Por Carlos Rodríguez (@carlosrsp87)
Cuando dos equipos saltan al terreno de juego uno jugándose la vida y el otro nada, sabes quién va a ganar.
El partido arrancó bajo un diluvio en un campo que parecía mas bien una piscina por la acumulación de agua sobre el césped. El conjunto cántabro llevó la manija del partido desde el saque inicial, mientras que el Sabadell jugaba relajado como si solo se jugaran el honor.
El equipo de Menéndez jugó con tranquilidad pese a tener que ir a por la victoria y con jugadas de Jairo, Assulin y Ferreiro que intentaban llevar el peligro. El Sabadell también buscaba las suyas a la contra con Anibal.
Pero corría el minuto 44 cuando el Racing lo movió con calidad por la banda izquierda. Entre Gullón, Ferreiro y Assulin fabricaron una jugada imposible. El israelí se coló hasta línea de fondo, centró para Jairo, en el área, buscó un hueco y fusiló a Nauzet. La lluvia y la rabia dieron a la celebración del tanto aire de épica y alegría. Con ese gol se iba al descanso el conjunto cántabro con ventaja.
Arrancó la segunda parte y el Racing salió a por el segundo, que no tardó en llegar. Buen centro de Ferreiro, otra vez determinante, y Crespí, de cabeza, hizo el 0-2. El 0-2 dio al Racing un segundo tiempo plácido. Algo desconocido desde hace mucho tiempo. Menéndez trató de blindar el resultado con la entrada de Óscar Pérez y Dorca. El equipo se echó algo más atrás y el Sabadell empujó un poco. Mario se encargó de desbaratar los acercamientos más peligrosos.
El Racing ganó bajo la lluvia y se queda a dos puntos del Mirandés, que marca la permanencia, a falta de nueve puntos por jugar.