El Campeonato del Mundo de 2013 en la categoría de Moto3 será reproducido una y mil veces en las escuelas de jóvenes pilotos como prueba de que la regularidad y la consistencia son dos acompañantes valiosas si aspiras a ganar un título. Este año Maverick solamente había conseguido dos victorias durante la temporada, pero a su favor contaba con haber puntuado en todas las pruebas y solamente quedó fuera del podio en dos ocasiones siendo un quinto puesto su peor resultado.
En Japón se vio sin opciones para el título hasta que se fueron al suelo los aspirantes, Salom y Rins. Con su segunda plaza llegó a Valencia en igualdad de condiciones que sus rivales. Salía tercero en Cheste y tomó el mando de la carrera muy pronto intentando deshacer el grupo, jugárselo todo a una carta probablemente en la última vuelta con los dos compañeros de viaje tan duros que ha tenido.
Salom intentó pegar un tirón a partir de la séptima vuelta, aunque el pupilo del Team Calvo le devolvió la pasada cuatro giros más tarde. Maverick quería llevar el mando de la prueba, marcar el ritmo. Y en el decimoquinto giro sucedió lo inesperado. Tras rebasar Rins a Salom, el piloto de Ajo se iba al suelo diciendo adiós a sus opciones de título. Un final amargo para Luis, rey de las últimas vueltas y líder durante gran parte del año de la general.
Así quedó todo entre Viñales y Rins. Se pasaron, se repasaron, se volvieron a adelantar. Un Mundial tan emocionante solamente podía decidirse en la última curva. Rins superaba por el interior a Maverick, pero se pasaba de frenada abriendo la puerta al piloto de Roses, que ya no dejaría escapar en el rebufo la primera posición.
La regularidad al servicio de Viñales, Campeón del Mundo de Moto3.