Y a la 22ª, ¿fue la decisiva? ¿Ha quedado resuelta la Liga tras la victoria, con remontada incluida, del Fútbol Club Barcelona frente al Atlético de Madrid? El tiempo lo dirá; lo que ya ha dicho es que el Barcelona es cada vez más líder de nuestro campeonato, con tres puntos de ventaja sobre su más directo perseguidor, que sigue siendo el Atlético, aunque cada vez con menos margen de maniobra sobre sus inmediatos perseguidores, Real Madrid y Villarreal. Arriba, por tanto, se aprieta el pelotón de los aspirantes al segundo puesto, con tres equipos en un margen de cuatro puntos. Y abajo, hay cambio de inquilinos en el ascensor del descenso: salen Las Palmas y Sporting, entran Rayo y Granada.

Resultados de la 22ª jornada: el Barça remontó ante el Atleti, el Madrid le metió un set al Espanyol, el Villarreal venció por la mínima al Granada, el Sevilla pudo con el Levante, Las Palmas derrotó al Celta y el Sporting ganó en Mestalla.

Así está la clasificación: el Barça, más líder; el Madrid y el Villarreal se acercan al Atleti; el Sevilla y el Athletic llegan a Europa; y Las Palmas y Sporting salen del descenso.
En el tiempo reglamentario
Continúa la escapada del Barcelona hacia el título. La remontada del sábado frente al Atlético (2-1) les deja líderes en solitario, y con un partido menos, el que disputarán el próximo miércoles 17 de febrero en Gijón. Hasta entonces, el Atleti espera mantenerse a rueda, confiando en ganar sus próximos partidos ante el Eibar, en casa, y el Getafe en el Coliseo, y esperando que el Barça pinche en alguna de sus dos próximas citas contra el Levante en Valencia y el Celta en el Camp Nou.
No se desengancha el Real Madrid después de apalizar con un set (6-0) al Espanyol con un hat-trick de Cristiano, que pone a los blancos a rueda del Atlético y les mantiene a la misma distancia de su perseguidor. Antes del Tourmalet que afrontará en febrero, con escala europea incluida, el Villarreal solventó la etapa de falso llano del sábado con una victoria por la mínima frente al Granada (1-0) para distanciarse ocho puntos de sus perseguidores y seguir cómodamente instalado en la zona Champions.
El Sevilla se engancha a la escapada europea y ya es quinto en la general liguera gracias a su triunfo (3-1) de la matinal del domingo contra el colista. Los de Emery suman 36 puntos, dos por encima del Athletic, que asciende a las plazas europeas tras su victoria del sábado ante el Getafe (0-1) en el Coliseo y supera por su mejor coeficiente a un Celta que cayó en Las Palmas de Gran Canaria (2-1) y pierde fuelle despojado de su maillot copero.
Y en los últimos puestos siguen haciendo la goma hasta siete equipos. De momento se mantienen fuera, dos puntos por encima, Betis y Espanyol (ambos con 22), y con solo un punto de ventaja, Las Palmas y Sporting de Gijón (ambos con 21, aunque el Sporting tiene un partido menos). La cuerda floja del descenso vuelve a condenar esta semana al Rayo Vallecano, tercero por la cola con 20 puntos, después de su empate (2-2) en Riazor en el duelo que cerró la jornada. Con los mismos puntos que el Rayo está el Granada, que retorna a la quema tras caer por la mínima y con polémica en El Madrigal. El que sigue descolgado en la última posición es el Levante, que vuelve a estar a cuatro puntos de la salvación, por perder en el Sánchez-Pizjuan.
La cara de la jornada: Sporting de Gijón

