Por Alejandro Rozada (@alexrozada)
En punto. Son las cuatro de la tarde, las tres en Canarias. Tras las señales horarias y el mítico jingle de la Cadena SER, Ponseti nos recuerda que son las diez de la mañana en la costa este de los Estados Unidos. Para que nos vayamos acostumbrando al horario que tendrá la selección española a partir de la próxima semana por la inminente Copa Confederaciones. No coincide, por cierto, con el de la costa oeste de la península, desde donde saluda Manu Carreño, que se encuentra en A Coruña con motivo del decisivo partido del Deportivo. Y en un ejercicio de precisión temporal extremadamente fino, incluso saludan al barman chino que sirve el alcohol a sus señorías en el bar del Congreso de los Diputados, el tema estrella de los últimos días en nuestro país.
¿Qué estamos escuchando? ¿SER puntuales, SER borrachos? Para nada. Estamos escuchando Carrusel Deportivo, el original. Por si queda alguna duda, se encarga de disiparlas Juanma Ortega con su inconfundible presentación comandada por el genuino «¡oye, qué!». Sí, empieza el programa decano de la radio española. Una edición muy especial, la última del curso liguero. El #CarruselNoBajamos, dedicado a los aficionados de los cuatro equipos que se juegan la permanencia en la última jornada.
Pero la lucha por la salvación no es el único atractivo de este Carrusel. El adiós de Mourinho al Real Madrid; el último partido liguero del Barcelona, flamante campeón de Liga, y la despedida de Falcao del Atlético de Madrid llenan de alicientes un apasionante sábado de deporte y radio en directo. Y hay más acontecimientos: la final de la Copa alemana de fútbol, la Final Four de balonmano, Roland Garros, el Gran Premio de Italia de motociclismo… Pero siempre queda tiempo para abrir fuego con la tradicional primera hora, esta vez en horario reducido. Bruno Alemany, Jon Vispe, Antoni Daimiel, Laura Martínez y Pancho Varona repasan con su estilo ágil y desenfadado el fútbol internacional, la NBA e incluso se arrancan con la música. Un dinámico aperitivo antes de afrontar todo lo que está por venir.
Madrid y Barça abren la tarde
La primera parada del viaje es en el Santiago Bernabéu a las cinco de la tarde. Sintonía de partido de la jornada para vivir un Real Madrid-Osasuna marcado por la polémica y el morbo. Antonio Romero, Javier Herráez y Mario Torrejón, desde el Bernabéu, junto a los analistas habituales del Real Madrid en Carrusel (Jorge Valdano, Alfredo Relaño y Tomás Roncero), aprovechan el intrascendente partido para tratar de arrojar luz sobre la controvertida situación que vive uno de los grandes del fútbol español. Ya lo dice Romero: “Se va Mourinho y deja al club dividido y una temporada de fracaso. Afortunadamente, solo quedan 90 minutos”. Al final, holgada victoria madridista (4-2) y adiós a Mourinho para despedir la temporada más convulsa a la vera de Concha Espina.
Próxima parada a las siete de la tarde en el Camp Nou: Barcelona-Málaga. Vuelve a sonar la sintonía de partido de la jornada en la despedida del campeón de su público. Un encuentro con nula trascendencia clasificatoria, pero animado por la posibilidad de que el líder alcance los 100 puntos. A Lluís Flaquer, Edu Polo y Sique Rodríguez no se les escapa detalle desde el coliseo blaugrana y dan cuenta de la goleada blaugrana. Manu Carreño lo dirige todo desde Riazor hasta que bien entrada la segunda mitad de este encuentro, se pasa a la retransmisión de Cuatro del Deportivo-Real Sociedad y cede el testigo a Ponseti y Dani Garrido.
90 minutos de emociones
A partir de aquí, todas las miradas se centran en los decisivos partidos de las nueve de la noche, presentados en la ronda de novedades más emocionante de la temporada. Esta vez, a los grandes de la Liga española les toca ejercer de teloneros de los modestos y solo se desvía ligeramente la atención con el homenaje del barcelonismo a Abidal, que pone la guinda a la plácida victoria culé. Flaquer y Polo narran el emotivo tributo al defensa francés hasta minutos antes de la nueve, cuando Ponseti decide que hay que centrarse en los decisivos partidos en los que están en juego el descenso y los puestos europeos.
Máxima emoción para Deportivo, Celta, Zaragoza y Mallorca. Solo puede quedar uno. Al final del día, solo uno de esos equipos podrá corear con todas las de la ley aquello de «no bajamos». En resumen, todas las miradas y todos los micrófonos apuntan hacia A Coruña, Vigo, Zaragoza y Palma de Mallorca. Porque la noticia va a estar en los estadios de Riazor, Balaídos, La Romareda y el Iberostar Estadi. Y donde está la noticia, está Carrusel.
