Jimena Bañuelos (@14ximenabs)
Estar en la final era el sueño a cumplir por los dos equipos pero solo uno iba a conseguirlo. El otro se despertaría como si de una pesadilla se tratase. El Stuttgart y el Friburgo se enfrentaron anoche en un partido donde la emoción no faltó. Estuvieron acompañados por casi sesenta mil espectadores que deseaban convertirse en finalistas.
Viendo la clasificación de la Bundesliga todo hacía pensar que el Friburgo podía llevar el cartel de favorito porque son quintos, luchan por la Europa League y llevan una trayectoria bastante buena. Por su parte, el Stuttgart jugaba en su casa y aunque en la liga son duodécimos siempre está el factor sorpresa.
Después de los noventa minutos reglamentarios ya se podía decir que el Bayern de Múnich se iba a medir al Stuttgart en Berlín. Los de Labbadia derrotaron por dos goles a uno a los de Streich. El encuentro fue muy emocionante porque los dos equipos mostraron su mejor cara.
En la primera mitad, la más entretenida, se vieron los tres goles del encuentro. Empezó el partido con mucha energía, los locales querían arrasar y desde bien pronto comenzaron a crear ocasiones de peligro. Tanto lo intentaron que a los diez minutos Boka inauguraba el marcador del Stuttgart, gracias a una jugada conjunta con Ibisevic y Traore. La reacción de los visitantes no tardó en llegar. No estaba en sus planes ir por detrás en el marcador y a los tres minutos empataban la semifinal. Con una gran jugada de equipo, Rosenthal sentenció ante el meta local, Ulreich, el primero del Friburgo.
En apenas quince primeros minutos ya se habían visto dos goles y todo hacía pensar que el partido iba a dar un gran espectáculo. El empate no servía y había que sentenciar para estar más relajados. Ambos clubs lo intentaban, pero el en el veintinueve el Stuttgart hizo el segundo. El responsable de que se desatara la euforia local fue Harnik.
Al descanso se llegó con la ligera ventaja del Stuttgart. Y aunque durante los siguientes cuarenta y cinco minutos los dos equipos pelearon por más goles no llegó ninguno más. La semifinal ya tenía su ganador y el Bayern ya conocía a su rival.
Quedan todavía muchos días para la final de la DFB Pokal, muchos días para soñar con ver al capitán de tu equipo levantando la copa. Es el momento para que el Bayern de Múnich y el Stuttgart sueñen porque uno de ellos lo hará realidad.