Brasil derrotó a Serbia y espantó a todos los fantasmas. México ya espera.
Brasil ganó sin mucha lucidez a una Serbia que compitió el partido la primera parte. Con goles de Paulinho y Thiago Silva, los de Tite acaban líderes de grupo con siete puntos y con mejores sensaciones. Tite confeccionó a un equipo defensivo, duro y compacto en el que en esta jornada sí se empezó a parecer a lo que el entrenador carioca había diseñado con antelación. Brasil controló todo el partido y supo en todo momento lo que tenia que hacer. Defendiendo, son un muro y arriba empiezan a mejorar sobretodo de la mano de Coutinho, que está a un nivel altísimo, y con Neymar, que empezó a mostrar síntomas de mejoría. El jugador del PSG estuvo bastante activo, encarando y buscando situación de 1×1. El partido no tuvo mucha historia, destellos de calidad por los hombres ofensivos de la canarinha, y síntomas de una mejoría a nivel defensivo que invitan al optimismo. Una prueba de estos, es que Allisson, el meta de la Roma, fue un espectador más del partido.
Serbia se rindió muy pronto. La victoria momentánea de Suiza y lo complicado que estaba el partido hizo que los serbios bajaron los brazos al empezar la segunda parte. Habían empezado bien, con intensidad y ordenados pero el gol de Paulinho trastocó los planes de una selección que empezó fuerte, pero se acabó deshinchando. La generación que ganó el mundial sub20 liderada por Milikovic-Savic hace tres años acabó siendo eliminada por los pentacampeones del mundo.
En octavos espera México. Venció a Alemania, que hoy se ha quedado fuera de Rusia. Esto es otro Mundial, y a qui gana el que menos errores cometa y el que juegue con más pasión. Los cariocas, satisfechos que Alemania haya quedado eliminada, pero México ya sorprendió en la primera jornada venciendo a la actual campeona del mundo. Esta Brasil empieza ya a asustar.