Estos once hombres, junto a Halilovic, Álex Menéndez y Mascarell, conquistaron Mestalla, donde nadie ganaba en liga desde el 30 de noviembre de 2014.
Fíjense en ese equipo porque ha hecho historia. El once formado, de izquierda a derecha, por Cuéllar, Ndi, Vranjes, Hernández, Meré, Sergio (de pie), Carmona, Rachid, Jony, Sanabria e Isma López (agachados), más la participación de Halilovic, Álex Menéndez y Omar Mascarell en el segundo tiempo, asaltó este domingo el fortín de Mestalla, allí donde no ganaba nadie desde que lo hizo el Barça (0-1) el 30 de noviembre de 2014. Más de un año sin perder en ese estadio en liga, hasta que llegó el Sporting de Gijón y descorchó una victoria de relumbrón que hurga en la crisis liguera del Valencia, cada vez más apurado después de tres meses sin ganar, y saca a los chavales de Abelardo de las plazas de descenso, que dejan un punto por detrás y con un partido menos que el resto. Ganar en Mestalla, por tanto, no es cualquier cosa.
La manita a la Real Sociedad de la semana pasada no fue un espejismo. Van dos victorias consecutivas y el Sporting demuestra estar cada vez más adaptado a los campos de Primera. Está concebido para resistir atrás las acometidas del rival, sabe manejar cada vez mejor el ritmo de los partidos y, por si esto fuera poco, empieza a tener el santo de cara para que los árbitros, al fin, le piten los penaltis a favor y para que los goleadores rivales, caso de Negredo, fallen ocasiones cantadas. Como bien dijo Abelardo, el Sporting tuvo mucha suerte en Mestalla, imprescindible para resistir en Primera.
Todo eso, metido en la coctelera, da lugar a un bloque sólido, fresco e incisivo que destaca por detrás y por delante. Especialmente llamativa es la llegada del bosnio Ongjen Vranjes, que jugó de lateral derecho en Valencia por la baja de Lora a última hora, y demostró ser un defensa a la vieja usanza, de los que dejan pasar al jugador o al balón, pero nunca a los dos a la vez. También volvió a destacar la clarividencia de Rachid en la medular, el descaro de Jony por el costado zurdo y la racha de Tonny Sanabria, que ya lleva diez goles en esta liga. Con estos mimbres, el sportinguismo tiene razones fundadas para creer en la salvación de sus chavales del Sporting. Y eso tiene especial mérito en una entidad que gana en los campos lo que sus directivos pierden en los despachos (y lo que no son los despachos).
La cruz de la jornada: Espanyol
Vale que caer en el Bernabéu entra dentro de lo previsible, pero mal harían Galca y sus hombres si no hacen autocrítica esta semana. Llevan seis jornadas sin conocer la victoria. Desde que ganaron por la mínima a Las Palmas el pasado 19 de diciembre, no han ganado ni un solo partido de Liga. En lo que va de año no han sumado de tres, con esa polémica eliminatoria copera contra su vecino azulgrana por el medio, que lo único que hizo fue tapar el enorme bosque de carencias que tiene el conjunto blanquiazul. Al margen de las dos derrotas (4-1 y 0-2) en los octavos de la Copa ante el Barça, y tras cinco partidos de liga disputados este año, el balance de los pericos es francamente pobre: dos empates (ante Barça y Villarreal) y tres derrotas (frente a Eibar, Getafe y Real Madrid). Solo han sumado 2 puntos de 15 posibles y la traducción clasificatoria es elocuente: ocupan la 15ª posición y tienen el descenso a solo dos puntos tras empate del Rayo Vallecano en Riazor.
Está muy bien y es perfectamente lícito reivindicarse ante el poderoso vecino azulgrana, haciendo ruido y montando gresca, pero más que de polémicas estériles, el Espanyol anda necesitado de soluciones urgentes desde la parcela técnica. Porque la temporada no terminó con esa inefable eliminatoria de Copa y el punto sumado en el derbi catalán no deja de ser pan para una jornada y hambre para el resto del curso. Se deberían mirar Galca y sus ayudantes el asunto de la portería porque el amigo Arlauskis, que tiene más nombre de jugador de baloncesto que de futbolista profesional, se estrenó en Primera división recibiendo media docena de goles, algo que no sucedía desde 1998, cuando Campagnuolo debutó con el Valencia en Salamanca encajando seis goles.
Mirando al calendario, al Espanyol se le presenta como una auténtica final el duelo del próximo lunes en Cornellá ante la Real Sociedad, un equipo de la zona media que no se debería despistar si quiere dejar atrás el fantasma del descenso. Después llegará la visita a Mestalla para medirse al Valencia, otro que tal baila. Puntuar en esos partidos se le presenta como un objetivo ineludible para el equipo perico si no quiere llegar con la soga al cuello a las diez de últimas.