Gran victoria del belga del BMC, el nuevo líder del Tour, después de una escapada de más de 200 kilómetros en la primera aproximación a la montaña. El madrileño volvió a dejarse tiempo acusando sus dos caídas en las dos primeras etapas.

Alberto Contador trató de reengancharse a la disciplina del gran grupo, pero se terminó dejando más de medio minuto en la meta.
No nos llamemos a engaños. Alberto Contador lo tiene en japonés. Quien se pueda permitir apostar por él, que lo haga pues seguramente se podría llevar un buen pellizco si el madrileño se alza con este Tour. En condiciones normales, resulta casi un suicidio creer en su victoria. No es un desacato a su autoridad, es la triste realidad. Las dos caídas en las dos primeras jornadas le están lastrando demasiado y este miércoles volvió a dejarse tiempo en la línea de meta. En este caso, 33 segundos que le dejan en la clasificación general a 1:21 de sus teóricos grandes rivales por el triunfo final, Chris Froome y Nairo Quintana. Será meritorio que acabe la carrera y creemos que él es el primero que lo tiene asumido.
«El Tour se me ha puesto muy difícil, así que ahora tendré que ir día a día. Las sensaciones no han sido buenas para haber pedido tiempo en una etapa como esta», comentó con resignación Alberto Contador a su llegada a meta, asumiendo que la lucha por la general se ha puesto prácticamente imposible y tendrá que pelear por otros objetivos. Si se sienten decepcionados y quieren apagar la tele para echarse a dormir la siesta a partir de ahora, háganlo, lo entenderemos; como también entenderemos que dejen de leer llegados a este punto. Pero si les va la marcha (incluso la ciclista), sigan atentos porque en este Tour van a pasar cosas. Bueno, en realidad, ya están pasando cosas. Lo que no puede pasar es que veamos imágenes como la que antecede estas líneas: un gran campeón como Contador a rueda de sus gregarios. Duele el orgullo ciclista viendo esa foto.

El belga Van Avermaet es el nuevo maillot amarillo del Tour tras ganar en Le Lioran, culminando con éxito una escapada de más de 200 kilómetros.
En la edición del miercoles de «No todos los héroes llevan capa», el papel principal es para Greg Van Avermaet. Este belga de 31 años, corredor del BMC, tiró de experiencia para resistir hasta el final y alzar los brazos, victorioso, tras una escapada de más de 200 kilómetros en la primera etapa de aproximación a la montaña. El ataque, lejano e intensivo, responde a los cánones del manual del buen clasicómano y le permitieron llegar en solitario a la meta después de 5 horas, 31 minutos y 36 segundos de incansable pedaleo. Fue la victoria más holgada de lo que llevamos de Tour, porque su más inmediato perseguidor, De Gendt (Lotto) entró a 2:35, mientras que el polaco Majka lo hizo a 5:05. La recompensa: el maillot amarillo, que luce con 05:11 de ventaja sobre Alaphilippe y 05:15 sobre Valverde, la primera referencia española en la general.
Con Van Avermaet celebrando el triunfo en la caravana del equipo BMC, se desataron las hostilidades en el pelotón. Todo lo contrario sucedía en la del Tinkoff, un funeral, después de la pájara de Contador y la pérdida del maillot amarillo, que ha perdido Peter Sagan. En la del Movistar se mantienen expectantes deseando celebrar la victoria de Alejandro Valverde, camino de ser la gran esperanza española después de acabar cuarto este miércoles, o de Nairo Quintana, uno de los favoritos que ya luce palmito y ha puesto en aprietos a dos de sus mayores rivales, Froome y Contador. Al español prácticamente se lo ha quitado del medio, mientras que el británico del Sky se resiste a hincar la rodilla y pudo entrar con el gran grupo después de las maniobras de Valverde y Quintana en el Col de Perthus y el Col de la Font de Cére.
Están explotando los primeros petardos y todavía estamos en la primera semana de competición, pero ya podemos hablar de vencedores y vencidos. Nada es definitivo aún, pero del cuarteto de favoritos se está cayendo Contador y la lucha final se la disputará el tridente Froome-Quintana-Nibali, siempre con permiso de nuestro Alejandro Valverde.