Son las nueve, las ocho en Canarias y es tiempo de ronda en Carrusel. Pistoletazo de salida a los 90 minutos más vertiginosos de la temporada. Gol aquí, gol allá, cábalas, reacciones, nervios y mucha emoción. El clásico morse de Carrusel no deja de sonar. Máximo protagonismo para los narradores, los ojos de miles de oyentes y las voces de la emoción. Markínez, desde Riazor, con el Dépor-Real Sociedad; Morata, desde el Sánchez Pizjuán, con el Sevilla-Valencia; Tornadijo, desde La Romareda, con el Zaragoza-Atlético; Buceta, desde Balaídos, con el Celta-Espayol, y Forteza, desde el Iberostar, con el Mallorca-Valladolid, acaparan el protagonismo. Entre jugada y jugada, Ortega intenta colocar sus habituales menciones publicitarias, aunque no lo tiene nada fácil. Los goles, los análisis de Raúl y Benjamín, los comentarios arbitrales de Ramos Marcos y las consecuentes traducciones clasificatorias de Dani Garrido, dificultan la tarea al animador. A pesar de todo, el resultado es un espectáculo radiofónico de gran enjundia que da forma a una agónica noche de transistores, vertiginosamente atractiva para los oyentes. El ritmo no para hasta las once de la noche, a esa hora ya con los resultados definitivos encima de la mesa, toca bajar las pulsaciones.
El fútbol en la radio es más fútbol. La radio con el fútbol es histórica. Y como en cualquier historia, hay vencedores y vencidos. Les toca llorar a los coruñeses con el descenso del Deportivo, y eso que eran los que lo tenían mejor a priori. Lo había anunciado Raúl Ruiz off the récord y ratificado en antena durante la retransmisión del Dépor-Real Sociedad: “No lo tienen tan fácil porque es el único partido en el que los dos equipos se lo juegan todo”. Así fue. Venció la Real, que se ganó un merecido lugar en la fase previa de la Champions, y descendió el equipo coruñés. Con extraordinaria precisión y gran sensibilidad, Íñigo Markínez y Fran Hermida relataban la desolación deportivista. Un triste sentimiento compartido con los seguidores del Mallorca y del Zaragoza. Desde el Iberostar, Gabriel Forteza y Pedro Fullana narraban los goles bermellones a la espera del milagro en forma de empate del Espanyol en Balaídos. No llegó ese gol y el equipo balear cayó al pozo de Segunda División a pesar de hacer sus deberes. En Segunda también estará el Zaragoza. José Ignacio Tornadijo contaba la clara victoria del Atleti, aunque la noticia estuvo en los incidentes posteriores al partido de los que, lamentablemente, tenían que dar parte los periodistas de Radio Zaragoza Juan Carlos Yubero y Santi Sáez.
Pero la mayor alegría del día estaba en Vigo. Se desataba la euforia en Balaídos desde las 21:16 horas, cuando atronó la voz de Jacobo Buceta para cantar el gol de Natxo Insa, improvisado héroe para la causa de la salvación. A partir de ahí, una angustia sin cesar para los vigueses, pero con final feliz. Invasión del césped del estadio celtiña y el micrófono de Paula Montes al pie de la noticia. En plena marea celeste, la periodista de Radio Vigo se esforzaba en encontrar a los futbolistas célticos, caso del imberbe guardameta Rubén, un diamante en bruto que había brillado con luz propia en tan decisivo partido. Apenas acertaban a resumir con palabras sus sentimientos los jugadores del Celta, aunque su euforia traspasaba las ondas. Y todo al compás de la Rianxeira, banda sonora ideal para acompañar una noche mágica en el municipio vigués.
Así transcurrió un emocionante día de fútbol y radio, una jornada con las emociones a flor de piel que captaron perfectamente los micrófonos de Carrusel Deportivo. Todo resultó más fácil porque se produjo la feliz coincidencia de ocho partidos a la misma hora, una combinación radiofónicamente irresistible. Esta mezcla dio lugar a una noche de transistores de las de antaño, cuando todos los aficionados desde dentro y fuera de los campos estaban pendientes de las noticias que les llegaban desde sus receptores. Esta bendita locura periodística deja también como grandes triunfadores a todos los periodistas que, desde cada campo, dibujaron un Carrusel único. Un formato que ayer brilló más que nunca y al que dieron forma Carreño desde Riazor, y Ponseti, Ortega, Garrido e Iribarren desde los estudios centrales de la Cadena SER; todo supervisado por la atenta mirada de la directora de deportes, Laura Martínez, que desde el control de sonido no se perdió detalle de la emisión, acompañando a los infalibles técnicos, Rober García y Coke Peinado; al productor, Juan Antonio Sampedro; y al community manager de Carrusel, Ricard Arias.
Los que vivimos la jornada en el estudio principal de la SER, comprobamos en primera persona que la radio es, ante todo, un trabajo en equipo. Es en días como éste cuando este medio, al igual que los grandes galanes de las películas, luce sus mejores galas. Y todo al servicio del oyente. Ya nos lo decía Ponseti: “Podéis tiraros en el suelo delante de las teles para ver mejor los partidos, como si estuvierais en el salón de vuestra casa”. Sí, estábamos en nuestra casa: la radio.