Tercera parte de nuestra entrevista a Agustín Castellote centrada en la evolución del medio radio en las últimas décadas, el análisis periodístico actual y la decadencia de la profesión periodística que él empezó a sufrir en Punto Radio a partir de 2008
«En este país se le da una importancia al periodismo deportivo que no se le da en ninguna parte del mundo»
«Si no te llevas bien con el presidente de un club, no tienes ninguna posibilidad de tener una entrevista con uno de sus futbolistas»
«¿Cuántas noticias se dan hoy en día en la radio? ¿Cuántas se han confirmado y dado en primicia?»
«Ha disminuido la voluntad por conseguir noticias»
«Ahora se da al público lo que quiere oír y tú no te enfrentas al aficionado. Si el aficionado quiere escuchar que Messi va a fichar por el Real Madrid, se le dice que Messi va a fichar por el Real Madrid»
ALEJANDRO ROZADA (@alexrozada)
Mucho ha cambiado la radio en los últimos años. El panorama radiofónico actual se parece muy poco al que había hace casi 17 años, en 2002, cuando José María García abandonó por sorpresa, y sin despedirse de los oyentes, los micrófonos de Onda Cero. Nuestro protagonista se quedó allí por poco tiempo, después se incorporó a Radio Marca y de ahí pasó a Punto Radio, coincidiendo su travesía por tres emisoras distintas en menos de diez años con la disminución progresiva del nivel radiofónico. ¿Percibiría Agustín Castellote ese declive, que coincidió con su ocaso laboral y que se ha agudizado en los últimos tiempos? «Yo he percibido la disminución de la calidad periodística. De saber y buscar una noticia», responde y se hace dos preguntas: «¿Cuántas noticias se dan hoy en día en la radio? ¿Cuántas se han confirmado y dado en primicia?». Recupera Castellote una frase que siempre les dirigía a sus compañeros: «Cuando reunía a mis redacciones, les decía: “No me digas lo que piensas, dime lo que sabes”. Buscaba argumentos de peso, noticias, pruebas». Un propósito muy distinto a los códigos éticos y prácticos que rigen hoy en día las redacciones.
Pese a ese enfoque tan pesimista, Castellote no cree que haya disminuido la capacidad del comunicador: «Pueden ser tan buenos o mejores que nosotros»; simplemente considera que «ha disminuido la voluntad por conseguir noticias» precisando que «conseguir noticias no es fácil, es muy complicado: tienes que poner muchas horas, sufrir muchísimo, tener muchos contactos y eso lleva muchísimo tiempo».
La dispersión horaria del fútbol ha convertido los programas de deportes del fin de semana más en magacines de entretenimiento que en espacios de información. Los llamados ‘carruseles’ radiofónicos ya no solo pivotan en torno a la retransmisión en directo de eventos deportivos, sino que introducen otros elementos de carácter más variado, e incluso lúdico, abordando otro tipo de temas. Castellote no ve mal esta variación: «Hay que distinguir entre el programa informativo de noche y el de tarde, entre las retransmisiones y los programas nocturnos. Las retransmisiones son un campo más abierto para innovar. Son muchas horas y puedes hacer un montón de cosas que mantengan la atención». «No es lo mismo», piensa, «glosar la información deportiva en una hora y media a las doce de la noche que intentar glosarla en 7-8 horas continuas de partidos, enlazando un partido tras otro».
«Hay que distinguir entre el programa informativo de noche y el de tarde, entre las retransmisiones y los programas nocturnos. Las retransmisiones son un campo más abierto para innovar»
Admite el que fuera director de Tiempo de Juego entre 1989 y 1992 que, en aras de mantener la atención del oyente, «necesitas otras cosas que no sean la transmisión de un partido de fútbol puro y duro, porque no te aguantaría nadie siete horas escuchando un partido tras otro». Entiende que eso da la posibilidad de hacer muchas más cosas para entretener, captar la atención y que no se vaya el oyente. «Otra cosa es el programa de la noche», matiza, «en el que no hay partidos, tienes que buscar a los protagonistas y dar las noticias», aunque insiste en no creer que sean comparables ambos formatos. En relación a sus gustos y al consumo radiofónico actual, aclara que ya no es como antes, ahora elige «uno o dos partidos» por fin de semana. «Los que me pueden interesar más», reconoce, y admite que ha cambiado por completo sus hábitos «después de casi 40 años acostándome todas las noches a las tres de la madrugada»; confiesa que hoy en día no se va a la cama «más allá de las once de la noche» y no sigue ningún programa nocturno.
«Otra cosa es el programa de la noche, en el que no hay partidos, tienes que buscar a los protagonistas y dar las noticias»

Según su maestro y jefe durante una década, José María García, «ahora no se hace radio, ahora se hace un simulacro de radio y un guirigay que es, única y exclusivamente, culpa de los dirigentes». «La radio española está pasando una auténtica crisis porque hay también una crisis de dirigentes», opina García, «y la radio no es un negocio; para dirigir una radio, hay que mamarla y no es que vengan unos suecos a cambiar de un plumazo muchísimas cosas». Para responder a esta consideración, Castellote establece una relación con el fútbol porque «es un gran negocio, ha llegado gente con ganas de hacer muchísimo dinero a los clubes y lo ha cambiado absolutamente todo».
