AITOR PLAZA (@AitorPlaza1)
El Athletic de Bilbao venció en Balaídos en un partido con dos caras. La de con Aduriz en el campo y la de sin él, sustituido por lesión. El donostiarra y San José marcaron los goles visitantes mientras que Larrivey lo hizo por parte de los locales.
El fútbol es un estado de ánimo, y así lo están demostrando los pupilos de Valverde que llegaron a Vigo con confianza y la moral por las nubes, y se notó en el césped desde el primer minuto. Los de Berizzo, irregulares como llevan siéndolo toda la temporada, no fueron capaces de superar a unos rojiblancos en su mejor versión.
Con las ideas muy claras salieron los bilbaínos en Balaídos. El Celta es un equipo que toca bien el balón y construye el juego desde la zaga, y por ello los de Txingurri presionaron arriba impidiendo a los celestes estar cómodos en el partido. Con Ibai, novedad en el once, y Williams en las bandas, el cachorro parece consolidarse en el primer equipo, Muniain zigzagueó entre líneas haciendo sufrir a Augusto y Krohn-Dehli. El joven de la Txantrea fue quien provocó el penalti que a la postre se convertiría en el primer gol rojiblanco. La jugada deja dudas, la afición y el equipo celtiña protestaron no ser suficiente el empujón como para señalar la pena máxima. Polémicas aparte, Aduriz no falló desde los once metros. Con el 0-1 el Athletic se encontró muy cómodo, la presión continuó ejerciéndose sobre los de Berizzo imposibilitando la reacción. Pasada la media hora del encuentro el otro hombre gol de los leones ponía el 0-2 en el marcador. San José aprovechó el rechace de un cabezazo de Aduriz que se encontró con la madera para empujar el balón y seguir engordando su cuenta goleadora. Llamativa dada su posición de corte defensiva. Un hubo contestación por parte de los locales. Las cabalgadas por la banda de Williams y De Marcos destapaban la banda izquierda con un Nolito que no bajó a defender todo lo que debió.
La segunda mitad comenzó con la misma tónica, una cabalgada del Balotelli vasco dejó solo a Aduriz para marcar, pero el ariete rojiblanco desaprovechó la oportunidad para sentenciar. Hecho que luego el Athletic acabó pagando sufriendo en los minutos finales. Poco después llegó la peor noticia posible para los leones. Su figura, Aduriz, se rompía y tenía que ser sustituido. El adductor izquierdo impidió continuar a un Aduriz que con su gol igualó a Pichichi (78 tantos). La marcha de la referencia rojiblanca coincidió con el bajón en el rendimiento de su equipo y el buen momento del Celta. Tan solo 10 minutos después Larrivey recortó distancias, enchufando a su equipo en el partido y metiéndole el miedo en el cuerpo al Athletic. Los rojiblancos en vista del dominio gallego se metieron atrás y se abonaron a las carreras de Williams, Guillermo y Muniain. El equipo de Valverde con el 1-2 echó de menos las bajas de Mikel Rico e Iraola. El primero por su constante brega, y el segundo por la calma y el poso que da a sus compañeros cuando el partido se acelera. A falta de cinco minutos para el final San José fue expulsado por doble amonestación. Pese a estar con uno menos Guillermo tuvo en sus botas el 1-3 pero su disparo se marchó alto. El Celta apretó en los últimos minutos con más corazón que cabeza y no obtuvieron el premio del empate
Con esta victoria el Athletic encadena cuatro jornadas consecutivas ganando y se acerca a la séptima plaza, puesto al que aspira para entrar en Europa. El Celta sin embargo pierde su segundo partido seguido y ve como su rival abre brecha en la clasificación.