Por Carlos Rodríguez (@carlosrsp87)
Que Sebastian Vettel era favorito para ganar en Singapur era algo por todos sabido salvo sorpresa. Que iba a ganar con semejante ventaja, previsible. Que Fernando Alonso le iba a acompañar en el podio, algo casi imposible. Ni en las paradas en boxes cedió la cabeza de carrera. Vettel cuenta ya los grandes premios que le quedan para proclamarse tetracampeón.
La salida de Alonso nos dejó sin palabras. El piloto asturiano firmó una salida «marca de la casa» y llegó a la primera curva en tercera posición. Ganó cuatro plazas en apenas unos metros, que le sirvieron para intentar mantener el ritmo de los de arriba, aunque se le hizo imposible. Y es que si la primera vuelta de Alonso fue espectacular, la de Vettel no le fue a la zaga. Y eso que salió bastante mal. Nico Rosberg, que partía segundo, le comió terreno en la primera curva, pero tirando de inteligencia y a sabiendas de que él no debe arriesgar, Vettel le recuperó la plaza al Mercedes en la siguiente chicane. Desde ese momento, a tirar. En menos de diez vueltas, se escapó a siete segundos de Rosberg y a más de once segundos del asturiano.
La estrategia jugó una baza importante para Ferrari, que hicieron entrar a sus dos pilotos antes de lo previsto y no les salió lo bien que querían. Esperaban que el asturiano saliera con mejor ritmo, pero se encontró con Di Resta en pista y le hizo perder un tiempo precioso.
Para el alemán, mientras, la carrera fue un auténtico paseo. Por radio le avisaban de que tuviera cuidado con los neumáticos y que no se preocupase de la diferencia con los pilotos de detrás. La carrera se había estabilizado… hasta que en la vuelta 25 cambió todo.
Daniel Ricciardo se estrelló contra las barreras y provocó que el safety car saliese a pista. Ferrari decidió cambiar las tornas tras el error anterior y ordenaron a Alonso entrar de nuevo a hacer su segunda parada en boxes para colocar un nuevo juego de neumáticos medios. Fue el único de los pilotos de arriba en hacerlo, y salió quinto por detrás de Vettel, Rosberg, Webber y Hamilton. Los cuatro, con los mismos neumáticos que llevaban antes del accidente. La idea era que el asturiano no parara mas y fuera a por la victoria, pero nada más reanudarse la carrera el líder del Mundial se escapó a mas de siete segundos de Rosberg y Fernando le tocaba luchar por la segunda posición.
El asturiano amarraba el segundo puesto y quedaba la lucha por el tercer puesto entre Jenson Button y Kimi Räikkönen, que empezaron una disputa genial. El británico buscaba el primer podio de la temporada y el finlandés un cajón que sabía a victoria, ya que disputó toda la carrera con fuertes dolores en la espalda. Al final, los neumáticos de Button dijeron basta y su ritmo se empezó a desangrar hasta que al final entró en séptima posición, mientras que Raikkonen confirmó el tercer puesto.