El tren de la Liga tiene nueva locomotora. El Barcelona vuelve a lo más alto de nuestro campeonato tras el set (6-1) que le endosó al Rayo en la matinal del domingo. Antes había fallado el Madrid dejándose los tres puntos en San Mamés en el partidazo del sábado (1-0).
Los vagones Champions siguen en la misma situación de la semana pasada. El empate (1-1) entre Atlético de Madrid y Valencia en el partidazo de la jornada los deja a ambos donde estaban, pero con un punto más; a siete puntos siguen del líder los del Cholo y a ocho los de Nuno.
Sevilla y Villarreal se afianzan en los vagones Europa League. Los de Emery se llevaron la tormenta de goles de Riazor (3-4) y los de Marcelino golearon al Celta (4-1), de tal modo que siguen separados por un punto aunque han abierto distancias sobre su más firme perseguidor, el Málaga, que se queda a siete puntos del acceso directo a Europa después de su derrota en Granada (1-0).
En el vagón de cola, respiro generalizado para todos, menos para Almería y Córdoba. El Levante respira, al fin fuera del ascenso, tras su triunfo del viernes (2-1) en el partido inaugural de la jornada; el Granada también lo hace después de vencer por la mínima (1-0) al Málaga en el clásico andaluz del sábado, que le deja a tres puntos de la salvación. A la espera del fallo definitivo sobre su posible sanción, el Almería sigue con 24 puntos, aunque ya se ha caído al pozo tras su derrota (1-0) en el Martínez Valero. Y las ilusiones del Córdoba se desvanecen después de la remontada del Getafe (1-2) en el partido que cerró la jornada.
Mucho león para tan poco cachorro
Los leones han vuelto. Después del pase a la final de la Copa que sellaron el pasado miércoles en Barcelona, los jugadores del Athletic de Bilbao hicieron propósito de la enmienda para cambiar totalmente la dinámica de la temporada, marcando ese 0-2 como punto de inflexión. Y en ello están. Tras eliminar al Espanyol, en la Liga tumbaron a un Madrid con más cachorros que leones.
El soberbio cabezazo de Aduriz puso el colofón a una imponente actuación colectiva de los rojiblancos. Desde Iraizoz a Williams, pasando por la magistral batuta de Mikel Rico en la medular, los pupilos de Valverde salieron a morder y a marcar territorio, aguantando hasta el limite las embestidas de todo un líder. Pero ni eso bastó para impedir la victoria de una manada de leones conjurados para terminar a lo grande la temporada.
Ya llevan 4 victorias consecutivas y, ocurra lo que ocurra en lo que queda de Liga y en la final de la Copa, el Athletic puede presumir de haber asestado una dentellada feroz al, hasta esta semana, líder.
La cuesta abajo del Madrid
Si el 4-0 del Vicente Calderón fue un accidente, los dos últimos resultados del Real Madrid en la Liga confirman que los blancos van cuesta abajo. Solo el tiempo dirá, con ese clásico del 22 de marzo en el horizonte, si la caída es con o sin frenos. Lo incuestionable es que el empate del pasado domingo contra los suplentes del Villarreal y la derrota en San Mamés demuestran que el motor madridista se ha gripado en una fase clave de la temporada. No ha ganado a nadie de su nivel en lo que llevamos de 2015, únicamente superó por la mínima al Sevilla (2-1) y pidiendo la hora. Los resultados cantan: eliminado de la Copa por el Atlético de Madrid (2-0 y 2-2), derrotado en Mestalla (2-1) y empate con sabor a derrota frente al Villarreal (1-1). El tropiezo de San Mamés, donde Ancelotti no sabe lo que es ganar (1-1 y 1-0) pero donde Mourinho arrasaba (0-3, 0-3 y 0-3), es el corolario que corrobora la crisis madridista, culminada por el mal momento de la BBC (Bale, Benzema y Cristiano llevan 15 goles en los 14 partidos disputados este año).
Nuevo líder, nuevos récords
Cumpliendo la teoría de los vasos comunicantes, la crisis madridista viene acompañada del mejor Barcelona de la temporada, un equipo que camina a ritmo de récord. Superado el desliz de la derrota contra el Málaga, los azulgrana se han encaramado a lo más alto de la clasificación tras el 6-1 que le endosaron al Rayo Vallecano en la matinal del domingo. Puntos, set y liderato para un equipo perfectamente capacitado para jugar a las 12 del mediodía como demuestran los sendos 6-1 que les metió a Getafe y Rayo en los últimos cuatro años. Pero este récord no es nada al lado de los que ha pulverizado el Barça con su última goleada: ya es el equipo con más puntos (62), más goles a favor (76) y menos goles en contra (16) de esta Liga. Y, cómo no, estas marcas colectivas vienen acompañadas de una nueva plusmarca de Leo Messi, que ya es el futbolista con más hat-tricks (24) en la historia liguera y pichichi del campeonato con 30 goles (empatado con Cristiano). Un líder al que no se le resiste ningún récord. Que hablen ahora o callen para siempre los que decían que el Barça de Luis Enrique no funcionaba.
El Sevilla se saca la espina
Andaba el clima enrarecido por Sevilla tras los últimos resultados cosechados por el equipo de Emery. Desde el 3-0 al Córdoba en la 23ª jornada no ganaba el equipo hispalense y, a las ya habituales críticas a los planteamientos tácticos de Unai, se unió una irregular dinámica que se coronó con ese vibrante 4-3 en Anoeta. Aquella derrota contra la Real Sociedad dejó tocado a un Sevilla que antes ya había sido eliminado de la Copa por el Espanyol. Esos goles de Arribas en propia puerta y Xabi Prieto en siete minutos escocieron mucho porque, unidos al triunfo del Valencia contra el Córdoba un día antes, alejaron a los sevillistas de manera notable del objetivo Champions.
Tras el amargo empate a nada contra el Atlético de Madrid, el Sevilla necesitaba darse un homenaje para voltear su trayectoria. Y un estadio tan complicado como Riazor fue el escenario elegido para cambiar la dinámica al siempre extraño horario de las cuatro de la tarde del sábado. Chaparrón de goles a la orilla del Atlántico (3-4), con doblete de Vitolo, tanto en propia puerta de Sidnei y gol de penalti de Gameiro. Un partido de locos que, esta vez, sí cayó del lado hispalense.
Del 4-3 de Anoeta al 3-4 de Riazor, espera el sevillismo que se haya marcado un punto de inflexión que les sirva para reengancharse a la pelea por la Liga de Campeones, que ahora tienen a cinco puntos, confiando en los tropiezos de Atlético y Valencia. De momento, el empate del domingo en el Vicente Calderón cerró una buena jornada para las aspiraciones sevillistas de alcanzar el cuarto puesto que da opción a jugar la previa de la Champions, justo a las puertas del primer asalto europeo contra un Villarreal, un incómodo rival al que tienen a un solo punto en la Liga y del que esperan distanciarse de una vez por todas.
EL SACAPUNTAS
Ancelotti (sobre Bale): “No creo que esté contento con lo que está haciendo”.
¿Perogrullada o misil tierra-aire?