«El periodista que dio la noticia de que habían localizado a Julen, conmigo ya estaría en la puñetera calle y me habría durado a mí 15 segundos»
¿Pero se hace o no se hace radio en España actualmente? «Yo creo que sí se hace radio», contesta convencido quien fuera mano derecha de García durante la década 1992–2002, aunque matiza que a él no le gustan «muchas cosas que se hacen ahora, pero entiendo que sí se hacen cosas buenas y bonitas. Quizá no en la medida que entendemos José María y yo, que estamos acostumbrados a otro periodismo que no tiene nada que ver». Ese periodismo viene al hilo del ejemplo que pone Castellote en relación al rescate de Julen Roselló, el niño de dos años que se precipitó por un pozo de prospección de la localidad española de Totalán (Málaga) el 13 de enero de este año y fue rescatado sin vida el pasado 26 de enero de madrugada entre dos capas de tierra: «El otro día ponía un tuit al hilo de una noticia que un medio de comunicación dio sobre el pobre chico Julen, que lo habían encontrado y ya lo tenían localizado. Me produjo un sinsabor…», lamenta, preguntándose si «esto es Periodismo». En ese tuit, Castellote aseguraba que, en su época, «el periodista que había hecho eso, ya estaría en la puñetera calle y me habría durado a mí 15 segundos». Sin embargo, deja claro que «hay excepciones de gente que lo intenta hacer de otra manera, bien, un periodismo que se puede oír y se puede ver».
¿El mejor periodismo deportivo del mundo?
¿Cuál es el gran problema? Responde Castellote: «Han cambiado las cosas y ya no es aquel periodismo que hacíamos nosotros, ahora es un periodismo completamente distinto». Ahora se da al público «lo que quiere oír y tú no te enfrentas al aficionado. Si el aficionado quiere escuchar que Messi va a fichar por el Real Madrid, se le dice que Messi va a fichar por el Real Madrid». Y se queja de que «esta es la desgracia que tiene la profesión».
Juan Antonio Alcalá, redactor de deportes de la Cadena COPE, opina que «en España se hace la mejor radio de Europa», mientras que su colega de la Cadena SER Jesús Gallego sostiene que el mejor periodismo deportivo del mundo «es el que se hace en nuestro país». ¿Está Castellote de acuerdo con ellos? «Ellos tienen su opinión y la respeto», advierte antes de puntualizar, «yo no sé lo que se hace fuera de España. Lo que sí creo es que en España se le da una importancia al periodismo deportivo que no se le da en ninguna parte del mundo». Castellote está «plenamente convencido» de que «en Italia, Francia, Alemania o Inglaterra no hay programas a las doce de la noche, y aquí hay varios». «En Francia o Inglaterra», ejemplifica, «pones la radio un domingo por la tarde y te pueden retransmitir un partido, pero no te transmiten durante ocho horas consecutivas». Respondiendo definitivamente a si el mejor periodismo de Europa es el español, afirma que «seguro», pero porque «es el único; fuera de España no se tiene ese ligazón con el espectáculo de la radio». Admite no ser capaz de decir si es el mejor o el peor, pero sí aclara que «a mí, el periodismo que se hace actualmente en España no me gusta».

Cuando se le recuerda a Agustín Castellote que, actualmente, los redactores de deportes de las emisoras de radio se encuentran con el problema de que no hablan los protagonistas como antes en los programas nocturnos, asiente: «Claro que ha cambiado, pero la culpa la hemos tenido los periodistas que hemos dejado que se impusiera la dictadura de los que mandan». Ahora mismo, «si tú no te llevas bien con el presidente de un club», advierte, «no tienes ninguna posibilidad de tener una entrevista con uno de sus futbolistas. Ellos son los que deciden qué entrevistas van a dar. Si yo mañana le hago una crítica al presidente del Barcelona, yo no voy a poder contar con un jugador del Barcelona; lo mismo con el Real Madrid, Atlético o cualquier otro». Él mismo padeció esta circunstancia en sus carnes durante la etapa de David De Gea en el Atlético de Madrid (2009-2011): «Yo había quedado con él para que viniera a la radio esa noche, pero el día anterior le hice una crítica pidiendo la dimisión inmediata de Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo por su lamentable gestión en el equipo rojiblanco; por la mañana, cuando iba a venir De Gea, me llamó llorando para decirme que le habían prohibido ir a mi programa». Eso mismo que él sufrió en aquel momento, durante su etapa como director de deportes de la extinta emisora Punto Radio, «es lo que está ocurriendo ahora mismo», considera, y la culpa «la hemos tenido los periodistas».
«Cuando iba a venir De Gea, me llamó llorando para decirme que le habían prohibido ir a mi programa»
Recuerda Castellote «lo que nos costaba a nosotros una entrevista, había que lucharla hasta que lo conseguíamos», por contra, observa, «hoy en día es prácticamente imposible escuchar a un jugador en una emisora de radio o televisión. Si está es porque el presidente ha dado el visto bueno y si da el visto bueno es porque no se siente atacado por ese medio de comunicación».
Sobre esa etapa en Punto Radio, cuya redacción de deportes dirigió desde 2008 hasta 2011, recuerda que se comprometió «con ellos a llevar los deportes y, a las pocas semanas/meses, les mandé a la mierda y les dije que yo solo me quería ocupar de mi programa». «Como suele ocurrir en estos casos«, lamenta, «los medios de comunicación te engañan, te contratan para una cosa y luego te dan la mitad de la mitad de posibilidades». Castellote confiesa que se enfadó «mucho» con ellos y les dijo que «yo no quería llevar la responsabilidad de los deportes y que me iba a dedicar única y exclusivamente a mi programa». Y ahí aguantó tres años, junto a Ángel González Ucelay, del que hablaremos en la próxima entrega de esta entrevista a un auténtico gurú del periodismo deportivo en lengua hispana.