Hay derrotas y derrotas, y la del Sporting de este miércoles entra en el capítulo de las más dignas. Caer con dignidad sí está permitido. Y eso le sobró al Sporting ante un equipo tan gigantesco como el Barcelona. Empató y mantuvo el tipo durante todo el partido, siendo solo superado por las genialidades de la MSN, que ya tiene media Liga en la buchaca. Y quién sabe lo que habría ocurrido si el árbitro hubiera señalado penalti en el derribo de Arda sobre Halilovic o hubiera invalidado el segundo gol de Messi. No diremos nada sobre el polémico penalti que sí se pitó, el de Cuéllar a Neymar, porque Luis Suárez lo falló, permitiendo el lucimiento del Pichu, y evitando el siempre farragoso cargamento de polémica que hubiese venido de la mano de la transformación de esa pena máxima. Fue un buen partido del Sporting. Así sí está permitido perder.
Decíamos ayer que el punto sumado por el Sporting contra el Rayo Vallecano no era tan positivo. Aún a riesgo de ser tachados de ventajistas, dábamos por consumada la derrota en el trámite pendiente contra un equipazo como el Fútbol Club Barcelona, vigente campeón de Liga, de Europa y del mundo. El primero que lo sabía fue Abelardo que, dando prioridad a la batalla del Benito Villamarín del próximo fin de semana, no quiso correr riesgos y dejó fuera a Luis Hernández, Sergio Álvarez y Carmona, más las bajas de Ndi y Sanabria. Aún así, el Sporting completó un dignísimo partido, fue capaz de empatar y aguantó estoicamente el asedio azulgrana encajando solo tres goles, casi una gesta ante un transatlántico con tanta pólvora como el Barcelona.
Consumada la derrota frente al Barça, la prioridad del Sporting ahora es el duelo fratricida del sábado contra el Betis, un rival directo en la lucha por mantener la categoría. El Betis sí es un equipo de su misma liga y ahí tocará repetir la gran imagen que dieron los menos habituales este miércoles, pero ya con el refuerzo de los habituales titulares. Recordamos que en el partido de la primera vuelta venció por 1-2 el Betis en El Molinón, un precedente que los rojiblancos deberán tener muy en cuenta por aquello del goalaverage. Hay que ganar. Ahí ya no vale el empate ni perder con dignidad.
Messi desequilibra el primer tiempo
El Sporting, que el año pasado jugaba contra el filial azulgrana, presentó una novedosa alineación en la que destacaba el debut de Lichnovsky en el centro de la zaga, junto al joven, aunque ya sobradamente preparado, Jorge Meré. Su rival de esta tarde, el todopoderoso Barcelona, se presentó en El Molinón con su temible MSN a la cabeza, aunque con muchas novedades: Aleix Vidal, Adriano, Mathieu y Arda fueron titulares para dosificar a titularísimos como Alba, Mascherano o Andrés Iniesta.
La primera ocasión fue para el Sporting, a los nueve minutos, con un remate de Álex Menéndez con la zurda que se marchó ligeramente desviado tras una gran conducción de Halilovic desde su propio campo. Diez minutos tardó en llegar la réplica de Luis Suárez para el Barcelona, que acabó estrellando el esférico en el cuerpo de Cuéllar, tras un magistral pase en profundidad de Neymar, caño incluido a Halilovic. Sobaba y sobaba el balón el Barça en una aparente calma de la que no salió bien parado Jorge Meré, que tuvo que lucir un aparatoso vendaje tras hacerse sangre en una oreja por una patada fortuita de su compañero Lichnovsky, que para ser un debutante rindió a un gran nivel. Ese golpe al chaval fue una de las pocas fisuras que hubo en la ordenada muralla defensiva de Abelardo, infranqueable hasta el minuto 25.
Casi media hora resistió el entramado defensivo sportinguista. Hasta que apareció un tal Lionel Messi, el héroe de la pasada jornada al que rebautizamos por aquí hace unos días como el Beethoven del fútbol. Y en su línea magistral de siempre, el argentino cogió el balón en la media luna del área y desde allí lanzó una bomba inteligente que aterrizó en la zona inferior derecha de la red de Cuéllar. Así fue el gol 300 en la Liga de Messi, uno de los pocos registros que le quedaban por alcanzar. Pero sin tiempo para digerirlo, trenzó un rápido contraataque el Sporting. Pablo Pérez arrancó por el centro, abrió a la izquierda para Menéndez, éste envió un centro perfectamente medido, por bajo y en parábola al corazón del área, y allí lo cazó Carlos Castro en el segundo palo para empujarlo al fondo de la red. Había empatado el equipo local, un recién ascendido, ante el todopoderoso Barça con el tercer gol del comandante de Ujo en Primera División.

Momento en el que Rakitic se dispone a pasar el balón a Messi, que está en una posición más adelantada y por la que los sportinguistas reclamaron fuera de juego antes del segundo gol del Barça.
