Se enfrentaba el líder provisional a su partido más complicado en lo que queda de temporada con la obligación de ganar para meter presión al Madrid y seguir con opciones de hacerse con el título de Liga. Difícil porque el Villarreal ya sacó rédito de sus visitas al Bernabéu y al Calderón y porque es uno de los equipos que más le suelen complicar la vida al conjugo de Luís Enrique.
Desde el comienzo el Barcelona impuso un ritmo intenso con la presión tras pérdida en campo rival ahogando el juego del equipo de Fran Escribá. Así recuperaba muy pronto la posesión y rondaba una y otra vez el área de Andrés Fernández. La consigna era clara, con Busquets al mando, presión y habilitar lo antes posible a la MSN para generar peligro. Si bien el Villarreal defiende con orden -es la segunda mejor defensa de la Liga-, la precisión de los jugadores de ataque del Barça rompía las líneas y llegaba con facilidad al área contraria. En una de esas llegadas Suárez conectó con Messi y su chut, mordido, terminó en los pies de Neymar para que el brasileño adelantase al Barcelona cual Romario.
No intimidó el gol al Villarreal sino que lo espoléo. Comenzó a romper las líneas de presión azulgranas y a sacar el balón jugado. Cuando se acercaba al territorio de Ter Stegen hacía sufrir a la parroquia barcelonista por la fragilidad de la defensa culé. Si la presión no funcionaba el equipo de Castellón tenía opciones, como sucedió a la media hora con el gol de Bakambu tras un balón a la espalda de la zaga del Barça. La primera parte se consumió con ocasiones para ambos equipos, una clara de Soldado y otras de Piqué y Neymar, que marraron cuando tenían todo a favor para tomar la delantera en el marcador. Fue Messi, al filo del cuarenta y cinco, quien batió a Andrés Fernández con un tiro cruzado desde fuera del área que desvió Mario.
Tras la reanudación el Villarreal perdió la mordiente y, aunque gozó de ocasiones y de posesión en campo rival, fue el Barcelona el que dominó de principio a fin el segundo tiempo. Las llegadas se sucedían sobre el área de los de Escribá y era cuestión de tiempo que el tercer gol cayera del lado culé. Curiosamente fue un contragolpe bien llevado por Sergi Roberto -otro más y van…- que asistió a Suárez para que el uruguayo sentenciase el partido.
Porque de ahí al final el recital blaugrana fue mayúsculo. Busquets estuvo imperial en el centro del campo, Messi e Iniesta trenzaron una y otra vez y Neymar se divertía y divertía a la afición presente en el Estadi. De un regate antológico suyo a Mario Gaspar salió el cuarto gol tras un penalty de Jauma costa que convirtió Messi a lo Panenka. El Barcelona suma y sigue haciendo sus deberes, a la espera de un tropiezo del Madrid.
Ficha técnica:
Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto (Mascherano, ’78), Piqué, Umtiti, Digne (Alba, ’75); Busquets, Rakitic (Gomes, ’83), Iniesta; Messi, Suárez y Neymar.
Villarreal: Andrés Fernández; Mario, Álvaro, Musacchio, Costa; Jonathan, Trigueros, Rodrigo, Soriano (Samu, ’72); Bakambu (Adrián, ’83) y Soldado (Sansone. ’72).
Goles: 1-0 (Neymar, ’21). 1-1 (Bakambu, ’32). 2-1 (Messi, ’45). 3-1 (Suárez, ’68). 4-1 (Messi, p. ’82).
Árbitro: Sánchez Martínez. Amonestó a Sergi Roberto, Álvaro, Mario y Costa.