mano del central colombiano tras el disparo de Bedoya.
En la reanudación, el Sporting salió dispuesto a remontar el partido por la vía rápida. Sangoy remató desde dentro del área, pero rechazó Herrerín. Después, Trejo mandó fuera el pase atrás que le dejó Lora desde la derecha, tras una gran jugada de Sangoy. Atacaba en tromba el equipo gijonés. A lo loco. Buscando el empate deseperadamente. No había manera. La precipitación se paga cara en el fútbol; y más en Segunda. Paciente y ordenado, el Numancia esperaba su momento a la contra o a balón parado. Lo intentaron Juanma de falta y Del Pino de cabeza, pero el balón se marchó alto en ambos casos. El conjunto asturiano, mientras, a lo suyo. Trejo disparó muy alto tras una dejada de Bilic hacia la frontal del área. Entre tanto, Cuellar se lució con un paradón para salvar un peligroso mano a mano con Natalio. Fue la última gran ocasión del Numancia.
Y en la recta final del encuentro, con la afición sportinguista preocupada mirando el cronómetro, aparecieron los jugones. Inició Lora desde la izquierda, con un pase atrás hacia la posición de Luis Hernández, que centró de primeras al corazón del área, no llegó por poco Bilic al remate y libre de marca en el segundo palo apareció Bernardo para marcar. Primer gol del central colombiano vestido de rojiblanco. Los más optimistas creían en la remontada y a punto estuvo de llegar en los últimos minutos. Volvió a estar en las botas de Mate Bilic pero, al igual que la pasada jornada contra el Mirandés, el croata cruzó demasiado el remate que se marchó lamiendo el poste derecho de la portería de Herrerín. Preocupa la sequía goleadora de Bilic, que desaprovechó dos ocasiones idénticas en dos jornadas consecutivas. Fue el epílogo a un alocado encuentro. Reparto de puntos y ninguno de los dos equipos se marchó satisfecho del césped del templo sportinguista. Menos si cabe el Sporting, que sigue sin conocer la victoria en lo que va de año.
La próxima semana, el Sporting visita al Murcia. Un duelo de necesitados por todo lo bajo. Quién lo diría al principio de la temporada. El Murcia está solo un punto por debajo del equipo gijonés y también se preocupa más de eludir el descenso que de mirar al ascenso. Pura lógica. Toda la lógica que, por cierto, le falta al juego sportinguista.