Poco duró la alegría del empate en El Molinón porque el Barcelona no esperó al descanso para desequilibrar la balanza. El gol vino acompañado de polémica por la posición que ocupaba Messi justo en el momento en el que Rakitic pasa el balón, tal y como se aprecia en la imagen que acompaña estas líneas. La nueva normativa de la FIFA sobre el fuera de juego dice que la nueva regla sancionará al jugador que esté en posición ilegal aunque no toque el balón, de manera que el argentino estaba en situación antireglamentaria ya fuera por estar «interfiriendo el juego, interfiriendo a un adversario o ganando ventaja de dicha posición». El caso es que Messi terminó marcando, aunque la asistencia del gol se la dio Luis Suárez tras llegar a la línea de fondo, aguantar el balón y dejarlo raso para la llegada de Messi en carrera, que marcó con un golpeo seco con el exterior.
Con ventaja mínima del Barcelona, por un gol, se llegó al descanso en El Molinón, aunque Neymar, que volvió loco al bueno de Lora, casi marca el tercero con un disparo que se marchó muy cerca del palo izquierdo de Cuéllar. Luego ya llegó el momento de las frivoliteces y las paredes dentro del área de Messi y el brasileño, pero fueron perfectamente abortadas por los jornaleros de la zaga local. Y así, con el 1-2 en el luminoso, ambos equipos enfilaron el túnel de vestuarios.
Los sportinguistas reclamaron un penalti de Arda a Halilovic
En el segundo tiempo continuó el monólogo azulgrana, con continuas llegadas a la portería de Cuéllar, pero ni por esas se frenó el ímpetu irreductible del Sporting. Todo dignidad, el equipo de Abelardo se siguió abrazando a su jugador franquicia, precisamente cedido por el Barcelona, que tuvo la altura de miras de no ponerle la llamada cláusula del miedo para impedirle jugar. Halilovic llegó al área y cuando se disponía a encarar a Mathieu, notó la aproximación de Arda Turan por detrás y se fue al suelo. El Molinón tronó en una reclamación unánime de la pena máxima, pero no hay partido con De Burgos Bengoetxea como árbitro que no acabe en polémica. Y éste no fue la excepción. No pitó nada y se vivió la enésima entrega de la saga «Ya pitarán un penalti a favor del Sporting».
Pero el colegiado no se amilanó por la presión de la grada y justo después de pasar por alto la caída del croata en el área del Sporting, señaló la pena máxima por un derribo a Neymar del Pichu Cuéllar, que arrolló al brasileño cuando éste ya lo había encarado y se disponía a ejecutar. Luis Suárez no quiso contribuir a la polémica, falló el lanzamiento, que adivinó de manera providencial Cuéllar por su palo derecho y salvó el trance. Los más malvados pensaron que, probablemente si hubiesen tirado el penalti como el domingo pasado frente al Celta, lo habrían transformado; afortunadamente para el Sporting, el uruguayo escogió la vía más ortodoxa y la erró. El problema es que los killers del área nunca llaman dos veces.
Suárez es de los que pueden perdonar una vez, pero más no. Y en la siguiente ocasión de la que dispuso, rentabilizó al máximo el pase de Aleix, se deshizo de Nacho Cases con un recorte sensacional y marcó con la zurda. Una parábola exquisita para sentenciar el partido y acercar a la Bota de Oro a Suárez, que ya lleva 40 goles esta temporada.
El partido murió con este gol, la dignidad del Sporting impidió que el Barcelona hiciera más sangre y la impenetrable defensa blaugrana, con un Piqué extraordinario en el centro de la zaga, mantuvo la distancia en el marcador. Para el Sporting no es ninguna afrenta caer por 1-3 en su campo ante un club como el Fútbol Club Barcelona, del que le separa un abismo económico y deportivo. Y para el Barcelona, esta victoria le otorga medio título de Liga. Fue también una jornada feliz para los dos gijoneses, de Pumarín para más señas, que ocupan los respectivos banquillos. Abelardo y Luis Enrique vivieron una tarde muy especial, reencontrándose como entrenadores del Real Sporting de Gijón y del Fútbol Club Barcelona. En el Camp Nou, el día grande será para el Pitu, que volverá a su segunda casa.
LA FICHA TÉCNICA
SPORTING: Cuéllar; Lora, Lichnovsky, Meré, Canella; Mascarell, Nacho Cases; Pablo Pérez (Isma López, minuto 63), Halilovic, Álex Menéndez (Álex Barrera, minuto 73); y Carlos Castro (Jony, minuto 63).
BARCELONA: Bravo; Aleix Vidal, Piqué (Bartra, minuto 80), Mathieu, Adriano; Rakitic, Sergio Busquets (Mascherano, minuto 80), Arda Turan; Messi, Luis Suárez y Neymar.
GOLES
0-1: minuto 24, Messi. 1-1: minuto 26, Carlos Castro. 1-2: minuto 30, Messi. 1-3: minuto 66, Luis Suárez.
ÁRBITRO
De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Amonestó a Meré (60′) y Canella (90′), del Sporting, y a Busquets (78′), del Barcelona.
INCIDENCIAS
28.140 espectadores en El Molinón, según datos oficiales. Terreno de juego en buenas condiciones. Tarde lluviosa en Gijón.